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Máximo Kinast Avilés

El Innombrable

JOAN GARCES: "PINOCHET SE VA DE ESTE MUNDOCOMO FUGITIVO DE LA JUSTICIA"

Fuente: www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=5002&Itemid=972

 ENTREVISTA AL DR. JOAN GARCES

Madrid.- "Augusto Pinochet se despide de este mundo como un fugitivo de la justicia", sostuvo el abogado Joan Garcés, quien a finales de la década pasada impulsó en España el primer juicio contra el general que derrocó al presidente constitucional chileno, Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

El abogado valenciano Joan Garcés fue uno de los asesores personales más cercanos a Allende, lo que le convirtió en testigo de excepción de la época más trágica de la historia contemporánea de Chile. El golpe de Estado encabezado por Pinochet, el bombardeo del presidencial palacio La Moneda y el asedio de las fuerzas militares y empresariales al gobierno socialista fueron acontecimientos que vivió y sufrió en persona.

Desde su salida clandestina de Chile, Garcés se convirtió en una de las voces más acreditadas del exilio y del ideario de Salvador Allende, hasta el punto de que en 1998, él mismo, acompañado de un grupo de abogados e intelectuales, impulsó desde Madrid el primer proceso judicial contra el ex dictador chileno, que derivó en su primera detención en Londres.

A unas horas de la muerte de Pinochet, Garcés explicó a La Jornada lo que representó su régimen y lo que queda por hacer en el futuro para alcanzar el viejo sueño de justicia y reparación a las decenas de miles de víctimas de la represión de la dictadura chilena.

­¿Qué representa para usted la muerte de Augusto Pinochet?

­Que una persona fallezca a los 91 años de un ataque al corazón no me merece en lo personal ningún comentario. Lo interesante es el contexto: deja detrás un legado de símbolo de una de las fases más negras y represivas de la historia de los pueblos hispánicos, en particular de América Latina. La destrucción en sus raíces de la estructura republicana y democrática del Estado de Chile va a necesitar todavía muchos esfuerzos para superarla.

"Pero también hay que agregar que Augusto Pinochet se despide de este mundo en circunstancia de que es un fugitivo de la justicia, con órdenes internacionales de detención cursadas a Interpol desde varios tribunales de justicia y bajo arresto domiciliario en su propio país por otros crímenes".

­¿Esta muerte le ha hecho recordar aquellos días de la toma de La Moneda, cuando estaba tan próximo al presidente Allende y al propio Pinochet?

­Primero quiero señalar que nunca tuve ocasión de conocer personalmente a Pinochet, ya que mi contacto era con su superior, el comandante en jefe del ejército en aquel momento, que era el general Carlos Prats, a quien Pinochet mandó asesinar en 1974 en Argentina.

"Digamos que yo nunca he sostenido ningún tipo de sentimiento personalizado respecto de Pinochet. Siempre lo he visto de la forma más objetiva, desde el punto de vista de su responsabilidad política al haber impedido que el 11 de septiembre de 1973 el presidente Allende convocara un referéndum nacional para que democráticamente los ciudadanos decidieran en las urnas el camino que querían seguir. El tenía conocimiento de la intención del presidente de dar ese mensaje al país, así que adelantó el golpe de Estado para evitar este pronunciamiento.

"De modo que su responsabilidad política en la interrupción del desarrollo político del país es única y singular, como también lo es su responsabilidad como jefe máximo de la estructura criminal que estableció a partir de esa fecha, que solamente la hemos logrado romper a partir de la colaboración judicial internacional desde 1998".

­¿Cree que para superar la división en la sociedad chilena es imprescindible que se haga justicia con las víctimas de la represión?

­Lo importante de situaciones de crisis en los países es la manera en que busca resolver esa situación. Hay maneras civilizadas y bárbaras. Hay maneras democráticas que salvaguardan los derechos fundamentales de las personas, y hay criminales. Digamos que Pinochet aprovechó una coyuntura de crisis política para hacerse con el poder a sangre y fuego e implantar una dictadura extraordinariamente represiva en lo social, en lo económico, en lo político y también en lo que se refiere a los crímenes comunes.

