ALLENDE VIVE SALVADOR
Cuando naciste a la vida
te pusieron en la frente
la señal de Patria o Muerte
de hombre soñador que pida
cambiar injusticia en alegría
de los eternos mendigos,
los que sudan por su pan.
Salvador, te llamaron.
Y estabas destinado…
a abrir las Alamedas
en este Chile vago
que soñó con tu emblema
este Chile ilusionado
que revive con tu voz.
Los intereses mezquinos
de afuerinos pirañas
acostumbrados al hurto
de los países vecinos
y de los de más allá
que tengan bienes para robar;
¡dejándolos de no estar!
Y por tanto batallar
por tu pueblo y su futuro;
¡Te mandaron a matar!
Habías Nacionalizado
el cobre para los chilenos
y aparece “el Minero”
de quinientos escudos
que llena de alimentos
las vacías despensas
en corto futuro,
del feliz proletario
desdentado que te agradece
con su ingenua sonrisa pura
de niño que ha progresado.
Y echas a andar las promesas
¡que Chile estará de sí estar!
Nixon llama a su CIA.
Enséñenle: con nosotros no se meta,
y salen con cheque en blanco
de la “Blanca” que no es Casa,
para derribar al “loco malo”.
Todos los “verdes necesarios”
tendrá el que te bote
de Presidente elegido
en las urnas, con el Voto.
Compañero Presidente: hoy Chile,
¡Está de no estar! De los cuatro
que te suceden, uno a uno
sin, o con Votos,
significa la vuelta atrás;
en cien años de conquistas
igual la Salud que en tiempo
de las Salitreras y sus pulperías
las tarjetas y los bancos
roban con aceptación
de Presidentes entreguistas
para el extranjero fácil todo.
Para el criollo el impuesto que lo deja sin su pan
pues del todo un quinto va a engordar al Estado
que “reparte limosnas” al pobre ciudadano
que sólo aspira ver sus esfuerzos pagados.
De candidatos, ¡ni hablar!
Todos atentos a cuánto les darán.
Por las migajas del gato,
igual que los generales
que firmaron apurados
ese vil golpe de Estado
haciéndose los valiosos
doblando su rodilla en el polvo.
¡Traidores! Matando sus hermanos.
Los años han demostrado
que “su guerra” fue inventada
por el invasor Nor uésiano.
Y sólo fueron rastreros sicarios.
Hoy está Chile entregado
al reino de los pirañas
que sacan nuestras riquezas
con la venia de los mandatarios
a quienes les dan un tanto
para que sigan callados
con un cinismo que daña
el corazón de tristeza
de los que tienen certeza
que no los elegimos para éso.
Sino para cuidar las tierras
con que nos regaló el Universo
para que los niños de Chile
tuvieren su educación
su diagnóstico en Salud.
Su casa, su pan caliente
su plato de comida diaria
y también sus alegrías
de familia reunida
al calor de la ternura.
Toda riqueza ajena al chileno,
directo va a engrosar el saco
del afuerino “inversor”
a quienes llaman “por favor”
-en sus viajes por el mundo-
Que ya son una condena,
que vengan a robarnos las minas
eso, aunque no den trabajo
importa una miga. O a ninguno le da pena.
Y los recursos se arrean
que son de todos los chilenos.
Mientras felices proclaman
las cifras extraordinarias
de crecimiento y economía,
sin que ningún diario pueda
rebatirles los decires; aquí no hay plebiscito,
no hay medios de comunicación
que no estén corrompidos
a favor de la globalización.
Ya no tenemos llanto
nuestros lagos se secan
sin trinos de ruiseñor
sin cisnes de cuello negro
que eran de tradición
y los mató el anterior
mandatario con frío negocio impío y,
a Naciones Unidas lo llevan de cojo.
Si no pudo aquí, ¿qué va a hacer allá?
Compañero Allende mi lamento
es puro Amor a mi Tierra,
como nuestros glaciares sureños
que se desmoronan consternados
ante tanta palabra de amenazas
hacia nuestra Patagonia
¡que es una belleza admirada!
de construir –lapidándola-
una Central hidroeléctrica
para que tengan energía
barata, los nuevos dueños.
Vuelve amigo Salvador.
Y te pondrás a llorar
al ver tus antiguos Ministros
cambiados a la derecha, acomodados
arrogantes e ignorantes de tu legado.
Hoy, son ministros de Estado
sin ética ni moral
mienten, mienten, sin parar
pero son “autoridad”
y a la Patria, entregan sin piedad.
Con cinismo vergonzoso
que aterrará a la Historia
cuando pueda ser escrita
sin censura, con Memoria.
Cuando a la democracia la dejen de Tutelar.
Entregando Pascua Lama
al “Vicioso de las Guerras”
mientras el Huasco se queda
sin sus ríos y glaciares;
¡Setenta mil ciudadanos
estarán mendigando!
A quienes eligieron para cuidarlos.
Y, ellos ya recibieron su paga
del extranjero arrasador.
Y ostentosos les dirán
“si quieren conservar la vida
vayan estando en silencio;
no aceptamos alterar
el orden ni los conceptos”.
Yo te cuento Salvador,
cuando se piensa en ti, sonríe el proletario
el campesino humillado, el obrero, la operaria
de la máquina sin coser.
El pirquinero silente, anulado
por la gloria de los “contratistas”
que de su pulmón se dejan
un sesenta de los dineros
respaldados por sus dueños
que son los mismos
que se dicen “autoridad”.
Y como todo es secretismo
creen que perdurarán.
Del cobre que nacionalizaste
van dejando sólo un treinta
¡Para que te hagas idea!
Cómo está la corruptela.
¡Quieren vender la Gabriela!
La Mistral está llorando
Es de Codelco un poquito que nos van dejando.
Y, al que abogó por salvarlo para todos los chilenos
a la cárcel lo mandaron, de Alta Seguridad,
con un dejo de imbecilidad,
pues los chilenos advirtieron
complot e irregularidad
de la Justicia que es ciega
pero, ¡tan rápida! Jamás.
Ven, ven Salvador a mirarlos
¡cómo los cambia la Vida!
De mampatos a dinosaurios.
Mentirosos y egoístas,
Abultan sus billeteras
con traición y entreguismo.
De tus palabras sinceras
¡Ni uno sólo recapacita!
Que no es eterno el reino
de la espantosa mentira.
Salvador ven a mirarlos
y verás con pena infinita
¡Que tu Chile está de no estar!
Y no hay quién lo resista.
Después de tanto dolor
al encontrarte y perderte.
Compañero Presidente,
hoy impera la hipocresía.
La CIA se fue a su casa
en Chile, quedó la propia.
Y se acalla al que protesta
en igual forma que ellos
aprendieron bien el verso
de “Seguridad Nacional”
y a los Mapuches acorralan
con metrallas y apresamientos.
Nuestro Chile, Salvador
Está, está de ¡no estar!
Las Alamedas cerraron.
Desde el salitre, el carbón
y el oro plata y cobre
que se llevan sin pagar.
Y por tanto batallar
por tu pueblo y su futuro…
¡Te mandaron a matar!
Y hoy, te matan mil veces
te matan con su traición
los nuevos serviles del imperio
que han sido estos Presidentes.
Nilda Correa Vives, escritora chilena.
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