CARTA A LOS PINGÜINOS
Profesor J
Queridos pingüinos y pingüinas:
Con admiración y alegría les escribo esta carta para dialogar con ustedes y analizar algunas cosas que suceden.
Tres han sido los grandes hitos sociales durante estos últimos años que muestran que la autoorganización y autonomía son principios que no se pueden olvidar cuando se trata de democratizar la sociedad en que vivimos.
El primer gran momento fue con los cordones industriales, comandos comunales y consejos comunales que se organizaron democráticamente desde abajo durante el gobierno de Allende y que mostraron su influencia con el tanquetazo cuando un millón de personas rodeó la Moneda y exigió la disolución del congreso golpista y armas para el pueblo. Ya se veía venir el golpe y había que defenderse.
El segundo gran momento fue el desarrollo de la resistencia contra el gobierno militar, que se manifestaba en cientos y cientos de barricadas y fogatas en los barrios de las ciudades del país donde se agolpaba la población para intentar derribar la dictadura apoyados por el derecho a la insurrección que reconocen las leyes internacionales de las Naciones Unidas. Esa organización democrática en los barrios era acompañada de las colonias urbanas, comedores populares y tantas iniciativas barriales que atraían a la población a vivir en su localidad la democracia negada. Esa dinámica fue traicionada por los partidos de izquierda burocrática que prefirieron negociar la vuelta de los gobiernos civiles manteniendo las institucionalidad pichetista.
Y el tercer gran momento fue el de ustedes, jóvenes secundarios limpios de corazón y llenos de sueños, que fueron capaces de mostrar en dos años consecutivos al mundo que es posible la organización autónoma y asamblearia horizontal sin partidos ni líderes en cada centro de estudio. La ocupación de escuelas a lo largo y ancho del país y la determinación de exigir claramente soluciones a las autoridades fue un ejemplo para las demás categorías sociales que han hecho de la separación y organización burocrática su modo de ser.
Está claro que muchos voceros de ustedes prefirieron reunirse con organismos burocráticos como el Colegio de Profesores y la Fech y más parecían representantes de ellos que de ustedes en las asambleas donde desplegaban su convencimiento de los acuerdos alcanzados allá arriba argumentando una y otra vez para llevar al movimiento a atarse a esas organizaciones que nunca han sabido ni han querido hacer las asambleas autónomas y horizontales que ustedes efectuaban.
Así se fue desinflando el movimiento, dejando la iniciativa a esos organismos que llevaron el debate a la mesa de negociaciones con el gobierno que dio en lo que dio: una nueva Ley que ha salido peor que las anteriores.
Pero eso no es lo más grave, sino que esas organizaciones burocráticas dirigidas por partidos que luchan por el acceso al poder estatal, desviaron los contenidos de la movilización estudiantil pingüina autónoma, reduciéndolos a la falsa contradicción entre educación pública o privada, estatal o mercantil. O sea, que si los actuales gobernantes no quieren estatizar la educación, la respuesta es que la izquierda electoral consiga poner sus peones en el estado para que ello sea puesto en práctica. Conclusión: ganar simpatías para los actuales candidatos que disputan el control del aparato estatal.
La educación privada es mejor que la pública, pero al ser pagada queda como espacio elitista y formador de conciencia mercantil. La educación pública siempre va a ser para los que van a ocupar puestos inferiores de la máquina social y económica. La existencia de ambas educaciones permite reproducir las divisiones sociales, aunque uno que otro rico se ponga progresista o uno que otro pobre alcance elevados puestos institucionales. Por eso el sistema educativo seguirá siendo profundamente antidemocrático.
La propuesta de ustedes iba mucho más allá, pues se trataba de la propuesta de la autoorganización, la autonomía y la asamblea democrática, lo que era más importante que la remodelación de una escuela o aún el cambio de programas. Ustedes estaban proponiendo un cambio social profundo, la democratización de la sociedad.
Eso aún es posible, no piensen que han sido derrotados por el poder y las ambiciones de poder. Hay mucho que hacer todavía, en especial modificar el espacio del debate y la movilización, sacarlo del centro de la ciudad donde se junta una masa que luego será utilizada por los interesados que aparecerán adjudicándose los bonos.