"Los crímenes los cometió una estructura organizada, que tenía al frente a Pinochet pero en la que colaboraban otras personas, algunas de ellas acusadas ante distintos tribunales. Así que lo que cabe es esperar a que continúen esos procesos, de forma que la desaparición del jefe de la banda no interrumpa el trabajo de la justicia. La exigencia de justicia es natural y va a continuar. Los efectos de hacer justicia son positivos para toda la sociedad".

­¿Qué añade al historial delictivo de Pinochet los recientes hallazgos sobre presuntos hurtos al erario público chileno?

­Una vez más, gracias a las investigaciones que se han hecho desde fuera de Chile también ha sido descubierto lo que muchos pensábamos pero que ellos negaban: que fue el gobernante más corrupto de toda la historia de Chile. A nivel histórico de Chile no ha habido ningún responsable político que haya cometido los latrocinios que él cometió.

"De modo que hay coincidencia en ambos niveles: crímenes de lesa patria, contra el sistema democrático y republicano, contra el derecho a la libertad y a la vida, y crímenes contra el erario público. Pinochet no dejó de explorar ninguna de esas vías.

"Hay procedimientos civiles abiertos que afectan a algunos familiares de Pinochet, eso naturalmente seguirá, pero lo que se ha extinguido ­con su muerte­ es la responsabilidad penal individual, pero no la civil, que puede afectar sin duda a sus familiares".

­Usted que vivió aquellos años junto a Salvador Allende, ¿por qué cree que daba tanto miedo el proyecto político que representaba?

­Eso lo definió claramente Henry Kissinger, cuando era secretario de Estado de Estados Unidos en aquellos años: era una revolución que avanzaba con más democracia, participación social y mayor respeto a las libertades que ninguna otra. Eso no les gustaba nada, evidentemente, a los partidarios de mantener las estructuras tradicionales. Era una vía nueva y un ejemplo para otros países de la región, incluso de Europa, y eso lo quisieron estrangular haciendo un escarmiento sobre el pequeño país latinoamericano.

"Pero la voluntad de los pueblos latinoamericanos de desarrollo social y democrática no la pueden apagar. La pueden, si acaso, contener temporalmente por la vía de la represión, pero son coyunturas que dejan paso a otras circunstancias y otras generaciones siguen adelante con los mismos ideales. Pinochet representó un dique temporal mantenido de manera sangrienta, pero es evidente que ese dique no podía ser indefinido y los hechos han demostrado que no lo ha sido".

EL MUERTO DEL QUE TODOS HABLAN

Por Raul Wiener
Lima - Perú

El tirano jugó los últimos años de su larga vida a burlar la justicia que iba cercándolo cada vez más y nunca llegó a sentenciarlo.

Desde la detención en Londres, el viejo general descubrió que se había acabado su tiempo y cambió su objetivo: no dejarse condenar por sus crímenes y morir en algún momento en la ambigüedad en la que pudiese decirse que ningún juez lo encontró culpable.

Claro que el hombre que tenía tanta familiaridad con la muerte de los otros, sufría a su vez de pánico de enfrentar la suya propia. Por eso se moría de a pocos y no terminaba de morirse.

Y creía que sus medias muertes podrían sacarlo del marasmo de sus decenas de juicios y causas pendientes.

Todo caía delante suyo: inmunidades, impunidades, respeto por sí mismo y por sus familiares. Todo con tal de evadir la justicia y demorar la muerte.

¡Cuánto crece su rival que enfrentó de pie su hora histórica, frente al general asesino fingiendo demencia, hospitalizándose el día del juicio, haciéndose el tonto cuando le descubrieron las cuentas millonarias en el extranjero, echando culpas a Conteras que nunca hizo honor a su apellido...

