UN MENSAJE DESDE BRASIL PARA COMPARTIR
Aproveito o gancho de passar a você um video que adoro, chamado
Dancem macacos, dancem!
http://video.google.com/videoplay?docid=-2219261287903697793
Pra avisar que estou de blog novo:
http://tzatziki.wordpress.com/
Nele vou falar de amenidades...
Espero você por lá, ok?
há braços,
Dancem macacos, dancem!
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há braços,
6 comentarios
carlos kinast -
carlos kinast feliú -
carlos kinast feliú -
carlos Kinast feliú -
carlos Kinast feliú -
Es cierto que hay otros ejemplos de sistemas bicamerales en los estados federados, pero Chile no es federado.
Sugiero que esta propuesta podría ser considerada dentro de la modernización del Estado.
vladimir -
1.1. La tesis citada incluye a los judíos entre los vagabundos de origen étnico, pero los diferencia claramente de aquéllos cuyo vagabundaje tiene un origen patológico.
Además la tesis especifica, atribuyéndolo a Lombroso, que los hebreos se caracterizan por determinadas formas de delito; estafa, falsedad, calumnia y sobre todo, la usura.
Pero a renglón seguido dice Allende: Estos datos hacen SOSPECHAR que la raza influye en la delincuencia. No obstante, carecemos de datos precisos para DEMOSTRAR este influjo en el mundo civilizado. Salvador Allende, pues, da por no comprobada la afirmación de Lombroso.
1.2. Respecto al caso Rauff, refugiado aquí largos años, los datos son simples. Alemania nos solicitó su extradición el año 1963, y la Corte Suprema la rechazó, aduciendo hallarse prescritos los delitos imputados conforme a la ley chilena. Cuando Allende fue elegido Presidente, el cazador de nazis Simón Wiesenthal le volvió a pedir la entrega de Rauff, en carta personal. Allende respondió haciendo ver que ya existía un fallo adverso de la Suprema, ejecutoriado. Añadió que resolver una nueva solicitud de extradición no sería de su resorte sino, otra vez, competencia de ese tribunal. Una segunda carta de Wiesenthal, según sus memorias, pediría a Allende examinar la posibilidad de deportar a Rauff, que aún no se había naturalizado en Chile, (para) proceder contra él en un país con legislación más favorable.
Víctor Farías lamenta que Allende no se deshiciera de Rauff mediante el audaz resquicio que le insinuaba Wiesenthal, para lo cual disponía (dice) de la Ley de Seguridad Interior, que le permitía expulsarlo sin ambages.
Pero: 1.2.1. A Allende no se le puede reprochar, simultáneamente, EL USO de los resquicios legales, audaces o no que es el cargo que común y justificadamente se le hace, y NO USARLOS en el caso Rauff. O una o la otra cosa. 1.2.2. La verdad es que el ex Presidente hizo bien al no burlar mediante un resquicio el fallo de la Corte Suprema que rechazaba la extradición, haciéndola efectiva por un camino expulsar a Rauff distinto del elegido y utilizado por el solicitante, Alemania Federal. Equivalía a decirle a Chile: No importa lo que Uds. pidan y cómo lo pidan, no importa lo que la Corte Suprema haya resuelto o resuelva no se preocupen, de todos modos les daremos a Rauff. Los países serios y dignos no actúan así. 1.2.3. Tampoco es cierto que Allende pudiera expulsar sin ambages a un extranjero, invocando los mismos motivos que la Suprema había desechado como causales de extradición. Paulatinamente se ha impuesto la jurisprudencia de que expulsiones semejantes pueden ser discrecionales, pero que este adjetivo no es sinónimo de arbitrarias.
1.2.4. Pero lo más endeble del argumento de Víctor Farías, reside en que Wiesenthal NUNCA pidió a Allende la expulsión, no obstante lo afirmado por sus memorias. Leamos su segunda carta: He contactado de nuevo a las autoridades alemanas y vamos a tratar de obtener una nueva resolución de la Corte Suprema de Chile. Esto es lo que Wiesenthal informó a Salvador Allende, y lo que Allende quedó esperando, hasta su muerte, diez meses después. Es un ejemplo claro de la desprolijidad de Víctor Farías: no percibir (y por tanto no explicar) la flagrante contradicción entre la carta y las memorias de Wiesenthal.