Habrá que ampliar el espacio y la acción al entorno de cada escuela, aunque es sabido que muchos estudian en recintos que están fuera de su barrio, lejos de sus casas, vecinos, amigos y familiares. Ese ha sido hecho así con toda intención, la de separarlos de su habitat, de su gente, de sus espacios de vida y aislarlos. Justamente las escuelas más combativas reunen estudiantes de casi todos los barrios de las ciudades.
De esa manera habrá que visualizar dos tipos de escuelas, las que están en el barrio y las que están para el aislamiento y la separación. Estas últimas tendrán que descubrir modalidades de aproximación y apoyo a las actividades de las escuelas barriales, las que pueden apoyarse en su entorno para el desarrollo de modalidades de ir democratizando la educación desde abajo.
Por ejemplo, los jóvenes pueden intentar convencer a las mamás y papás de que no sean enviados a las escuelas del centro, por mucho nombre y tradición que tengan, sino que los pongan en las escuelas barriales. Va a ser la pelea, pero puede ser necesario.
En los barrios la cosa se facilita, pues los estudiantes están en su terreno y deben salir de la escuela para organizar el apoyo necesario entre la población, los apoderados pueden ayudar, pero no se metan con la asociación de apoderados, que es otra burocracia, y menos con la junta de vecinos, que es un nido de ratas de peleas entre partidos y apernados del poder municipal.
Entre los profesores no faltará quien entienda que el tema debe salir de los muros de la prisión, digo de la escuela, y ser abordado por la población, de manera que ahí hay apoyo.
De modo que vean antre algunos estudiantes, apoderados, profesores, funcionarios, amigos y vecinos, como formar una especie de comité barrial por la educación, que transforme a la escuela en un espacio de segundo nivel y trabaje por la democratización de la educación más en el conjunto del barrio, y en la misma medida que avancen esas iniciativas se podrá ir influyendo desde el entorno hacia el interior de la propia escuela para ir aplicando allí las experiencias democráticas educativas que se vayan practicando en el barrio.
La propia estructura de la escuela no permite la democratización interna, por lo que se hace necesario construir por fuera un nuevo modelo educativo, una especie de escuela paralela, la escuela de la vida. Para eso pueden pedir apoyo también a estudiantes de pedagogía que estén dispuestos a explorar nuevos modos de educación barrial lejos de las viejas prácticas de la llamada “educación popular”, que son sólo instrumentos de penetración de partidos y organizaciones para concientizar y reclutar. Si no se basa en la autonomía barrial, esa experiencia estaría destinada al fracaso y sólo constituiría un islote de afinidad ideológica, con lo que automáticamente nos estaríamos separando del resto del barrio.
Es claro que esa especie de comité de educación barrial pondría de manifiesto vuestras propuestas de asambleismo, horizontalidad y autonomía, para que las iniciativas sean fruto del acto de compartir entre muchos con espíritu de democratización real.
Los métodos de trabajo para esa educación de la escuela de la vida en el barrio son variados, habiendo muchas experiencias en diferentes países y regiones, las cuales podemos traspasarles a través de talleres a realizar donde ustedes nos digan y de los cuales ustedes extraen sus propias conclusiones, métodos, contenidos e iniciativas. Para contactos pueden comunicarse con los Talleres Transhumantes de la Universidad Libre en unlibre@gmail.com
Así el debate y propuestas educativas se retiran de los espacios burocráticos en un proceso de democratización y propuestas desde el barrio. Para ampliar estas reflexiones y acciones, diversas organizaciones han preparado el TraVol, trabajo voluntario de verano que será efectuado durante un mes entre enero y febrero de 2010 en diferentes ciudades del país, entre ellas Santiago, Valparaíso, San Antonio, Arica, Rancagua, etc, al cual les invitamos y pedimos que soliciten la información pertinente en la Red de Economía Popular y Ecología Social: redecosocial@gmail.com
Confiamos en que los que reciban esta carta puedan distribuirla también hacia otras personas
Abrazos
Profesor J
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