Pinochet no fue sólo un genocida y un corrupto, sino sobre todo un cobarde que jamás asumió un verdadero riesgo:

· se plegó al golpe a último momento, porque se dio cuenta que no podía evitarlo, y desde allí se convirtió en el peor de todos los golpistas;

· no sabía que hacer con la economía después de Allende, y la entregó al control de los alumnos de Milton Friedman;

· no pudo detener el apetito de la burguesía que hizo de ese país uno de los más desiguales del mundo, aprovechando la cobertura del autoritarismo, y convirtió a los pobres chilenos en invisibles, y se contentó con que le dieran su premio en dinero por los servicios prestados;

· no fue capaz de asumir los costos de su derrota en el referéndum de 1988, y se aferró a la jefatura del ejército por diez años para protegerse de la democracia;

· no tuvo un solo gesto de dignidad o patriotismo, cuando los españoles ordenaron detenerlo, y se quedó dos años en las prisiones inglesas;

· se respaldó en las debilidades de la Concertación gobernante para tratar de conservar un puesto de senador e intocable, hasta que algunos jueces valientes empezaron a romper los muros que lo protegían.

Este es el muerto por el que lloran las señoras rubias (aunque lo sean con su propio dinero) en las calles de Santiago. Los momios están de duelo por su salvador, su protector y el que no se hizo bola para matar a 6 mil chilenos del otro lado de las vallas sociales y políticas, a pesar de que dicen que no hubo resistencia.

El muerto que celebran los que lo sufrieron en la cárcel, la tortura, el exilio, los familiares muertos y desaparecidos, el “éxito económico” que se olvidó de las mayorías.

El hombre que dividió una nación un 11 de septiembre y que la mantiene escindida 33 años después. Una división que –a su manera- también existe entre nosotros.

12.12.06



Raúl W.

CARTA DE CRISTINA CASTELLO

Queridos amigos,   

Viví intensamente el día histórico de la muerte de Pinochet, que asesinó a más de 3.100 personas y torturó a otros 27.000 seres humanos que soñaban, amaban, luchaban. Muchos de ustedes lo saben: en el mismo momento empecé a comunicarlo, estremecida y tratando de que, sin embargo, las neuronas no dejen de funcionar.   

Paradojalmente, murió el Día de los llamados “Derechos Humanos”; y digo llamados pues comer, educarse, soñar y tener derecho a la vivienda, a la salud y a la esperanza, son también derechos humanos, absolutamente ignorados por la mayoría de los gobiernos.  De todos modos, quizás la fecha de la muerte del tirano sea un guiño de la vida. Quizás esa sea -apenas y tanto-  la luz de una luciérnaga en medio de la noche, ya lo dije, ya lo escribí. Celebremos. Celebremos para reforzar nuestro compromiso.  Para que un día la sonrisa del mundo acaricie a los desesperados.  Por justicia, por paz, por libertad, por niños que sonrían, por viejitos que puedan ser sabios y no mendigos, por cada uno de los desaparecidos de Chile y del planeta, de pie frente a sus corazones. Luchemos por un mundo sin amos ni esclavos.  

Celebremos. Pero no olvidemos que la lucidez es un estado de gracia. Y más necesario que nunca, en estos días. No olvidemos que el criminal Pinochet murió porque era un anciano. Ojalá nuestros padres, sembradores de vida, hubieran vivido hasta los 92 años. No olvidemos que Pinochet murió sin ser castigado y que la muerte que sembró durante su tiranía no fue siquiera resuelta por la Justicia.   

No olvidemos, pero no por odio, –sentimiento que no conozco y sí conozco el desprecio hacia los monstruos- a nuestros propios desaparecidos en Argentina.No olvidemos a nuestros propios verdugos.   

Quisiera que se analizara cuántos saben en Argentina, la "perfección" de la crueldad que cometieron Videla, Massera, Agosti y los que siguieron.Cada vida y todas las vidas son  importantes.  Pero no olvidemos que en Argentina tuvimos 30.000 desaparecidos, quienes  también habían sido torturados.  

No olvidemos que tuvimos miles más miles de otros torturados de los cuales, algunos, pudieron seguir viviendo, marcados para siempre por el horror. Las situaciones de los países son otras. Cada uno tiene su marco de acción, su historia, su economía (llamémosla de alguna manera). Cada uno tiene sus monstruos. Pero no quiero que la memoria me traicione en estas cosas, aunque pueda olvidar lo insignificante.