¿Qué queda, entonces, de este capítulo, el básico, del historial antisemita de Salvador Allende? Nada.
1.3. Aunque parezca ensañarme, no puedo omitir por ser el non plus ultra de razonamiento delirante el cargo de brutal antisemitismo que hace Víctor Farías al ex senador Altamirano. ¿Por qué? Por haber llamado a Moisés, el año 1969, viejo infeliz impotente y amargado que ya no se la podía (sic) que lo único que ha hecho es traumatizar a la humanidad fregarnos con sus diez mandamientos. ¡No fornicar! ¡No desear la mujer de tu prójimo!... ¡Habráse visto un viejo más desgraciado! ¡Le quitó de golpe y porrazo todo lo rico que tiene la vida!.
Sabe Dios que no hay simpatías perdidas entre el ex senador y yo, pero cualquiera lectura medianamente desapasionada de este párrafo concluye que se trata: a) de un chiste (malo, por cierto) o b) de la protesta liviana de un progresista cuarentón contra las restricciones sexuales que le imponen los diez mandamientos judeo-cristianos. Y que ataca a Moisés como depositario de los mismos, y no por judío. Con igual lógica, puede ser llamado antisemita alguien que critique la conducta de Judas Iscariote.!,
2. ALLENDE Y LA EUTANASIA. Allende habría propiciado esterilizar a ciertas categorías de personas estimadas socialmente dañinas. Al respecto, aduce Víctor Farías la tesis médica del ex Presidente ya citada, y proyectos suyos como Ministro de Salubridad (1939/1941).
2.1. En la tesis de 1933, no hallo recomendación ni referencia a esterilizar a ningún tipo de personas.
2.2. Es efectivo que el año 1940, como Ministro de Salubridad, Allende era partidario de la esterilización de alienados; que nombró una Comisión para que le propusiera las normas respectivas; y que esta comisión lo hizo, y le entregó el proyecto de ley fruto de su trabajo.
Pero: 2.2.l. Allende afirman los principales opositores al proyecto, los doctores Lorenzo Cubillos y Gustavo Vila conversó previamente el tema con miembros de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal. Y (agregan) tuvo la gentileza de ESPERAR Y SOMETER A LA CONSIDERACION DE LA SOCIEDAD, tanto los fundamentos científicos del proyecto como su texto. 2.2.2. Consta, pues, que Allende propiciaba la esterilización dicha, pero no que aprobara la propuesta específica de sus comisionados. Y así: 2.2.2.l. Nunca la envió, ni nada parecido, al Congreso Nacional, en los dos años que fue Ministro 2.2.2.2. Sometió el proyecto de la Comisión a la sociedad científica mencionada, donde lo impugnaron los doctores nombrados, ignorándose la resolución definitiva de la Sociedad, si la hubo. 2.2.2.3. Puede inferirse de lo anterior que Allende renunció a su proyecto, y lo confirmaría que muy poco tiempo después OTRA Comisión suya elaborase uno nuevo, sobre Asistencia a los Enfermos Mentales, que se remitiría en breve al Congreso (pero que, parece, tampoco se envió) y que escribe Víctor Farías NO ALUDIA NI CON UNA SOLA PALABRA a esterilizar alienados. 2.2.3. Nunca, en sus más de treinta años posteriores de activísima vida pública, Allende defendió dicha esterilización.
He dicho, y reitero, que no se puede caracterizar a una persona con casi medio siglo de exposición pública, por un hecho aislado de su juventud, y sin incorporarlo a su contexto temporal. Eso no es de historiador, es un recurso dictado por la pasión. No me costaría nada producir documentos irrefutables presentando a Frei, padre, como antisemita; al Padre Hurtado, como franquista; a Radomiro Tomic, como partidario del derechista reaccionario Gustavo Ross contra el candidato popular Aguirre Cerda, en la crucial elección de 1938; a Clotario Blest o Ignacio Palma defendiendo el Estado y el Parlamento Corporativos y abominando de los partidos políticos, etc. ¿Qué significaría eso, en el contexto de las respectivas vidas totales? Nada.
¿Y significa lo dicho sobre los libros de Víctor Farías, que carecen de importancia? En absoluto, la tienen, y MUCHA, pero (creo), no por las razones que su apasionamiento le dicta, sino por otras distintas, que la misma falla le impide percibir. Su aistad con Fidel y con Allende, lo inhabilitan