BOLIVIA: CONTRA EL RACISMO
MANIFIESTO CONTRA EL RACISMO
Enviado desde la Paz por Luis Oporto Ordóñez
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRES
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Asociación de Docentes
1. Los hechos de violencia
El 24 de mayo de 2008 campesinos e indígenas de las provincias de Chuquisaca que se encontraban en la ciudad de Sucre, fueron objeto de vejámenes y agresiones sólo comparables a las acciones de castigo público y ejemplarizador que se ejercitaban durante el período de dominio colonial para sofocar las rebeliones indígena populares. Estos actos bochornosos fueron cometidos por hordas organizadas y dirigidas por el denominado Comité Interinstitucional a cuya cabeza se encuentra el actual Rector de la Universidad Real y Pontificia de San Francisco Xavier, Jaime Barrón.
El 29 de agosto de 2008, militantes de la Unión Juvenil Cruceñista, grupo de choque del Comité Cívico pro Santa Cruz (Branco Marinkovic), organizados y subvencionados con los fondos del IDH del Estado Boliviano, llevaron a cabo acciones públicas de agresión, escarnio y amedrentamiento a humildes trabajadores de la ciudad por el simple hecho de llevar polleras o por su color de piel, con recursos que fueron malversados por el prefecto Rubén Costas,
El 9 de septiembre grupos paramilitares del comité cívico que actúan bajo el paraguas institucional de la Juventud Cruceñista procedieron a la destrucción de archivos documentales, bibliotecas de instituciones gubernamentales y no gubernamentales, como el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y el Centro de Estudios Jurídicos y de Investigación Social (CEJIS), Impuestos Nacionales (IN).
Los días 11, 12 y 13 de septiembre, en las localidades de Porvenir y Filadelfia del departamento de Pando grupos armados de mercenarios brasileños y grupos de choque organizados por la Prefectura y el Comité Cívico interceptaron una marcha campesina y luego de perseguirla iniciaron una masacre con un saldo que supera a la fecha la veintena de muertos, el centenar de heridos y un número desconocido de desaparecidos.
Esas versiones de intolerancia tienen su réplica en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija y ponen en evidencia que existen bolsones racistas en el territorio nacional. Son minorías neocoloniales las que inflaman esos sentimientos falsos y perversos. Estas expresiones de odio hacia la diversidad sirven para camuflar poderosos intereses económicos que tiene que ver con el latifundio, la corrupción y el régimen de privilegios de minorías de poder que carecen de un proyecto nacional porque su vocación es parasitaria y vendida a los intereses de las transnacionales y el imperialismo. El racismo busca disfrazar las relaciones de dominación y explotación que en Bolivia asumen características modernas y premodernas y en la que los explotados expresan realidades étnico-culturales y de clase al mismo tiempo.
Frente a estos lamentables acontecimientos que constituyen una afrenta a la conciencia nacional, que son un resabio de las más negras páginas de la historia de la humanidad, la comunidad docente – estudiantil de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación asume el deber moral de pronunciarse condenando enérgicamente estos acontecimientos y haciendo conocer su posición frente al racismo y la discriminación por lo que convoca a todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, América y el mundo entero, a seguir en la lucha para que el racismo y el fascismo sean derrotados en todas las latitudes de nuestro planeta y apliquen en la educación una conciencia histórico-social humanista imprescindible para la convivencia democrática y pluralista que tenga como valor supremo el respeto a la vida digna. Esta lucha no puede cumplirse al margen de la creación de relaciones sociales nuevas y de políticas educativas que promuevan conocimientos, actitudes y prácticas de respeto a la diferencia en todas sus dimensiones y manifestaciones.