Yo no olvidaré jamás a los genocidas argentinos. Como a ninguno de los que hubo (y hay) en el mundo, quienes siguieron el "ejemplo" de Franco, de Hitler.... La trascendencia internacional como genocida que -felizmente- tiene en el mundo el asesino Pinochet, es un fenómeno a estudiar y a analizar. Y es un fenómeno a estudiar por qué no es tanta la repercusión que tienen en el mundo –y aún en nuestra América-  los otros criminales, responsables del mayor genocidio del siglo pasado en América  Latina.  

Hablo de Argentina. Hablo de Videla, Massera y Agosti, como miembros de las primeras juntas dictatoriales, hablo de Luciano Benjamín Menéndez en Córdoba, del otro asesinísimo Ramón Camps… y siguen las firmas de esta galería del horror. De todo modos,  digo esto por la fuerza de la pasión, a la que no quiero quitarle la de mi conciencia. 

Quisiera agregar más información, pues –aunque mi ser es el de poeta- tengo 30 años de una trayectoria fuerte en periodismo. Entonces, desearía aportar más datos y apoyarme en informaciones más concretas. No puedo hacerlo, no tengo tiempo ahora. Tengo muchas luchas personales, y necesito terminar mi poemario donde la condición humana será exaltada como en cada respiración de mi vida. 

Develé demasiadas máscaras en mi trayectoria en los medios gráficos de más venta, en la radio, en la televisión, y con mis alumnos. 

Entonces, como periodista, soy una exiliada en mi propio país.Es el precio de nunca haber dado un paso al costado.Y no lo daré. Pensemos en esto de los genocidas argentinos, pensemos en la repercusión de Pinochet en el mundo. Sepamos las razones. Nos ha sido dada la posibilidad de la inteligencia.

Y nos ha sido dado el corazón. No podemos desoír ese regalo.  Un abrazo en la vida de todos, en el Bien, en la Bondad, en la Belleza y en la Inocencia. 

Y como ya lo he escrito, pensemos en las palabras de Tencha Allende, frente a las cenizas de su marido. 

“No son restos, dijo, son semillas”. 

Por las semillas y por la siembra, 

Cristina Castello 

http://www.cristinacastello.com 

ROMPER EL SILENCIO CON LA MUERTE DE UN SATRAPA

Por Tito Alvarado

Hace unos minutos he colgado el teléfono, ahora escucho música de allá, los Jaivas me traen Melodías con aires de ausencia. La voz de un compañero y amigo me dice que anoche (10 de diciembre, día internacional de los derechos humanos) murió el innombrable. Murió de muerte natural para Vergüenza de la escuálida democracia que fue incapaz de juzgarle por sus numerosos y prologados crímenes.

Es hora de romper mi silencio. Me ha ocurrido que luego de hacer un largo viaje por tierras del Quebec, me he puesto a recorrer miles de páginas escritas, para cerciorarme de estar vivo y también para buscar nuevas respuestas a las viejas preguntas.

Sucede que he terminado con el alma al borde del abismo, se acumulan problemas no resueltos, se mueven los hilos del poder para mantenerse en el poder y como un rayo de esperanza se levantan las voces de los pueblos con las propuestas de cambio. Las noticias a diario me dicen que es la hora de América latina y que esta hora ha de ser definitiva: o cambiamos las reglas del juego juntos o sucumbimos todos.

No soy de los que se alegran con victorias piñuflas, que los dolores y injusticias no se apagan con victorias de un día sino con transformaciones profundas, las imprescindibles para hacer de verdad humana la vida, para desarrollar las potencialidades de todos y construir un destino de hermanos.

Este silencio que ahora rompo me ha permitido reiterarme en mis convicciones. Ha sido un silencio de observación, de acumulación, de trabajo y de certezas. Quizá la primera de ellas sea coincidir con lo que una vez dijera el Che: hay que disparar hacia adelante, pero de vez en cuando hay que hacerlo hacia los lados.

El imperio es una cosa gelatinosa, una institución que mancha todo lo que toca y toca sin que se note de inmediato. La pregunta es ¿hasta qué punto quienes luchamos por los cambios estamos corroídos por la ideología del imperio? La respuesta más que palabras debe ser escrita en hechos siempre nuevos.

Acaba de morir el más cruel, el más sanguinario, el más ladrón, el más traidor, el más astuto para no enfrentar la justicia, también ha muerto nuestra mayor vergüenza, su muerte nos deja el alma desnuda. 

