CARTA ABIERTA A LA SENADORA EVELYN MATTHEI, SENADO DE LA REPUBLICA DE CHILE
Esta carta ha vuelto a circular y se está poniendo de moda. Ayer tuve el honor de recibir mas de 600 visitas a mi blog. Gracias por visitarme. Me reafirmo en lo que he dicho a esta señora y que reproduzco en mi blog personal.  Además, el tiempo y la situación real de hoy confirman lo que he dicho.
Máximo Kinast Avilés
 Lima, 22 de septiembre de 2004
 Honorable Senadora:
 No veo TV porque me da pena y me repugna escuchar y ver tanta infamia, pero anoche, casi         por casualidad la vi defender a su padre y me quede un rato viéndola y escuchándola. Me         parece muy honesto y noble de su parte defender a su padre, cumpliendo su deber de hija;         pero hay causas que son indefendibles y sus argumentos carecen de lógica y se contradicen         con los porfiados hechos.
 Usted afirmó que la violencia aparece en Chile con los socialistas. Eso es falso de         falsedad absoluta. El general Ramón Freire, exterminador de mapuches, allá por 1818, no         era socialista. Los militares pagados por la corona británica que hicieron la revolución         contra la Constitución y el contra el Presidente constitucional de Chile en 1891 y         asesinaron y descuartizaron a militares constitucionalistas (como el general Orozimbo         Barbosa) no eran socialistas. El general Silva Renard, que asesino a 3.600 obreros         indefensos en la escuela Domingo Santa María de Iquique, en 1907, no era socialista. Los         militares que en 1925 asesinaron obreros en el norte de Chile, desde la oficina Morusia         hasta San Enrique, no eran socialistas. (En la Coruña asesinaron a 2.500 obreros. Los que         quedaron vivos, unos 300 obreros, fueron exterminados al día siguiente en San Enrique).         El general Gamboa, vencedor de la masacre que el mismo denominó y así lo publicó El         Mercurio, "la Batalla de Santiago" el 2 de abril de 1957, no era socialista. El         general Carlos Ibáñez del Campo, dictador de Chile en 1925 y el primero en usar la         técnica de los desaparecidos y echar los cuerpos al mar, no era socialista.
 Si usted se refiere a la violencia ocurrida en el último cuarto del siglo XX debo         aclararle que los asesinos del Comandante en Jefe del Ejército, general Schneider, eran         de Patria Y Libertad, organización terrorista creada y dirigida por Pablo Rodríguez         Grez, abogado de conocidos genocidas como Marcos de Filipinas o Pinochet de Chile. Esos         asesinos estaban asesorados y pertrechados por altos mandos de las Fuerzas Armadas y el         planeado secuestro contaba con la autorización del Presidente Eduardo Frei Montalva. No         me lo estoy inventando. Me lo dijo personalmente, pocos días después de los hechos, en         Castelldefels, Jorge Hinostroza, el mismo del 7º de Línea. Usted alega que no hay         aviadores inculpados en casos de violación de Derechos Humanos, pero estuvieron metidos         desde el comienzo en la DINA y en todos los organismos de represión. Recuerde, honorable         Senadora, que fueron aviadores los que bombardearon blancos indefensos como La Moneda y la         Casa de los Presidentes de Chile (que no era propiedad del Dr. Allende). Los cuerpos de         los defensores de La Moneda, asesinados en el regimiento Tacna, fueron primero enterrados         en terrenos de la Fuerza Aérea. Cuatro días antes del golpe trasladaron a Santiago a un         coronel desde Punta Arenas, porque había sido el mejor instructor de tiro y bombardeo en         ‘Los Condores’ de Iquique. ¿Adivine en que blanco pensaban?
 Hay que ser muy buena hija para pretender que su padre no participó en violaciones a los         Derechos Humanos. Es posible –y le concedo el beneficio de la duda- que su señor         padre no haya torturado ni asesinado directa y personalmente a nadie. Pero es imposible         que no supiera lo que estaba ocurriendo en Chile. Si lo sabía yo, con detalles y desde         los primeros días, viviendo en España y sin ir a Chile desde 1969 hasta agosto de 1977.         Y créame que no hablo por boca de ganso. Estuve en todos lados y conversé con mucha         gente. En mi primer viaje a Chile lleve documentos secretos al General Leight que le         enviaba el Cónsul de Barcelona y conversé con sus ayudantes, coroneles de la Fuerza         Aérea, que me invitaron a un bingo al que asistió el general Leight y conversé con         varios coroneles más y le puedo jurar que todos sabían exactamente lo que estaba         ocurriendo en Chile. ¿Cómo podía ignorarlo su padre? Y si sabía lo que ocurría, era         como mínimo cómplice y encubridor de las violaciones a los Derechos Humanos. Si alega         ignorancia, entonces usted esta afirmando que su padre era un imbécil, porque sólo un         retardado mental podría haber ignorado, estando en la cima del Poder, lo que estaba         ocurriendo.
 Honorable Senadora, para su buen gobierno, está probado y comprobado (por documentos         oficiales de los USA) que el desabastecimiento y la violencia fueron planeadas en el         Despacho Oval de la Casa Blanca, por Nixon y Kissinger, con ayuda de malos chilenos,         traidores a la Patria, como Agustín Edwards, con mucha anterioridad al Golpe de Estado.         Este mismo golpe fue planeado en los Estados Unidos de América, por el Presidente de esa         nación y sus ayudantes y fue ejecutado por generales traidores y rastreros, en beneficio         de los intereses de civiles que ahora "se están corriendo" (*) y de intereses         de compañías transnacionales y de los Estados Unidos. El móvil fue el robo del área de         propiedad social, unos cien mil millones de dólares. La Fuerza Aérea participó de este         botín y sus aviadores cobraron, bajo pretexto de una guerra inexistente, doble sueldo         durante 17 años. No contentos con ello se quedaron con miles de kilómetros de         territorios de propiedad de todos los chilenos y todavía no los devuelven. Lamento         informarla de que su padre, si no fue actor de esos delitos, fue cómplice y encubridor.
 Muy atentamente,
 Máximo Kinast
 RUT 2274418-6
 (*) Correrse, en Chile significa esquivar responsabilidades
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