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Máximo Kinast Avilés

LOS VIEJOS ALLENDISTAS

 

Desde Suecia me escribe Oscar Gutiérrez, un viejo allendista, exilado, defensor y activista de  los Derechos Humanos. Hace un mes me avisó que de este año no pasará. El cáncer ha hecho metástasis y el fin está próximo, pero Oscar sigue luchando contra las injusticias, escribiendo y reenviando correos. Hace poco hizo un  gran esfuerzo y asistió a un evento político en el pueblo de Suecia donde vive. Hizo fotos y envió los comentarios a sus direcciones y listas de correo.

Hoy me ha enviado estas líneas:

Estimado amigo Máximo:

Tus palabras no sólo me estimulan, sino que me dan fuerzas para llevar adelante esta pequeña lucha personal. Te digo pequeña, porque mirando al mundo y la injusticia del sistema que lo rige, lo mío es absolutamente insignificante.

En estos momentos sólo basta con echar una mirada a las fronteras de Sudán, donde a diario mueren miles -fundamentalmente niños- por el hambre.

La corrupción de las élites partidarias llega a tal extremo, que hace posible el surgimiento de movimientos de masas espontáneos, como el de "Los Indignados".

En estos momentos no tengo otra alternativa que la de ser "conejillo de indias. He bajado unos 15 kg a pesar de mi buen apetito. Las metástasis me arrebatan gran parte de lo que consumo y de mis fuerzas. Sólo espero que no me falle mucho el estómago para seguir soportando la gran cantidad de calmantes que me administran. Morirse no es el problema; sí lo es, el morirse de a poco.

Con un fuerte abrazo/Oscar

 

Su carta me ha recordado a Carlos Bongcam, otro viejo socialista allendista exiliado en Suecia, escritor y hábil polemista. Escribió varios libros, entre ellos una colección de libros de enseñanza básica para niños sudamericanos, que el Gobierno sueco adoptó en sus planes de estudio; pero Ricardo Lagos, (cuando era Ministro del gobierno de Frei) hizo quemar los que gentilmente Bongcam donó a Chile. Carlos escribía libros, cultivaba rosas y defendía los Derechos Humanos en foros y listas de discusión, hasta su último día.

Dejó un testimonio en Memoria Viva: http://www.memoriaviva.com/testimonios/Testimonio_de_bongcam_wys.htm

Allí hace referencia a sus libros autobiográficos y novelados:

“Chile: Condenado a Muerte”, que se puede leer en: http://www.alipso.com/monografias/carlos_bongcam_wyss/

“Consejo de Guerra”, en pdf se puede bajar desde http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/bongmanc/bongmanc0002.pdf

Y la novela histórica  “La ‘Guerra Privada’ del Capitán Fernández” que también está en pdf y se pude bajar desde http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/bongmanc/bongmanc0005.pdf

 

También la carta de Oscar me trajo a la memoria al poeta Sergio Mouat, carpintero, exiliado en Australia, gran viajero, vino al Perú a despedirse de sus amigos poetas y estuvo alojado en mi casa. Me dijo que estaba un poco mal del estómago. Eran los días en que se intentaba extraditar a Fujimori. Me acompañó a reuniones en la Coordinadora de Derechos Humanos y se comprometió a enviar correos a sus amistades en apoyo a la extradición y lo hizo. Lo notable es que al despedirse, de regreso a Australia, me dijo que no nos volveríamos a ver, que el cáncer estaba muy avanzado y que estaba sobrepasando el tiempo que le habían dado los médicos. Al mes de esa despedida falleció en Australia. El sitio web con sus poemas ha desaparecido y de Sergio sólo tengo el recuerdo.

Así es querido Oscar, otros se han ido antes y pronto les seguirnos los que vamos quedando. Seguiremos en la lucha por un mundo mejor, más justo, más solidario, más equitativo. No abandonaremos mientras estemos vivos. Con tu ejemplo seguiremos intentando abrir esas grandes alamedas. Y creo que podemos irnos tranquilos, aunque fracasemos. Los jóvenes, los estudiantes chilenos, esos a los que Violeta Parra les cantaba, “me gustan los estudiantes” han despertado y rugen como leones y nada ni nadie les detendrá.

Disfruta de su lucha en http://www.facebook.com/pages/FECH-Federaci%C3%B3n-de-Estudiantes-de-la-Universidad-de-Chile/129476138947?sk=wall&filter=1

Con mi cariño de siempre y mi respeto por tu valor

Máximo Kinast

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