Allí están los que le rendirán honores a quien honor no tuvo; allí están los que han de mirar para otro lado sin atreverse a mirar de frente las verdades que la larga vida de este sátrapa nos enseña con nuestra sangre; allí están quienes se sentirán burlados por la muerte del que nunca enfrentó la justicia; allí está la justicia de Chile, que ayer lo apoyó, que en general lo apoya todavía, salvo las honrosas excepciones; allí están los criminales de uniformes intactos en su traición, intactos en su deshonor, intactos en su poder paralelo y sobretodo allí estamos los pocos o los muchos que no vacilaremos en ir a su tumba para escupirla y en ese gesto nos pagaremos un muerto, un torturado, un preso desaparecido, un fusilado, una compañera violada, un exiliado, un relegado, un preso, un exonerado.

Hoy es la hora de que la verdad toda salga a flote y también es la hora de saber quienes somos quienes, que la muerte de este canalla nos sirva para decir este soy yo, y en este gesto, reconocernos con el hermano, reconocernos en el dolor y unirnos para consolidar el cambio, los cambios que chile necesita.

Es la hora de decir basta de corrupción, basta de entregar el país al imperio, basta de injusticia, basta de postergar soluciones y sobretodo basta de creer en quienes administran el modelo. Es hora de juntar nuestra fuerza y hacer camino nuevo.


Tito Alvarado
pcsur@aei.ca
tito.alvarado@proyectoculturalsur.org
www.proyectoculturalsur.org
www.proyectoculturalsur.org/titoalvarado

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Messages in this topic (1)

ADIOS, GENERAL

En este día especial, permíteme darte un fuerte abrazo con los que están y los que pudieron estar aquí.
Saludos fraternos,
Manuel.

ADIOS, GENERAL
Por Manuel Guerrero Antequera

Sin gestos de arrepentimiento, de confesion, perdon o disculpas te encontraste finalmente con tu lado miserablemente humano. A pesar de todo el poder acumulado, de la riqueza ostentada y de la prepotencia ejercida hoy estas ahi reducido a la nada. Tu muerte nos muestra lo trivialmente humano
que eras, y esta verdad duele reconocerla cuando todo lo que hiciste fue negar tal condicion a los demas.

Entraste a nuestra infancia cegando la existencia de nuestros padres; marcaste nuestro miedo al otro torturandonos; destrozaste cualquier nocion de hogar allanandonos; provocaste la confusion en la construccion de nuestras identidades exiliandonos; interrumpiste una y otra vez nuestra formacion expulsandonos de liceos y universidades; maniataste nuestros medios de expresion censurandonos; hiciste desaparecer la bohemia nocturna enviandonos a dormir con toques de queda… Ojala hubieses sido una maquina o un animal para aceptar mas facilmente que en el espacio corto de una trayectoria de vida se puede provocar tanto mal.

Y ahora que estas proximo a convertirte en polvo y tierra, no puedo dejar de pensar en la risa del Checho Weibel antes de ser desaparecido; en los conciertos de piano de la Pachi Santibanez antes que tus secuaces le pegaran un balazo en la cabeza; en la sencillez valiente de los hermanos  Vergara y tantos pobladores a quienes reprimiste sin misericordia; en la camara fotografica comprometida de Rodrigo Rojas cubriendo nuestras marchas de secundarios; en las reuniones clandestinas donde papa, antes de aparecer degollado, nos alentaba a que nos organizaramos y autoeducaramos mas sin por ello dejar jamas de amar y vivir la vida intensamente.

