Blogia
Máximo Kinast Avilés

TENEMOS TANTO QUE CONTAR: PISANDO EL BARRO

Queridas amigas y amigos,

 

Esta nota es para participarlos de la inmensa alegría y entusiasmo que nos ha causado a Julio César Ibarra y a mí, el que el proyecto "Tenemos tanto que contar" que nos encargara la Corporación Letras de Chile, haya resultado ganador del Fondo del Libro, lo que nos permitirá replicar y multiplicar por ocho el piloto que viernes a viernes desde el otoño del año pasado hemos venido madurando en el Centro de Acogida del Adulto Mayor que el Hogar de Cristo mantiene en La Pintana; el cual, en pocas palabras, consiste en preparar a adultos mayores para que sean capaces de contar cuentos ante un auditórium.

 

No exagero si les digo que para realizarlo hemos tenido que enfrentarnos a nevazones, calores extremos, balaceras de narcotraficantes, torrenciales lluvias, y otros similares porque esto es así y lo es de manera literal. En pocas palabras: "hemos pisado el barro", como bien lo expresa una de nuestras cómplices en esta aventura, Paola Gervaso de Un Techo para Chile, corporación que junto a Hogar de Cristo son nuestras aliadas.

 

Y si hemos pisado el barro gastando tiempo, esfuerzos, creatividad e incluso dinero, es porque desde el comienzo estuvimos convencidos de que lo que haríamos sería algo bueno, y ya en marcha nos convencimos también de que lo que lo estábamos haciendo lo estábamos haciendo bien, y por ende, nuestros adultos mayores mejoraban en salud mental, en el sentirse útiles, y en su propia alegría de vivir. En otras palabras, mejoraban su autoestima, su autoimagen y su autoconcepto. Por otra parte, con estos viejos lindos hemos llevado literatura a niños en riesgo social que sin este proyecto difícilmente alguien les habría leído acaso un cuento.

 

Y si hemos también pisado el barro y lo seguiremos pisando es porque cuando nos dimos cuenta de toda esa maravilla que sin ninguna falsa modestia describo, decidimos que lo que estábamos haciendo lo haríamos con tal nivel de excelencia que nadie podría negarnos los apoyos que necesitaríamos. Y así ha ocurrido: trabajábamos buscando la excelencia, lógico era entonces que ganáramos el Fondo del Libro, haciendo notar además, que la búsqueda de la excelencia es un proceso que desafía permanentemente obligándonos a superarnos.

 

Queridas amigas y amigos, me despido agradeciendo a Letras de Chile, nuestra corporación; a Hogar de Cristo, quienes nos permitieron acercarnos y trabajar en sus hogares de acogida; y a Un Techo para Chile, quienes viernes a viernes nos llevan junto a nuestros cuenta cuentos hasta sus bibliotecas infantiles de los campamentos del gran Santiago; y, por supuesto al Consejo del Libro y la Lectura por habernos reconocido.

 

Fraternalmente, Julio César Ibarra y Martín Faunes Amigo. 

 

NOTA DE MAXIMO KINAST: Mis sinceras y calurosas felicitaciones a Martín Faunes y a Julio César Ibarra por esta iniciativa que merece la máxima difusión.

0 comentarios