FRED BENNETTS ESCRIBE AL CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS DE LA ONU
Consejo de DD.HH. de Naciones Unidas: ngochr@ohchr.org
Fax: + 41 22 917 9011
Consejo de Derechos Humanos Naciones Unidas
Correo postal: Equipo de la Comisión/Subcomisión (Procedimiento 1503)
División de la Comisión y los Tratados
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra
1211 Ginebra 10
Suiza
Favor enviar copia a
Human Rights Watch
350 Fifth Avenue, 34th floor
New York, NY 10118-32
Human Rights Watch: hrwnyc@hrw.org
A continuación la carta de Fred Bennetts:
Calle Buenos Aires, 12
Población Progreso, Cerro Placeres, Valparaíso
Tel. 56-32-2615463
20 de septiembre 2007
URGENTE
Consejo de Naciones Unidas,
New York.
Estimados Sres.
En vista de la próxima visita de la Presidente Bachelet a su sede y dada la pretensión del gobierno de Chile de ocupar un sillón en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, quisiera informarles de un reciente incidente que, en mi opinión, tiene graves implicaciones que ponen en duda la idoneidad de esa candidatura.
Adjunto un artículo que detalla ese incidente, del cual fui protagonista, tal como aparece en el diario digital chileno El Clarín. En resumen, el 18 de celebra la independencia chilena) fui agredido por un policía y varios carabineros mientras pasaba el coche en que la Presidenta de la República se dirigía al Te Deum en la catedral de Santiago.
El motivo fue un intento mío de enseñar a la Presidente, desde una barrera policial donde me encontraba, una simples hoja de papel en que estaban escritos los nombres de siete sacerdotes asesinados y calumniados por el régimen militar cuya causa los obispos que la esperaban en la catedral no han visto bien reconocer. Sin medir palabra o leer lo escrito en la hoja, me tiraron brutamente al suelo donde durante varios minutos un policía de paisano me mantuvo inmovilizado. Los carabineros bajo cuyas órdenes actuaba el policía, se dispersaron del lugar al aproximarse unos fotógrafos.
Al incorporarme, el responsable de los Carabineros reconoció que mi asaltante principal era un policía que actuaba bajo sus órdenes pero se negó a darme su nombre. También se negó a decirme donde encontraría una Comisaría donde denunciar inmediatamente la agresión que había sufrido.
Los daños físicos no eran apreciables, un brazo lesionado y sangrando y varios hematomas. Sin embargo, considero que el incidente era muy significante en el contexto actual chileno, tanto por lo que recuerda de los métodos utilizados por el régimen militar como por su concordancia con medidas recientes del gobierno que atentan contra las libertades y los derechos de las personas.
En cuanto al primero, llama la atención los métodos que Carabineros han adoptado, conscientes entre otras cosas de las fuertes críticas que ha acaecido la actuación de sus agentes durante las manifestaciones del 11 de septiembre (aniversario del golpe) - que incluyeron una brutal agresión al Senador de la Republica Alejandro Navarro. Adoptando las prácticas de la dictadura, contaron en esta última ocasión, con la presencia de al menos un agente de paisano quien luego negaron a identificar.
Le asignaron, además, un papel que les permitiría, tras participar en la primera fase de la agresión, luego ausentarse ante la llegada de nuevos testigos.
En cuanto a las recientes prácticas anti-democráticas del gobierno destaca el nombramiento del Ministro Secretario de la Presidencia, D. José Antonio Viera-Gallo, para negociar con los partidos de oposición unos cambios radicales al proyecto de creación del Instituto de Derechos Humanos. Acordó con ellos unas concesiones enormemente dañinas, sin siquiera consultar con otros miembros clave del gobierno, tal como la responsable de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos y la responsable del Programa de Derechos Humanos dentro del Ministerio de Interior.
Posteriormente, para tratar de asegurar la aprobación del Parlamento (por fin conseguido en el Senado pero no en la Cámara), el Sr. Viera-Gallo dió información incorrecta a sus propios partidarios, alegando que había consensuado las modificaciones con las principales organizaciones de derechos humanos.
Para el futuro se especula abiertamente, en círculos políticos y mediáticos, con la introducción de medidas draconianas ante lo que se percibe como amenazas contra "el orden público", incrementando los poderes de las fuerzas de seguridad y de los servicios de inteligencia.
Por fin quisiera resaltar un aspecto igualmente siniestro de la agresión que sufrí. Que yo sepa, la única referencia que ha aparecido al incidente en los medios ha sido una imagen en un noticiero de Megavisión (canal controlado por Ricardo Claro, ex-lto cargo del régimen militar). Aparecía yo inmovilizado por la policía en el suelo mientras se oía el comentario "Anciano reducido por la policía tras un altercado sobre problemas habitacionales". Me parece ilustrativo de la casi imposibilidad de hacer conocer por los medios los más flagrantes atentados contra las libertades, dado el dominio de la mayor
parte de la prensa y de los canales de televisión en Chile por los grandes grupos financieros. Es un tema que ha sido muy bien tratado en un informe de Human Rights Watch.
A la luz de lo que he expuesto, espero que se rechace la candidatura del gobierno de Chile para la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Les saluda cordialmente,
Fred Bennetts
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