Porque a pesar de tu fascismo sistematico quienes tuvimos la fortuna de sumarnos a la lucha por la libertad y la dignidad salimos sencillamente menos danados de tu regimen de terror, mas querendones y fuertes. ¿Te debe resultar paradojico, no? El exilio nos hizo desear mas nuestra patria y reinventar nuestra chilenidad desde una concepcion internacionalista de la justicia social y los derechos humanos; las desapariciones y torturas generaron mayor conciencia de la fragilidad de lo individual lo que llevo a organizarnos mejor y formar redes locales, regionales, nacionales y continentales. ¿Recuerdas que se te ocurrio prohibir interpretar musica con instrumentos andinos, o publicar fotografias en los medios como Apsi, Analisis, Cauce y Fortín Mapocho, los que salian a la calle con recuadros en blanco? ¿Alguna vez creiste seriamente que esas medidas absurdas detendrian las ansias de verdad y justicia de todo un pueblo? ¿Cuando, por orden de los servicios secretos que tu dirigias, secuestraste a papa en 1976 realmente pensaste que nos quedariamos tranquilos y que el, una vez libre, no denunciaria por todo el mundo las infamias que cometias contra tus propios compatriotas? ¿Acaso consideraste que asesinando a Victor Jara su canto nuevo dejaria de crear conciencia social? ¿Que eliminando al Presidente Salvador Allende no se volverian a abrir las anchas alamedas?

Quiza en los ultimos estertores de tu infame existencia autocentrada pensaste en el perdon. No en el perdon que jamas nacio de ti, sino en el que, de tanto en tanto, se nos solicita que te otorguemos. Y a no dudar, ahora que has muerto, ante nuestros ojos se abrira una gran escena del perdon de muchos de tus compinches, una enorme teatralizacion del arrepentimiento. Cuanto de ello sera autentico, y no un simulacro calculado, un ritual automatico o una caricatura, el pais sabra sopesarlo.

Pero los crimenes contra la humanidad son imperdonables, pues abusaste de tu propia humanidad matando lo mas sagrado de lo viviente, lo divino en el hombre, asesinando a Dios hecho hombre o al hombre hecho Dios por Dios. No habra ecologia de la memoria alguna, ni escena de redencion, reconciliacion o esfuerzos de normalizacion del pais que puedan provocar tu salvacion o absolucion. A pesar de tu propia amnistia ya estas condenado por siempre al castigo mayor al que jamas un ser humano podra ser sometido tras de ti: ser Augusto Pinochet.

Adios, general, que disfrutes del infierno.

http://manuelguerrero.blogspot.com

LOS MILLONES Y EL ORO, EL SECRETO MEJOR GUARDADAO POR EL CLAN PINOCHET

Fuente: Página 12

www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/77547-25039-2006-12-11.html

En 2004 saltó a la luz que el ex dictador tenía millonarias cuentas en el Riggs Bank de EE.UU. La causa llevó a investigar desde la venta ilegal de armas hasta el lavado de dinero.

Cuando el ex dictador chileno Augusto Pinochet llegó al poder en 1973 sólo poseía una modesta casa de clase media y un pequeño automóvil. Pero 17 años después se retiró con una fortuna que podría superar los 28 millones de dólares. Su enriquecimiento fue uno de los secretos mejor guardados en Chile, al menos hasta hace unos años.

En julio de 2004, una comisión del Senado estadounidense reveló que entre 1994 y 2002 el ex dictador había mantenido cuentas secretas en el banco Riggs de Washington por unos ocho millones de dólares –más tarde se confirmaría que eran diez millones–. Ante la sorpresa y reprobación de sus antiguos aliados, Pinochet tuvo que reconocer el dinero, aunque intentó convencer a la Justicia de que eran el fruto de años de ahorros, donaciones y buenas inversiones.

Su abogado y ex albacea Oscar Aitken –también procesado en esta causa– explicó que la fortuna de los Pinochet ascendía a unos 15 millones de dólares. Aitken aseguró que la base de la fortuna son 118 mil dólares, que Pinochet ahorró en los sesenta cuando era agregado militar en Ecuador, más bienes raíces y valores mobiliarios, que declaró en 1973 cuando tomó el poder. En 1989, según el ex albacea, los dólares se habían incrementado a 458 mil, que luego fueron multiplicados por las gestiones del Banco Riggs.

Pero esta explicación no fue suficiente para el juez Sergio Muñoz y más tarde para su reemplazo, Carlos Cerda. No sólo porque algunos números no daban, sino que además, con el curso de la investigación, descubrieron que la familia del ex dictador gozaba de un patrimonio de más de 28 millones de dólares. Ni Aitken ni el resto de los abogados defensores de Pinochet pudo alguna vez justificar esta fortuna.

