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Máximo Kinast Avilés

DECLARACIÓN DESDE TORONTO, CANADA

ESTIMADOS Y ESTIMADAS:
 
Desde Toronto - Canada, nuestros amigos (as) mantienen su preocupación siempre por su tierra que los vio nacer, su Chile; y eso nos demuestra una vez más que, el Parlamento chileno y los Gobiernos de la Concertación y el actual Gobierno, mantendrán aislados y abandonados a todos nuestros compañeros que aún se encuentran en el exilio junto a sus hijos anhelando que, algún día se les devolverá su ciudadanía chilena para poder votar donde se encuentren, residiendo en cualquier parte del mundo.
 
Esta Declaración, nos demuestra y nos reitera que, mantienen su deber como chileno a opinar, sin embargo los que gobernaron y los actuales, incluyendo el parlamento, no acceden a entregarles su derecho a votar en las elecciones...
 
Atte.
Freddy Alonso O.
 
 
----- Original Message -----
From: Casa Salvador Allende
To: falonso02@gmail.com
Sent: Wednesday, August 03, 2011 9:50 AM
Subject: DECLARACIÓN PÚBLICA

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Como es de conocimiento público, el sistema educacional chileno, basado en la ideología Neo-liberal impuesta por la Dictadura Militar que derrocó al gobierno del Presidente Salvador Allende en 1973, atraviesa por una profunda crisis valórica y estructural, a raíz de la abismante concentración del poder económico en el país, que se ha agravado con el devenir del tiempo. El modelo hoy imperante - lejos de considerar la educación como un servicio para todos, es considerada una mera mercancía sujeta a la lógica de la libertad de empresa, expuesta a los vaivenes del mercado y los excesos de un lucro desenfrenado - lo que ha incrementado descaradamente el trato diferencial entre los componentes del sistema, al favorecer la educación privada en desmedro de la pública o estatal, contribuyendo, de paso, a reproducir y agudizar la desigualdad económica y social entre los chilenos.
 
El deterioro del sistema y la deficiente calidad de sus resultados se deben principalmente  a la insuficiente cantidad de recursos asignados a este servicio social. En efecto, de acuerdo al Instituto de Estadísticas de la ONU (UNESCO - IEU), el gasto público en educación, medido ya sea en términos del Producto Nacional Bruto (PNB) o en cuanto al Gasto Total del Gobierno (GTG), dista mucho de haber alcanzado el saludable nivel de 1970 cuando el aporte educacional llegó a un 5.1% del PNB o al 22% del GTG. Durante la Dictadura estas cifras cayeron a niveles bajísimos - 3.3%  del PNB en l987 y 1988 - para  elevarse posteriormente a un 3.4%  y  un 3.5%  del PNB durante los años 2005 y 2007, respectivamente. Por otra parte, dentro del concierto de países latinoamericanos - sin contar a Cuba, Méjico y la República Dominicana  - Chile ocupa el noveno lugar con un gasto público en educación equivalente al 4.1% del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2008, muy por debajo de Honduras, Bolivia, Costa Rica, Brasil, Argentina, Nicaragua y Uruguay, según la UNESCO, el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) y la Organización de los Estados Iberoamericanos para la Ciencia, la Educación y la  Cultura (OEI). Pero, francamente preocupante es la distribución que se hace de los recursos estatales. Alrededor de ⅔ del gasto en educación proviene o es administrado por fuentes privadas. De hecho el 63.5% del Presupuesto del Ministerio de Educación (2005) se destinó a subvencionar entidades particulares, en tanto que un magro 17%  de lo que se invierte en Educación Superior corresponde a fondos públicos, una tendencia absolutamente opuesta a lo observable en los países desarrollados, donde un 71.8 %  de los recursos corresponde a fuentes estatales  (La Crisis Educativa en Chile. Bloque Social, 2006).
 
Es por ello que, dado lo anterior y enterados del vasto movimiento de protesta nacional desplegado por diversos sectores populares, entre los que destacan las organizaciones de profesores, estudiantes secundarios y universitarios, centros de padres y apoderados, federaciones sindicales, y académicos y autoridades de las universidades a lo largo del país, entre otras, el Directorio de Casa Salvador Allende - Toronto, en representación de sus asociados, todos beneficiarios agradecidos por haber tenido otrora la oportunidad de recibir, casi gratuitamente, una formación sólida de reconocida calidad internacional, ya sea a nivel básico, secundario o universitario en establecimientos chilenos tradicionales - viene en declarar su irrestricto e incondicional apoyo a las demandas y peticiones de los protestantes dirigidas a reemplazar el sistema elitista existente por otro de carácter democrático, que considere la educación como un derecho humano esencial, tal cual lo estipula la ONU en su Resolución de la Asamblea General del 10 de diciembre de 1948, que ayude a desarrollar la conciencia crítica entre los educandos y actúe como un efectivo vehículo de cambio y movilidad sociales, en donde el Estado juegue nuevamente un rol preponderante que garantice y promueva una educación de calidad, pluralista y gratuita.
 
Toronto, 2 de agosto de 2011.

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