CHILE: COMO SALIR DE LA TRAMPA (2)
Por Máximo Kinast
El artículo que comento y cuyo título me he apropiado indebidamente es muy bueno.
1º Es inteligente.
2º Es lógico.
3º Es coherente.
4º Parece posible... pero sólo lo parece porque...
La secuela de las ideologías habilmente explotada por la clase política hace que las tiendas electorales se mantengan firmes en los peores temporales. Traduzco, para los que no lo capten: El rollo ideológico (en el que nadie cree) sirve de sustento para asegurar la clientela electoral. Y si falta algo, siempre esta la promesa electoral, la oferta de una peguita, o de una recomendación... que nunca se cumple, pero que la gente humilde, el pueblo, cree a pies juntillas, como cree en las promesas de los curas y en los milagros de las animitas.
Y así, un poco por ’tradición ideológica’ y otro poco por promesas (que todos saben falsas, pero que cada uno cree en la que ha recibido) la gente seguirá votando por lo que le indique su Partido. Desmond Morris describe el comportamiento de la lombriz procesionaria, que marcha con la cabeza pegada a la cola de la que la precede. Si se hace el experimento de poner la cabeza de la primera junto a la cola de la última, las procesionarias seguirán marchando hasta morir de hambre, porque ninguna tiene instinto para investigar que ocurre. Algo similar sucede con el electorado chileno y los expertos en marketing lo usan.
En estas circunstancias, la estupidez y aborregamiento del electorado impedirá comprender que la mejor opción parece ser Marco... aunque quizás sólo sea una pose electoral siguiendo el viejo adagio de que ’para meter hay que prometer y despues de metido se olvida lo prometido". Marco tiene los cromosomas de Miguel, pero amaestrados por el Ominami. Su neoliberalismo arcaico me da miedo. Temo que pueda ser peor que la enfermedad, aunque pensando en la mentalidad de los electores, lo mas posible es que pierdan su voto con el derechista Frei.
Sería bueno que ganara Marco, porque gran parte de la DC, con Frei a la cabeza se pasarían al lado de Piñera, su tienda y su habitat natural. Lo que despejaría el lado de la izquierda, que quizás, quizás todavía se acuerde de lo que es el pueblo.
Nunca me ha gustado la idea de agudizar las contradicciones. Siempre me ha parecido una estupidez rayana en lo criminal... pero ahora -sigue sin gustarme- es el futuro que veo más posible.
Ganará el Piraña Piñera y rapiñará (privatizará) en beneficio de las transnacionales y suyo propio todo lo que queda de Chile, incluido el cobre. Explotará al personal, como explota a sus empleados y a sus clientes en LAN, la peor línea aérea del mundo, por tener los empleados peor pagados y peor tratados. Asesinará mapuches y estudiantes. Desaparecerán (como por casualidad) algunos opositores.
Con el servil apoyo de la UDI, con el fantasma de Jaime Guzmán a la cabeza; y de la mitad (o más) de la DC y de un fuerte contingente de sociatas arrepentidos, reciclados, renovados (con Lagos y Michelle a la cabeza); y el incondicional y patriótico apoyo militar, siempre dispuesto a defender con la vida de los demás el bienestar de las transnacionales y de los Estados Unidos de América, el Piraña no dejará nada de nada.
Se acabará la nieve en la cordillera, los árboles en el sur, el cobre en el desierto y el agua se venderá embotellada sólo para los ricos que puedan pagarla.
Será el canto del cisne del neoliberalismo, porque después de una larga noche vendrá la aurora (si el pueblo comprende) y quizás podremos abrir las grandes alamedas.
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