2. Colonialismo raíz del racismo
“Atávico racismo, herencia colonial. El racismo perdura en la República, se encubre con eufemismos. El racismo anti indio, si no se encubre con maquillajes rebrota mediante el lenguaje de odio: “indio de mierda”, “colla de mierda”, “raza maldita” y “cara de llama”. Asimismo, el racismo se reproduce por acciones de agresión: Algunos estudiantes –dizque autonomistas de la Universidad pública de Chuquisaca– quemaron sombreros de campesinos e indígenas, la wiphala (símbolo de la reivindicación indígena), ponchos y obligaron a jurar fidelidad a un bandera colonial (de la corona española). Si se hubiese podido quemar la historia y la cultura del indio no habrían dudado en hacerlo. Pero la historia y la cultura india contienen fuerzas vitales inextinguibles”.[1]
“El racismo es una amenaza a la existencia del Estado y a la sociedad misma. Somos diversidad cultural, étnica y coexistimos en la unidad del Estado boliviano conservando nuestras diferencias. Somos pluriculturales, y de nacionalidades varias inter-relacionadas en el seno de un Estado Nacional. Todos somos parte de una historia común, conservamos una misma tierra, un mismo territorio y una tradición o tradiciones compartidas”.[2]
3. Causas del racismo y la discriminación.
Disposiciones de carácter racista, discriminador y maneras de actuar a partir de ellas, se dan cuando se producen y desbordan las dicotomías como la de “civilización” (lo propio) versus “barbarie” (lo de otros/as); se niega la humanidad de grupos considerados rivales o sometibles, como hicieran Aristóteles en la antigüedad o Juan Ginés de Sepúlveda en la época de expansión europea “renacentista”. Se quiere convertir y modelar a otras personas de acuerdo a la imagen propia; se practica la exclusión de diversas maneras desde la encubierta hasta la abierta; se construye orgullos e identidades menospreciando a quienes son distintos/as, o a su costa; se cae en los autoritarismos y fascismos por imponer un proyecto, llegando en su nombre a someter o eliminar a los/as diferentes y a los/as propios/as; se atribuye culpa de crisis y problemas agudos a un grupo étnico, cultura o nación, descargando en él frustraciones y resentimientos.
Lo riesgoso es que estas formas de ver y comportarse se extienden y crecen rápidamente en espirales difíciles de detener. Ello se da por incitaciones, imposiciones, presiones e imitaciones. También contribuye la indiferencia, que da las espaldas a los delitos y crímenes, dejando pasar lo que a tiempo es detenible. Por eso, en la complicada situación que vive Bolivia, es preciso adoptar medidas que sean efectivas y permitan superar el malestar y recuperar la paz y el respeto a la vida por sobre todo.
4. Racismo: en la Educación y el currículum
El racismo como proceso y producto social se aprende, se reaprende y se puede desaprender. El racismo opera también en el currículum y la educación. El colonialismo pedagógico en la historia de la educación boliviana es una constante y una sombra que ampara y fomenta el racismo. Basta analizar el pensamiento pedagógico de sus más altos exponentes o sus propuestas y prácticas educativas. Los fundadores del sistema educativo conservadores, liberales y neoliberales, fundaron la misma, con parámetros externos. Así instauraron la educación en nuestro país como repetición de otras regiones sin profundizar y menos investigar los procesos propios de nuestras culturas comunitarias.
El racismo se expresa en el currículum ausente (saberes excluidos) o en los contenidos de nuestras nacionalidades diversas y solidarias subordinadas al folklorismo como saberes sometidos a la clase dominante. El colonialismo pedagógico se concretiza en las políticas educativas como la castellanización; en los contenidos de los textos escolares y otro tipo de libros; en las actitudes de los docentes y alumnos; en las prescripciones autoritarias; en la comunicación despectiva y peyorativa cuando se refieren a nuestras manifestaciones culturales y a nuestros campesinos. Ni las bromas y chistes se salvan de este racismo discriminador que se reproduce en las mentalidades de quienes se sienten superiores frente a los demás. El racismo se reproduce también en los mensajes de los medios de comunicación. En estos medios que de-forman se confunde y/o encubre la ofensa racista con cuestiones estéticas. La ideología como argumento estético disimulado también es segregacionista. ¿Es o no es racismo cuando se imponen modelos, estereotipos y estilos de vida con valores extraños? La educación liberadora y emancipadora debe crear nuevas relaciones sociales y pedagógicas para que los sujetos históricos no renuncien a sus derechos. Por todo lo anterior, la descolonización de la educación es una necesidad de construcción del futuro fraterno en nuestro país.
