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Máximo Kinast Avilés

TERREMOTO Y FLAQUEZAS DEL ESTADO

Escribe Armando Uribe Echeverría, 2 de marzo de 2010

Las catástrofes sísmicas son impredecibles. La capacidad o incapacidad de un Estado en reaccionar a ellas son efecto de la existencia o no de un Estado.

Es incomprensible que a cuatro días de uno de los terremotos más feroces de la historia no hayan llegado ni ropa, ni alimentos ni agua a los más afectados —en Temuco, Talca, Cauquenes,Dichato, Tumbe, Tomé, Constitución, Lota, Coronel, Linares…—, cuando todo ello existe en las calas y bodegas de los organismos responsables (Cruz Roja, etc.)

Lo único que se ve y oye es pillaje, fuerzas especiales con guanacos y gases lacrimógenos y, por último, un toque de queda que trae malísimos recuerdos y que la población está condenada, las más de las veces a no respetar ya que prefiere dormir fuera de sus casas (cuando aún les queda casa), a causa de las incesantes réplicas so forma de temblores.

Pillajes se veían en Haití. Normal. Es uno de los países más pobres del mundo, cuando no el más pobre. ¿Porqué en Chile, entonces, que acaba de entrar a la OCDE? La respuesta es evidente: la pobreza, la misma fea, brutal y absoluta pobreza a la cual están sometidos los chilenos como los haitianos, pobreza sagazmente ocultada por las cifras macroeconómicas que hacen de Chile un país casi desarrollado. El problema que se plantea al medir todo por las cifras, es que se pierde el sentido de la realidad.

Un gobierno al cual no le queda casi Estado, puesto que todo o casi ha sido privatizado o tercerizado, ¿qué gobierna? ¿A quién está dando órdenes de intervenir? ¿Por qué se demoró tres días en aceptar la ayuda internacional? ¿Porqué, hoy, cuarto día, sigue dejando abandonada a una parte de la población, la más dañada, y sólo le envía carabineros? ¿Porqué negó los maremotos que basta ver las fotografías puestas a disposición por las agencias de prensa internacionales (ver el sitio de EPA, por ejemplo) para constatar?

Hoy, CNN Chile entrevistaba a uno de los pocos especialistas chilenos en sismología, el profesor Jaime Campos, de la universidad de Chile. Campos es el autor de numerosos estudios sobre la caracterización de las zonas sismicas más sensibles de Chile, desde los años 90, y sus estudios han sido validados por la comunidad científica internacional. Pero parecen haber sido inútiles a la hora de definir políticas públicas preventivas. Campos y sus investigadores habían predecido un sisma de grado 8,5 en la zona en que ocurrió el terremoto grado 8,8 del sábado pasado. Hace años. Campos agrega que hace años también, se conocen en detalle los códigos y normas de construcción que hay que aplicar en zonas tan sensibles como el territorio chileno. ¿Quién exige a las empresas constructoras en Chile el respeto de dichas normas? ¿Quién verifica, en Chile, que las hayan respetado? Nadie. Porque el Estado, por imposición ideológica, ha ido desapareciendo hasta lo que vemos hoy, la casi nada.

Existen los instrumentos, aunque no en número suficiente. Existen los expertos, aunque no en número suficiente. La insuficiencia nos mata. Los responsables de las insuficiencias en Chile son todos aquellos que han defendido el sistema del mercado por encima de todo, incluyendo por encima de la poblaciónn, el sistema del lucro frente a las necesidades, de la mentira de las cifras macroeconómicas frente a la realidad de un país lleno de pobres.

Si no fueran pobres tendríamos que calificarlos de malos, malulos, malandras, ladrones, etc. ¿Un pueblo de malos? Ni la derecha chilena que va a asumir el gobierno en algunos días estaría dispuesta a una definición tan definitiva
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1 comentario

David Valencia -

Acostumbrados como nos tienen los mas media, y que son propiedad de los dueños de la teta y de los que están en el gobierno, sean del signo ideológico que sean, porque así lo han preferido ( no nos olvidemos de un Tironi y su frase : la mejor política de comunicación es la que no existe ). Con la mente obtusa como nos la tienen de tanta banalidad, finalmente terminamos bailando al ritmo que imponen los dueños que han sido siempre, pero que nos hacen creer que somo un pueblo soberano y democrático ¡¡¡ las huinchas !!!, no somo más que títeres.
Es tanta la cosa, que nos tienen cooptados que pedimos más pacos y milicos en las calles, frente a la salida de madre de otros desiquilibrados, en vez de proponernos nosotros mismos a levantarnos ante la tragedía. El Estado invento de quienes son dueños, y que lo han diseñado para domar, domesticar, dirigir, a las masas con la venía de esta, no será el que venga a ponerle remedio a todo lo malo que hay.