Blogia
Máximo Kinast Avilés

LAS DOS CARAS DE LA MEDALLA CHILENA

Fecha: Tue, 17 Jan 2006 20:42:44 -0500
De: Política Cono Sur <politicaconosur@gruposyahoo.com>
Asunto: LAS DOS CARAS DE LA MEDALLA CHILENA

LAS DOS CARAS DE LA MEDALLA
por Héctor Vega
FUENTE: Fortín Mapocho http://www.fortinmapocho.com/

Una vez más las campañas políticas demuestran el poder del dinero. Los aproximadamente 8 millones de dólares previstos como límite de gastos en las campañas presidenciales quedan como una carcajada en el camino, pues sin ambigüedades, unos desde la cima del poder político, y otros desde los directorios de las empresas y las instituciones financieras, saben que cuentan, razonablemente, con un horizonte de 4 años para resarcirse con creces de lo gastado. Sobre esta base se entienden los equilibrios políticos que aún antes del recuento de los votos ya estaban objetivamente acordados entre la Alianza y la Concertación.

Curiosamente, estas prácticas evocan las del PRI mexicano y las de la democracia cristiana italiana que terminaron sus experiencias en el siglo pasado en medio de escándalos y crímenes políticos.

El nuevo período de la Concertación se inicia bajo el signo del continuismo; más concretamente, la consolidación del autoritarismo presidencial al servicio de la autocracia en el poder. Existen materias, fundamentalmente las reformas constitucionales, que necesitan de quórum calificado, que la Concertación no tiene pese a haber alcanzado mayoría en ambas Cámaras. Statu quo que conviene tanto a la Alianza como a la Concertación, pues ambas fundan su poder político en la exclusión de la izquierda que no tiene fuerza parlamentaria y que insiste, hace ya casi 16 años, en reformas que le permitan acceder al Congreso.

Por esto, la proporcional, proyecto del diputado Asencio negociado con la derecha, no representa sino un sistema acordado sobre un margen perfectamente delimitado que mantiene los equilibrios entre los dos bloques. Una proporcional en el universo abriría el paso a los tres tercios en la política chilena, desplomándose con ello los equilibrios que mantienen el bipartidismo en Chile.  

El plebiscito, específicamente previsto en el Art. 5 de la Constitución Política, queda excluido de todo tipo de concesiones a la izquierda, pues su aprobación, en los términos establecidos por la disposición constitucional, esto es, el Poder Originario del Ejecutivo paraconsultar a la ciudadanía en materias propias de ley, como sería por ejemplo, el caso de reformas de la Constitución, o el llamado a una Asamblea Constituyente, rompería los equilibrios políticos que permiten la repartición y administración del poder en los términos establecidos por la Alianza y la Concertación.

Por ello, el gobierno de Bachelet no pasará ninguna reforma verdaderamente importante al sistema de protección social y específicamente a las pensiones, pues ello requeriría modificar elmercado del trabajo, lo cual no es materia de decreto sino del sistema neoliberal fundamento mismo del modelo económico que preconizan ambos conglomerados. Como es sabido, el modelo privilegia el capital financiero por sobre la capitalización de los sectores productores de bienes y servicios. La liberalización de la reglamentación de los mercados financieros genera, mediante la intermediación de bancos y bolsa, la plusvalía que capta el sistema financiero en desmedro de las empresas productivas, restándose al desarrollo de las empresas y delpaís, siendo con ello, las más perjudicadas las Pymes que aseguran, junto con las micro empresas, más del 85% del empleo de la mano de obra.

El mantenimiento de las utilidades financieras requiere que la masa salarial no aumente, sea por efecto de un alza en las remuneraciones de los trabajadores o por un alza en el empleo. De allí que pese a altas tasas de crecimiento de la economía – arriba de 5% - se mantengan tasas de desempleo entre el 8% y 10%, o sea medio millón de trabajadores.


El sistema de AFP no se adecua a la realidad de estas condiciones laborales. La mayoría de los afiliados a las AFP, cotiza apenas dos otres meses por año en promedio. Sus remuneraciones están entre cien y dos cientos mil pesos mensuales y los saldos acumulados en sus cuentas son muy pequeños. En conclusión dado el modelo en que se desarrollan las relaciones laborales, el problema previsional de la abrumadora mayoría de la fuerza de trabajo no tiene solución al interior del sistema de AFP.