5. Causas concurrentes
Ahora y muchas veces, hay que insistir en que el racismo y la discriminación no son parte de la “naturaleza humana” ni una constante histórica. Gran parte de la historia de la humanidad - y en eso la historia boliviana no constituye una excepción - se ha caracterizado más bien por procesos de flujos humanos, diversidad, mestizajes, pactos, coexistencia generadora e intercultural.
Actitudes y acciones racistas y discriminadoras son construcciones a partir de circunstancias y contextos de crisis, conflicto e inclusive de expectativas frustradas. Se trata de elaboraciones políticas, sociales y culturales que surgen como prejuiciosas respuestas a situaciones de tensión y compulsa, y se prestan para manipulaciones interesadas con riesgos y dramáticos desbordes como se ha podido ver en otros ámbitos y los propios.
Esquemas de carácter racista y discriminador, que llevan a decisiones y violencias, son producto de la proximidad de grupos diversos cuando hay expansión o pugna por recursos; migraciones e inmigraciones que se dan por múltiples razones y que implican dificultades y competencia en lo que es compartir espacios; guerras, conquistas, colonialismos e imperialismos; las estrategias de mantenimiento de identidades y resistencia que en sus esfuerzos pueden invertir mecánicamente los manejos dominantes; afanes de conversión y choques religiosos; proyectos de unificación y construcción nacional ; regionalismos y en general situaciones en las que existen relaciones de dominio y explotación.
El papel de la educación
6. Neutralizar, prevenir
Mediante educación y normativa adecuadas, hay que buscar desarmar, desactivar, anticipar y superar lo que es racismo y discriminación en ámbitos públicos y privados. A la Universidad Pública, le corresponde un papel decidido y militante en dicho cometido, uniendo fuerzas y capacidades con instituciones y organizaciones que comparten objetivos.
En cuanto a la formación, hay que recordar que a todo nivel es la vía para que se hagan efectivas y practiquen las leyes. Tendrá que remarcar valores, y prácticas cotidianas de interculturalidad. Sobre todo, se deber ser coherente y evitar críticamente reproducir las contradicciones de contextos más amplios.
Los ámbitos en los cuales debe aplicarse la normativa con particular celo y peso, son: familia y comunidad; comunicación; educación; trabajo y producción; servicios públicos y privados; atención de la salud: espectáculos, deportes, medios, artes, imágenes; rutas públicas y transporte; las instituciones e instrumentos de seguridad ciudadana; procesos políticos y democracia; creencias y estilos de vida.
7. La indiferencia cómplice
Educación y ley, en todo caso, serán efectivas y de resultados duraderos, si la población se sensibiliza y comparte inquietudes y sentimientos, si es que no se queda indiferente ante lo que va ocurriendo con todos los riesgos de una espiral de violencia que puede quedar descontrolada.
La Universidad Pública, con sus estudiantes, docentes, administrativos/as, deben dar pasos para marcar diferencia y dejar el no-me-importismo e impulsar formación y normativa contra el racismo y la discriminación; actuando en pro de la diversidad, la interculturalidad, la paz y la vida con valores y dignidad.
La educación es por naturaleza política y, por tanto, aquella idea extendida durante el neoliberalismo de que la universidad debe ser apolítica, es parte de una estrategia destinada a excluir a la universidad de los procesos históricos de cambio, neutralizando su potencial crítico y revolucionario y convirtiéndola en sirvienta útil de los intereses de las minorías de poder económico y político.
8. Contra el memoricidio
Quienes conocen el enorme valor informativo de los documentos y la importancia cultural de los libros, no pueden sino expresar su denuncia ante la opinión pública boliviana y mundial por el vandalismo y el memoricidio que asoló a varias ciudades bolivianas entre el 9 y el 12 de septiembre de 2008.