Ya no cabían dudas de que Pinochet era multimillonario, pero aún más importante, nadie podía negar que al menos parte de esa fortuna familiar tenía un origen ilegal. El repudio social que esto causó, la incapacidad de Pinochet de encontrar una defensa creíble y el desafuero de la Corte Suprema en octubre de 2005 impulsó a los querellantes a seguir presionando para descubrir de dónde habían salido los millones. La causa ganó entonces una dimensión gigantesca, con investigaciones que abarcaban la venta ilegal de armas, el narcotráfico, el lavado de dinero, malversación de fondos públicos, fraude tributario y el cobro de sobornos en licitaciones, especialmente en el área de Defensa.

Seguramente estas investigaciones paralelas se nutrirán de lo que descubra la Justicia sobre una posible segunda fortuna millonaria de Pinochet. El mes pasado, el consulado chileno en Miami recibió una denuncia que aseguraba que el ex dictador chileno tenía unos 160 millones de dólares en lingotes de oro en un banco de HSBC en Hong Kong. Todavía no se pudo confirmar. Sin embargo, si esto se comprueba vendría a confirmar lo que ya probaron las cuentas del Rigg: los Pinochet no hicieron la plata trabajando.

Para principios de este año, la causa Riggs ya se había expandido lo suficiente para involucrar a casi toda la familia del ex dictador y a parte de su entorno. Su esposa Lucía Hiriart, cuatro de sus cinco hijos –Marco Antonio, Lucía, Jacqueline y Verónica–, su nuera María Soledad Olave, su ex albacea Aitken y su ex secretaria Mónica Ananias fueron procesados por evasión tributaria. Fueron arrestados y más tarde liberados bajo fianza. Serán ellos los que permitan que continúe la causa y se conozca la cara menos conocida del genocida, la de ladrón y corrupto.

COMUNICADO DE AMNISTIA INTERNACIONAL

Falleció Pinochet - la búsqueda de justicia persiste
El ex gobernante de facto Augusto Pinochet, de 91 años, falleció el domingo 10 de diciembre en el Hospital Militar de Santiago de Chile.
Pinochet enfrentó una prolongada batalla legal por sus responsabilidades en graves violaciones de Derechos Humanos y delitos de lesa humanidad sin haber recibido sentencia, lo que debe hacer notar a los gobiernos la importancia crucial de no retrasar la acción de la justicia, lo que a menudo conlleva denegársela también a las víctimas.
La muerte de Pinochet no cierra el capítulo más oscuro de la historia de Chile, una etapa que estuvo marcada por gravísimas violaciones de derechos humanos y por la impunidad.
 Ahora está en manos del poder judicial chileno evitar que reine la impunidad en el país llevando ante los tribunales a todos los responsables de graves violaciones de derechos humanos durante el gobierno militar.
Amnistía Internacional seguirá actuando en favor de que se haga justicia a las víctimas de las violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen de Pinochet.
Seguiremos exigiendo que todos los obstáculos a la justicia, especialmente que la Ley de Amnistía (Decreto 2.191) -promulgada durante el gobierno de Augusto Pinochet y que, hasta ahora, ha protegido del procesamiento a los autores de violaciones de derechos humanos- se declare nula y sin efecto.
En los últimos 30 años, miles de víctimas y familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno de Pinochet en Chile y otros países  
latinoamericanos han manifestado a Amnistía Internacional su convicción de que sólo la justicia ayudará a curar las heridas.
Lo que reclaman, y merecen, es que los responsables de los abusos contra los derechos humanos cometidos en Chile sean juzgados por un sistema judicial independiente, un paso con el que Chile demostraría al mundo que ya no va a tolerar la impunidad.
Si no se hace justicia, el mensaje transmitido será que el uso de la tortura, los malos tratos y la "desaparición" continúan siendo tolerados en Chile.
Principales acontecimientos
Augusto Pinochet gobernó Chile entre 1973 y 1990, tras derrocar al presidente socialista Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.
Durante el régimen de Pinochet hubo informes sobre miles de casos de violaciones de derechos humanos.
Según el informe elaborado en 1991 por la Comisión Rettig (Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación de Chile), 3.196 personas murieron como consecuencia de la violencia política durante el régimen de Pinochet. De estas, 1.185 continúan desaparecidas.
El Estadio Nacional y la Villa Grimaldi -donde la actual presidenta chilena, Michelle Bachelet, y su madre estuvieron recluidas en 1975-  están entre los centros de detención a los que fueron conducidas las personas detenidas en su mayoría. El último es actualmente un centro conmemorativo.
Desde 1998, Pinochet fue acusado de decenas de violaciones de derechos humanos pero hasta la fecha no se ha enfrentado a juicio debido a barreras legales -en particular, la inmunidad de que disfrutó como ex presidente y senador- y a problemas de salud.
Al momento de su fallecimiento Pinochet estaba procesado ante los tribunales chilenos en relación con una investigación financiera -el caso Riggs- y cinco causas de derechos humanos: Villa Grimaldi, Operación Colombo, Operación Cóndor, la Caravana de la Muerte y el caso Prats.
Equipo de Comunicaciones
Amnistía Internacional - Chile
www.amnistia.cl

