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Máximo Kinast Avilés

SANIDAD

SANIDAD
2 de abril 2001

La salud fue lo primero que se privatizó en este país. Las cuotas que los patrones y trabajadores pagaban al Estado para garantizar una asistencia médica y sanitaria a todos los chilenos, durante la dictadura militar se empezaron a pagar a empresas privadas. ¡Un gran éxito de los Chicago Boys! Durante la transición a la democracia se sigue pagando a empresas privadas.

Se trata de cantidades de dinero importantes, incluso en círculos en los cuales se acostumbra hablar de grandes sumas de dinero, de forma que surgió la necesidad de invertir esos dineros. Como es lógico y natural en la mentalidad neoliberal se buscó aquello que diera mayor rentabilidad y gran parte de esos dineros se invirtieron en comprar empresas y edificios en Lima (Perú) o Buenos Aires (Argentina), ¡incluso se compraron los ferrocarriles bolivianos!

La pregunta de un dólar (no del millón) es: ¿Qué relación tienen esas inversiones con la salud de los chilenos? La respuesta, si no la has adivinado, amable lectora o lector, es tan simple como una sola palabra: NINGUNA.

En los últimos 30 años no se ha construido un sólo hospital en Chile y, con excepción de los que pertenecen a las Fuerzas Armadas, no se han reparado, modernizado ni nada que se le parezca.

Bueno, pero todo eso no es lo más importante. Lo realmente preocupante es que si no eres muy rico, prácticamente no tienes acceso a la sanidad. La Salud pública depende del heroico y cotidiano esfuerzo de funcionarios mal pagados y de lo poco que le quedó al estado después de las "privatizaciones".

Consejo: No te enfermes en Chile.

Lo más irónico es que los neoliberales afirman que la sanidad no funciona en Chile porque el Estado no ha privatizado todo... todavía.

Maximo Kinast Aviles

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