'LA TERCERA' TERGIVERSA, MIENTE Y NO ACATA LA CONSTITUCIÓN
Nota de Máximo Kinast:
Una vez más La Tercera miente. En este caso, además, niega el derecho constitucional de réplica. Se inventa unas historias sobre Chomsky y no publica la rectificación. Ese es el monopolio informativo de Chile. Una vergüenza pública.
Sigue la carta que La Tercera se niega a publicar:
Octubre 24, 2006
Señor
Cristián Bofill Rodríguez
Director de “La Tercera”
Santiago, Chile
Fax: 011-56-2-550-7999
Estimado Sr. Bofill:
Junto con agradecerle muy sinceramente en nombre del Profesor Noam Chomsky la cobertura que “La Tercera” le dio a su visita a Chile desde el 14 al 22 del presente, en mi calidad de gestor de tal visita me permito aclarar algunas confusiones que aparecen en el artículo “La visita del izquierdista superestar” publicado en la sección Reportajes del domingo último.
En primer lugar, en el cuerpo de tal artículo se afirma que en una cita con estudiantes, Chomsky “defendió las pruebas nucleares en Corea del Norte”. Esto es falso. El Profesor Chomsky descalificó al régimen norcoreano y explicó claramente que en los últimos años, tanto durante el gobierno de Clinton como el de Bush II -específicamente en noviembre último-, EE.UU. y Corea del Norte habían llegado a acuerdos que contemplaban una disminución de las armas nucleares en la región, pero que EE.UU. ha incumplido tales acuerdos. Bajo las circunstancias de esta dinámica -el Profesor Chomsky afirmó-, lo único que hace Corea del Norte es defenderse. En otros términos, Chomsky explicó claramente el contexto en el cual había que entender las pruebas nucleares norcoreanas, algo muy distinto de defenderlas.
El mismo artículo también habla de la contradicción del discurso anticapitalista de Chomsky y su condición de “millonario”. Esto también requiere aclaración pues la verdad es que es sólo “medio millonario”. En efecto, la casa que compró hace varios años en 40 mil dólares, hoy vale alrededor de medio millón de dólares y constituye la principal parte de su patrimonio, el cual comparte con su esposa Carol, de modo que habría sido más correcto llamarlo “medio millonario” en vez de millonario. Entre paréntesis, una casa de 500 a 800 mil dólares es perfectamente alcanzable a una pareja de profesionales en los EE.UU., incluídos profesores de educación
secundaria y básica como algunos de mis vecinos, de modo que –en este
contexto- el patrominio de Chomsky no tiene nada de excepcional.
El artículo en cuestión también afirma que Chomsky “pidió que le buscaran hoteles de cinco estrellas pero que no fueran muy ostentosos”. Falso. Chomsky nunca pidió nada de esto y la selección de hoteles fue decidida directamente por los representantes de la Universidad de la Frontera en Temuco, el programa “Trinity-in-Santiago” en Santiago, y la Federación de Estudiantes de la Universidad de Iquique, según el criterio que ellos estimaron adecuado, sin siquiera consultar conmigo, a pesar de que hice todos los arreglos de la visita de Chomsky a Chile, incluído el detalle más
mínimo de sus actividades públicas y privadas, entre las últimas una muy interesante conversación con representantes de la Corriente Revolución Anarquista, la cual se guardó en reserva para evitar acoso mediático.
Finalmente, debo agregar que afortunadamente la prensa no tuvo acceso a la cuenta del hotel de Iquique antes de que yo la rectificara, pues de lo contrario no me cabe ninguna duda de que habría publicado titulares como “Chomsky se da masaje muscular de 50 dólares y lo carga a cuenta de Federación de Estudiantes”. El hecho es que quien se dio tal masaje, falsificó la firma de Chomsky y lo cargó a su habitación, fue una relacionadora pública de “la nueva izquierda chilena”, la politóloga Susana Cortés Momberg, que dentro de sus actividades “free lance”, se suponía que trabajaba a favor de los intereses de la Federación de Estudiantes de la Universidad Arturo Prat. Aunque los comentarios huelgan, menciono el hecho pues es otra forma en la cual se podría haber empañado intencionadamente la honestidad e integridad de Noam Chomsky en los medios de difusión pública.
Agradeciéndole al señor Director la publicación de las aclaraciones arriba mencionadas de modo que podamos dar por superadas las confusiones correspondientes, me permito saludarlo con las expresiones de mi más alta y distinguida consideración,
Germán F. Westphal, Ph.D.
Universidad de Maryland
Sede Baltimore, EE.UU.
E-mail: westphal@umbc.edu
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