HA MUERTO EL INNOMBRABLE

¡NO!

Por Máximo Kinast 

Augusto Pinochet Ugarte (a) Daniel López, el Innombrable (y muchos otros) no puede recibir honores militares, porque es un mal ejemplo para nuestras ‘gloriosas’ Fuerzas Armadas por las siguientes razones: 

a) Perjurio. Juró en falso defender la Constitución Política de 1925, que en sus artículos 3º, 4º y 23º prohibía los Golpes de Estado. (Es un hecho histórico).

b) Felonía: Juró lealtad al Presidente legítimo de Chile y le traicionó. (Es un hecho histórico). 

c) Cobardía: Dirigió el Golpe de Estado oculto desde un bunker y con un avión listo para huír si algo le salía mal. (Es un hecho histórico y lo confesó en sus memorias). 

d) Enriquecimiento ilícito: Dio el Golpe de Estado para robar y para que sus cómplices robaran los bienes del Estado de Chile. Sus bienes mal habidos se cifran en 26 millones de dólares. (Hasta ahora no se sabe quién se quedó con el valioso reloj pulsera del Dr. Allende, marca Galga Coultre, Nº 1.298.766 (Citado en inventario de El Mercurio del 21 de septiembre de 1973). 

e) Destrucción de bienes del Estado. Un general incapaz de vencer –con tanques e infantería- a cincuenta civiles dirigidos por un médico, tuvo necesidad de recurrir a la Fuerza Aérea para destruir el palacio de La Moneda, propiedad de todos los chilenos. (Es un hecho histórico registrado por la televisión en todo el mundo) 

f) Secuestro de personas. ‘No se mueve una hoja sin que yo lo sepa’ (También es un hecho histórico comprobado) 

g) Torturas a seres humanos: Hecho histórico reconocido por los Comandantes en jefe de todas las Fuerzas Armadas como Política Oficial del Estado de Chile durante la Dictadura.  

h) Asesinato: Miles de personas asesinadas por orden suya. (Según confesiones de Generales que han estado a sus órdenes, como el Mamo y otros). La verticalidad del mando avala esta afirmación.

i) Desaparición de las  víctimas: ¿Dónde están? Es un hecho histórico  irrefutable que con vida se los llevaron y con vida los queremos.

 j) Profanación de cadáveres: Los restos de muchas víctimas han sido profanados por militares a las órdenes del Genocida Vitalicio (otro de sus alias). (Hecho histórico probado y conocido como ‘Operación televisores’). 

k) Infamia: ‘SI es verdad no me acuerdo y si me acuerdo, no es verdad’ Algo así ha sido su forma de enfrentar a la justicia, refugiándose en la locura para culpar a sus subordinados y evitar que la Justicia le condene. 

Ahora le corresponde a las Fuerzas Armadas decir de que lado están.

¿Están a favor de la felonía y la traición, de la cobardía moral y del robo sistemático de los bienes del Estado, o están a favor de defender los intereses del pueblo de Chile?

Retrátense, señores militares. Salgan en la foto. ¿Siguen en guerra contra el pueblo de Chile o  quieren reconciliarse con sus víctimas.

A ustedes les toca mover la ficha