Otro tema, que no será tocado y del cual depende en gran medida el financiamiento del desarrollo de nuestro país es el cambio del sistema de concesiones mineras regido actualmente por la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras [LOCCM, 1982], que constituye una derogación implícita del dominio del estado sobre las sustancias mineras concesibles, de carácter absoluto, inextinguible e imprescriptible [Art. 19 nº 24 inc. 6 de la Constitución de 1980]. En esas circunstancias se cierra toda posibilidad de declarar sustancia no concesible al cobre, equiparando así su situación jurídica a la del litio y de otras sustancias. De la misma manera se cierra toda posibilidad de establecer un royalty por unidad de producto extraído, proyecto que fue transado por la administración Lagos, por un impuesto cuyo rendimiento se calcula en apenas 100 millones de dólares.

Agreguemos, entre muchas otras iniciativas que los compromisos entre Alianza y Concertación impiden su abordaje, los ’precios de transferencia’ utilizados por las compañías extranjeras del cobre para eludir impuestos.

Sin la eliminación del sistema de sostenedores y la derogación del fracasado sistema municipal, el Ministerio de Educación no podrá recuperar su rol histórico, de responsable directo de la educación en Chile. Los desastrosos resultados en la PSU demuestran el fracaso de un modelo, consagrado en la Ley Orgánica Constitucional de la Educación [LOCE].

Sin un Fondo Solidario de Salud, cuya eliminación fue transado por Lagos con la Alianza, resulta imposible pensar en un sistema unificado de salud y menos aún en un avance significativo en las patologías Auge. Tengamos en mente que las patologías tratadas en los hospitales se elevan por sobre las 30 mil y el Auge cubre apenas 24, todo ello sin contar que aquellos proporcionan servicios en más de 300 mil prestaciones hospitalarias.

En ninguno de los dos casos señalados, existe la voluntad política para que Alianza y Concertación negocien una modificación fundamental de los sistemas de educación y salud. En conclusión, las grandes transformaciones sociales y económicas, son parte de otro proyecto político sin relación alguna con el de la Concertación. Proyecto donde se supone que la máxima autoridad es parte y cabeza de un gran movimiento popular con repercusiones históricas profundas. Eso no está en la lógica de la Concertación que confunde la movilización de masas electorales con fuerza política.

Con un alto precio del cobre es posible ocupar la agenda política y el espacio de una presidencia, con obras públicas, pago de favores políticos, marketing televisivo, y aún arbitrar la sucesión. Otra cosa, es una presidencia responsable por los grandes problemas nacionales aquellos que finalmente dirimen el destino de Chile como Nación. Por ello, resulta lógico el silencio, que mantuvieron los dos partidos en el poder – Alianza y Concertación – entre otras materias, sobre nuestras relaciones exteriores con los países hermanos de Latinoamérica.

Para los trabajadores queda la lección que sus reivindicaciones deberán ser planteadas en período electoral, so pena de enredarse en los laberintos del bipartidismo. Triste consuelo que alimentó por algunos días la mascarada de una nueva institucionalidad para la subcontratación, antes que ella se hundiera en el marasmo de los apetitos electorales. Una vez que cumplió su objetivo electoral el proyecto fue retirado del Congreso. Todo ello sin mencionar los pueblos originarios, mapuches, altiplánicos, rapa-nui, cuya puesta en escena terminó con la misma rapidez que se presentó.

El 11 de marzo próximo se inaugurará un nuevo período del bipartidismo en el poder, lo cual invita a la reflexión a la oposición de izquierda.
La gran lección es que NO basta la crítica radical al sistema. De manera precisa y clara la desmedrada situación del trabajador exige precisiones respecto a la transición que se propone cuando se inicia un cambio de sistema.

Reconozcamos que el Junto Podemos Más nunca tuvo, o no pudo, presentar esa hoja de ruta para los más desfavorecidos del sistema. No basta asignar culpas o responsabilidades es preciso mostrar una ruta posible. Imaginemos un “gabinete en la sombra” donde existan no sólo críticas sino además contrapropuestas, evaluadas, calculadas, responsables, insumos fundamentales para los dirigentes sociales y políticos que hoy ven frustradas sus propuestas.

Bachelet heredará los problemas sociales, económicos y políticos que el gobierno de Lagos no quiso enfrentar, por ello los próximos dos años será un período de movilizaciones sociales para el cual la izquierda chilena deberá prepararse, sin actitudes mendicantes, si algún día pretende dirigir los destinos de Chile.

0 comentarios