Blogia
Máximo Kinast Avilés

300 CANCIONES Y DOCE LIBROS, LA OBRA DE UN REVOLUCIONARIO

Fuente: La Habana, 12 de Septiembre de 2009

Nota de Prensa:

Falleció el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque

Con profundo dolor, la Dirección del Partido y del Estado comunica a nuestro pueblo que el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, miembro del Buró Político y Vicepresidente del Consejo de Estado, falleció en esta capital a las 11:30 de la noche de ayer 11 de septiembre, como consecuencia de un paro cardio-respiratorio.

Juan Almeida BosqueEl compañero Almeida nació en la capital del país, el 17 de febrero de 1927. En medio de las privaciones de un hogar humilde y numeroso, con sus padres como guía se formó en los más altos valores patrióticos y aprendió en la misma vida que la lucha es el único camino de los pobres para conquistar sus derechos escamoteados.

Tan pronto se produjo el golpe de Estado en 1952, se sumó a la lucha contra la tiranía vinculándose con el compañero Fidel. Era un obrero albañil hasta el asalto al cuartel Moncada en 1953, y el segundo de doce hermanos que ayudó al padre a mantener a su numerosa familia.

En los 57 años transcurridos desde entonces, el Comandante Almeida estuvo siempre en la primera línea de combate junto al Jefe de la Revolución, valiente, decidido y fiel hasta las últimas consecuencias.

Vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba y Comandante de la Revolución, Juan Almeida Bosque. (Foto:Efe)

Fue la actitud invariable del asaltante del Moncada, del prisionero político en Isla de Pinos, del revolucionario exiliado en México, del expedicionario del Granma, donde fue uno de los tres jefes de pelotones; del oficial en los días fundadores del Ejército Rebelde, que recibió dos heridas en el combate de El Uvero; del Comandante del Tercer Frente Guerrillero, y del jefe militar y dirigente revolucionario con numerosas y elevadas responsabilidades, luego del triunfo del Primero de Enero de 1959.

Integró el Buró Político del Comité Central del Partido desde su fundación en 1965, responsabilidad en que fue ratificado en todos sus Congresos. Resultó electo Diputado a la Asamblea Nacional y Vicepresidente del Consejo de Estado, desde la primera legislatura de nuestro Parlamento.

Su especial sensibilidad humana y artística hizo posible el difícil reto de simultanear su intensa, responsable y fecunda labor como dirigente revolucionario, con una valiosa y prolija obra artística, la cual incluye más de 300 canciones y una docena de libros que constituyen un invaluable aporte al conocimiento de nuestra historia.

Asumió con particular amor y entrega la tarea de presidir la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. Consagró sus últimas energías a garantizar que la organización fuera un sólido y efectivo baluarte de la Patria.

El nombre del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque permanecerá por siempre en el corazón y la mente de sus compatriotas, como paradigma de firmeza revolucionaria, sólidas convicciones, valentía, patriotismo y compromiso con el pueblo.

Por sus muchos y relevantes méritos recibió múltiples condecoraciones y órdenes nacionales e internacionales, entre los que destaca el Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba y la Orden Máximo Gómez de primer grado, otorgados el 27 de febrero de 1998, en ocasión del aniversario 40 de su ascenso a Comandante en la Sierra Maestra.

Atendiendo a su voluntad, los restos mortales del compañero Juan Almeida Bosque no serán expuestos. Serán inhumados con honores militares, en fecha que se anunciará posteriormente, en el Mausoleo del III Frente Oriental Mario Muñoz Monroy, del que fue fundador y su único jefe, donde reposan los restos de los heroicos combatientes de ese aguerrido Frente.

El domingo 13, entre las 8 de la mañana y las 8 de la noche en que será decretado Duelo Oficial, nuestro pueblo podrá rendir homenaje de reconocimiento y cariño a su memoria en el Memorial José Martí de esta capital que fue su cuna, y en el Salón de los Vitrales, en la base del monumento a Antonio Maceo de Santiago de Cuba —ciudad heroica a la cual amó entrañablemente, donde combatió a las fuerzas de la tiranía y posteriormente trabajó al frente del Partido, como Delegado del Buró Político en la antigua provincia de Oriente—, así como en las capitales de todas las provincias, incluyendo la Isla de la Juventud donde guardó prisión, tras el asalto al cuartel Moncada.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

UN SALUDO DEL DR. INTI PEREDO

Estándo en una reunión familiar me enteré del fallecimiento del Comandante Almeida. ¡Cuanto dolor en lo más profundo del ser! Un familiar había partido. No lo ví nunca. Jamás estreché su mano, ni tuve el honor de conocerlo, pero aún así un familiar entrañable de la gloriosa gesta había dejado de existir. La pena es igual que cómo si lo hubiera visto ayer, porque él, obrero, moncadista, combatiente, revolucionario es parte inseparable de nuestra revolución.

Fidel lo describió junto a  los Comandantes de la Revolución como : ” gente valiosísima, de los que sobrevivieron, estuvieron en el Moncada, estuvieron en el Granma, estuvieron en la Sierra, y vivieron los tiempos decisivos sin flaquear jamás”. Y es que para el Comandante Almeida “La Revolución es un hecho irreversible, tangente, que se concreta y materializa con nuestros planes de educación, servicios de salud, nuestra cultura, el desarrollo científico-técnico, mejoras en las condiciones de vida”.

Desde temprano se había identificado con la idea emancipadora de la gesta independentista y había hecho suyas las tareas inconclusas de Maceo y Marti, no hace poco el nos recordaba: “A quienes tienen el deber de dar continuidad a nuestro proceso les recuerdo, como eterno combatiente, un pensamiento de Maceo: ‘Quiero tener la gloria de haber contribuido al bien e independencia de Cuba, y llevar, con orgullo, el título de buen ciudadano, que da brillo y grandeza cuando se obtiene sin mancha’.

Pero además con plena convicción de futuro , veía el futuro en manos del relevo revolucionario, veía a nuestra juventud como “motivo de inspiración para nuestra lucha, nos proporcionaron fuerza y vocación para llevar adelante la Revolución, que no es una obra perfecta, pero es nuestra, la hemos desarrollado con amor y a favor de nuestro pueblo “, confiado en el futuro y como marxista convencido, señalaba el vínculo revolucionario histórico de las diferentes generaciones y decía  que “nuestra juventud tiene talento, capacidad creadora, ideas renovadoras, esperanzas, sueños. Con esas virtudes, movidos por los sentimientos patrios y educados en las enseñanzas de las generaciones que los precedieron, sabrán asumir la responsabilidad del momento que les toca vivir”.

El Comandande Almeida es ejemplo de los postulados del Apóstol quien señalaba que “así nuestros obreros se levantan de la masa guiada a la clase conciente: saben ahora lo que son, y de ellos mismos les viene su influencia salvadora”. La vida de Juan Almeida Bosque es la encarnación de tal precepto, lo decía el mismo: “sobran muestras de que trabajamos por un mundo mejor y de que no hemos dejado de soñar.”

Cómo saludo postrero y compromiso revolucionario te decimos Comandante: “Aquí no se rinde nadie” cómo no te rendiste ni en Alegría de Pío ni nunca. Caíste herido en aquella batalla y hoy caes herido en la batalla de la vida, pero no te rendiste antes ni te rindes ahora en la Inmortalidad de la revolución.

Patria o Muerte Comandánte. Nosotros tampoco nos rendiremos!

 

0 comentarios