Como señala el manifiesto del 15 de septiembre de los archivistas, investigadores e intelectuales de La Paz, el 9 de septiembre en Bolivia se ha cometido uno de los más grandes crímenes contra la cultura y la historia. En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra no sólo se quemaron y destruyeron edificios de instituciones públicas, sino también se saquearon y quemaron importantes recursos documentales y bibliográficos, se destruyó el Archivo del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), se procedió a la quema de la Biblioteca del Centro de Estudios Jurídicos y de Investigación Social (CEJIS), a la destrucción de archivos de la Superintendencia Agraria y Forestal (SAF), del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), de la Aduana Nacional, de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL). Todos estos actos fueron provocados por latifundistas, agroexportadores y por el capital financiero asociado a la agroindustria, grupos oligárquicos se resisten al proceso de cambio democrático, particularmente en el caso de la tenencia de la tierra y a la plena participación de la población indígena en la gestión del Estado y la sociedad,
La quema y la destrucción de archivos, bibliotecas y centros de documentación debe ser entendida como parte de una estrategia de sedición contra el estado de Derecho y la Democracia, estos atentados contra la cultura y la memoria institucional fueron dirigidos selectivamente contra documentación de valor administrativo, fiscal y legal para destruirlos deliberadamente y de esa manera continuar con la tenencia ilegal de millones de hectáreas de tierras habidas fraudulentamente durante la dictadura del Gral. Hugo Banzer (1971-1978).
9.- Exigimos:
Frente a estos graves acontecimientos, los docentes, estudiantes y administrativos de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSA, manifiestan su repudio, condena y voluntad de lucha contra toda forma de racismo y discriminación y exhortan a la ciudadanía y a la comunidad universitaria a exigir:
1.- La inmediata aprobación de la Ley Contra el Racismo y la Discriminación y su reglamentación correspondiente.
2.- Declarar el 9 de septiembre de 2008, como Día fatídico y de destrucción de los archivos institucionales y bibliotecas, ocurridos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y otras ciudades del país.
3.- A las autoridades nacionales, departamentales, locales y/o institucionales, a erigirse en parte civil en procesos judiciales para sancionar tanto a los autores intelectuales, materiales, cómplices y encubridores de la masacre de indígenas de El Porvenir, Pando, y del atroz crimen contra la cultura.
4.- Hacemos llegar nuestra denuncia a entidades y organismos internacionales sobre el genocidio y el “memoricidio”, delitos de “lesa humanidad” y “lesa cultura” que no pueden quedar impunes.
5.- Rechazamos la violencia política que siempre se ha planteado como un objetivo la destrucción de la memoria histórica e institucional de archivos, bibliotecas y centros de documentación tanto en Bolivia como en cualquier otro lugar del mundo.
6.- Hacemos un llamado tanto a docentes y estudiantes comprometidos con la cultura y la educación a defender nuestro patrimonio documental y nuestros recursos bibliográficos que deben estar al servicio de nuestro desarrollo y superación cultural.
7.- Censuramos las informaciones y noticias de algunos medios de comunicación que están incondicionalmente al servicio de la clase dominante y centros de poder externos, falseando la verdad manipulando la veracidad de los hechos y desinformando a la opinión pública en general.
8.- El sistema de la univesidad pública boliviana debe expulsar con ignominia al Rector de la Universidad de San Francisco Xavier, Jaime Barrón e iniciar los procesos correspondientes a los universitarios que participaron en los bochornosos hechos del 24 de mayo en la ciudad de Sucre.
Comisión de redacción (Docente estudiantil).
Rodolfo Santiváñez. Mary Money. Boris Inti Chamani. Raúl Calderón.Ramiro Sanjines. Cesar Lucero. Fernando Chuquimia. Rolando Barral.
1 comentario
Henry Perez Garcia -
ojala que las autoridades pertientes tomen cartas en el asunto y se pueda aprobar una ley contra el racismo que pueda acabar con las injusticias que vivimos en nuestro pais.