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Máximo Kinast Avilés

ALGO HUELE MAL EN ...

Escribe Luis Casado – 02/03/2011

 

Tú que eres un tronko apañao me vas a decir que el título lo saqué de “Hamlet”, pero se trata de una mala traducción. Lo correcto sería “Hay algo podrido en Dinamarca” (There is something rotten in Denmark…). Quita “Dinamarca”, pon “Chile”, veras como la obra de Shakespeare le viene como anillo al dedo a la copia feliz del edén. Nosotros, el pueblo de Chile, los atorrantes que pagamos el pato, los preteridos, los olvidados, los explotados, los ninguneados, los bonificados, declamando el monologo sublime:

 

To be or not to be, that is the question
Whether is nobler to the mind?
To suffer the slings and arrows of an outrageous fortune?
Or to take arms against a sea of troubles, 
And by opposing, end them...?

 

"Ser o no ser: ese es el dilema

¿Qué es más noble a la luz de la razón?

¿Padecer las pedradas y flechazos de la afrentosa suerte?

¿O empuñar las armas contra un mar de aflicciones

Y terminar con ellas combatiéndolas…?

 

Esa idea me pasó por las meninges al ver a Tomas Mosciatti contando la increíble historia de la Cándida Bachelet y de sus secuaces desalmados. ¿Cómo se imponen los intereses de un par de transnacionales ligadas al sector eléctrico? En plena oscuridad. Contra las luces de todas las autoridades pertinentes: Contraloría, Corte Suprema, Parlamento, Municipio. Así venden, pedazo a pedazo, lo que queda de país junto a la población aborigen: nosotros. Al ver la marea humana que se precipitó a ver el video, CNN lo retiró prestamente. La información no es su fuerte, sino las cortinas de humo.

 

Para fortuna nuestra, radio Biobío subió la nota a su sitio web. Hela aquí:

 

http://www.radiobiobio.cl/2011/03/02/tomas-mosciatti-el-tono-maternal-de-bachelet-me-parece-ahora-falso-y-peligroso-muy-peligroso/ 

 

Después de visionarla íntegramente no pude sino convencerme de las razones de Hamlet, esas que nos inmovilizan, nos impiden reaccionar y nos dejan inermes ante la pandilla de descarados que han regentado el patio desde hace ya 38 años. Esas razones se resumen a una sola: el miedo. Dicho en palabras de Hamlet:

 

Y esta es la reflexión que a la desgracia da tan larga vida; pues si no ¿Quién querría tolerar los latigazos y burlas del tiempo, la opresión del tirano, la afrenta del soberbio, (…), las rémoras legales, la insolencia del alto funcionario y los vejámenes que el virtuoso recibe paciente del indigno, cuando él mismo podría darse el descanso con un simple puñal? ¿Quién querría soportar esas cargas y gruñir y sudar bajo el peso de una vida tediosa, si no fuera que el miedo a lo que existe más allá de la muerte -esa incógnita región cuyos confines no vuelve a traspasar ningún viajero- frustra la decisión y nos obliga a preferir los males que tenemos que no volar hacia otros que ignoramos? Y la conciencia así nos acobarda a todos y el ímpetu inicial de la resolución se atenúa bajo el pálido velo del pensamiento, y las empresas de mayor aliento e importancia, con esas meditaciones extravían su curso y el nombre de acción pierden. "

 

In secula seculorum. Hasta que se nos pase el miedo.

 

 

 

 

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