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Máximo Kinast Avilés

MONEY MORNING

Escribe Luis CASADO – 20/08/2010

Your guide to financial freedom, esa es la divisa de Money Morning, la dinámica empresa yanqui cuyo objetivo declarado es hacer de cada uno de nosotros un multimillonario sin trabajarle un día a nadie. Basta con seguir sus preciosos consejos de inversión en activos que te dejan hasta un 800% de beneficio en un par de semanas.  

Estos tíos son generosos, qué duda cabe: en vez de invertir solitos, sin decirle nada a nadie, -cuestión de mantener vigente la ventaja comparativa, l’effet d’aubaine, the windfall effect, la situación de renta, la virgen amarrada en un trapito, la concesión minera en Chile, la pensión Soto que acaban de encontrar por su propia cuenta y de la cual nadie más ha oído hablar-, te envían correo tras correo para que vengas a participar del jolgorio con el riesgo evidente de chivar la oportunidad de negocio y matar la gallina de los huevos de oro.

Ya ves, el american dream de los cojones es para todos y vos te preguntás de qué va eso de crear empleo cuando bastaría con pasarle cien lucas a cada cesante para que invierta en las boludeces que propone Money Morning. A tal punto que yo me hago un supositorio: si los seis mil millones de habitantes del planeta paramos de laburar, -o de eructar y mearnos en los pañales en el caso de los lactantes y los viejitos de más de setenta-, y nos conectamos con Money Morning para colocar nuestras cien luquitas en esos activos alimentados con un coquetel de EPO mezclado con el pot belge, ¿alcanzaríamos todos juntos la cualidad de multimillonarios que hoy es privilegio de unos pocos?

La respuesta a esa pregunta se hace urgente, sobre todo cuando Money Morning te anuncia calamidades ante las cuales el Día del Juicio Final va a ser una fiesta de pachanga con Shakira empelotas haciendo de líder del trencito. Atento el personal.

“Desoladoras cifras de desempleo, crecientes preocupaciones relativas a la aplastante carga de la deuda y la aparente ausencia de inflación llevan a muchos inversionistas a plantear una dura cuestión: ¿Está la economía estadounidense atrapando la “enfermedad japonesa”, la pavorosa y espantosa dolencia que dejó a la ex potencia asiática en un estado de estagnación desde 1990? Esta es una cuestión crucial, y la respuesta guiará sus inversiones en los próximos veinte años.”

Claro como el agua de roca. Pero eso no es todo, sigue leyendo:

“La última vez que la economía de los EEUU sufrió una doble recesión este país estaba luchando para superar las consecuencias del embargo árabe sobre el petróleo, los déficits de la era de Vietnam y una espiral inflacionaria que pa’ qué. Esa doble caída de 1981-1982, -resultado de un tratamiento de schock destinado a curar el mal-, consistió en dos recesiones separadas por un trimestre de crecimiento. El actual desastre es muy diferente de lo que ocurrió entonces, pero la amenaza de una doble recesión no es menos real. La primera economía del mundo perdió 8,4 millones de empleos durante la recesión que empezó en diciembre del 2007, haciendo de ella la peor caída desde la Gran Depresión y la peor caída del empleo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.”

¿Te queda claro? Por si fuese poco, Fu-Manchú sigue tocándonos las pelotas:

“China redujo significativamente sus colocaciones en bonos y obligaciones del Tesoro (de los EEUU) en junio, favoreciendo la deuda de Europa, Japón y Corea. La movida alimentó especulaciones de un alejamiento del  gigante asiático provocadas por las bajas tasas de interés en los EEUU. China tiene la ambición de remplazar el dólar como moneda de reserva con su propia divisa, el yuan. Según un informe del gobierno estadounidense las colocaciones chinas de largo plazo cayeron en 21 mil 200 millones de dólares en junio, totalizando solo U$ 839 mil 700 millones. La inversión total de China en la deuda de los EEUU cayó en un 2,8%, llegando a U$ 843 mil 700 millones, la más baja en un año, luego de otra caída de un 3,6% en mayo. Este cambio de política por parte de China llega cuando el Presidente Barack Obama aumenta la deuda estadounidense a niveles nunca vistos, haciendo más difícil la financiación de ventas que sustenten la expansión económica de los EEUU.”

Lo que precede podría llevarnos a la sabia conclusión de que si el dólar baja no se debe al aumento del precio del cobre como afirman nuestros “expertos”, sino más bien todo lo contrario. Del mismo modo, cuando el dólar sube no es debido a los malos resultados de la economía norteamericana como aseguró esta mañana un comentarista radial algo subnormalito.

Todo lo que te cuento no viene de algún enemigo de los EEUU, sino de un orgulloso miembro de la comunidad financiera yanqui que solo jura por el libre mercado y el lucro obtenido especulando: Money Morning.

La buena noticia es que Felipe Larraín sigue preparando su reforma del mercado de capitales del bicentenario (MKB) para que todos los chilenos podamos hacernos ricos sin trabajar, especulando como un Sebastián cualquiera.

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