"Luksic se Llevó a Lagos dos veces a su Mina Los Pelambres, en su Avión Privado, y fue uno de sus Principales Financistas.". El cobre, los tentáculos de las multinacionales en el patrimonio nacional, su involucramiento con la política y su control de la agenda pública, además de su situación judicial, son parte de los temas que Jorge Lavandero, ex diputado y senador, aborda en conversación con Mediapinta. Político de dilatada trayectoria, diputado y senador en cuatro períodos cada uno, se ha identificado con la causa de la defensa del cobre y fue uno de los principales organizadores en la década del ’80 de la oposición a la dictadura de Pinochet, durante protestas, paros y concentraciones. Jorge Lavandero, en este minuto, se encuentra en la batalla de disipar dudas tras el escarnio público que le significó su juicio y prisión por abuso sexual de menores, donde apunta a las grandes trasnacionales mineras, los medios de comunicación y el poder político, como los gestores de la conjura que el 2003 lo retiró de la vida pública. “Yo toco poco mi caso, porque es muy largo para explicarlo. Para eso está el libro.”.
Se refiere a “Desde la Cárcel. De cómo fui víctima de un complot y montaje político, jurídico y comunicacional para silenciarme”, publicación aparecida en julio del presente año. “Saqué unos folletos que relatan cómo sucedieron los hechos.” Advierte, y nos enseña unos boletines autopublicados del Fortín Mapocho, además de otros escritos suyos publicados en “El Ciudadano” y en el extinto “Diario Uno” sobre la empresa transnacional minera Barrick Gold. “Ahí se puede ver cuando Clarita Szczaranski me dice: “te estoy criando un perrito…”, y un mes después declara en mi contra.” Señala con un dejo de rabia. Pero no se detiene ahí, señalando que “La cosa empezó con Ricardo Lagos Escobar. La conspiración fue de Lagos, Francisco Huenchumilla y Andrónico Luksic. El fiscal Armendáriz fue un instrumento que se encargó de pagar a testigos y de “armar” un caso. Fue Huenchumilla el que coordinó el cuento; primero quiso ser candidato a senador, y nos fuimos a una primaria, convenciendo a Lagos de que me ganaría por paliza, y lo que pasó fue que el perdió por paliza. Ahí comenzó a generarse toda esta estrategia: se pierde Huenchumilla –incluso dice que se retira de la política- pero llega Lagos, quien lo toma y lo deja como ministro Secretario General de la Presidencia. En esa calidad, habla con el subsecretario de Justicia para cambiar al fiscal por Xavier Armendáriz, para lo cual tienen que remover a cuatro jueces que habían reafirmado la falta de pruebas para mi caso. Luego, cuando Armendáriz descubre que no tiene las pruebas, abre un libro para que mis adversarios testifiquen en mi contra, y así es como surge lo de los testigos de contextos: señoras que dicen que hace cuarenta o cincuenta años yo les había dado una palmada en el trasero. Y entra en escena canal 13, en un montaje armado por Sutherland para el famoso reportaje del programa “Contacto”. Habían estado filmando dos años sin resultados, por lo que no les quedaba más que recurrir al montaje.”. Puestos en el tema, vemos que al ex parlamentario no le molesta extenderse en los detalles de su situación judicial.
Hay declaraciones de supuestos testigos en donde reconocen que el fiscal Armendáriz les ofreció dinero para declarar en su contra. Eso es lo que está en el libro. Que estos niños digan que Armendáriz les pagó tres millones y medio de pesos a cada uno, y que otro diga que eso fue un negocio de su madre con este personaje, y todo eso firmado ante notario, es algo escandaloso. Yo he hecho una cantidad de entrevistas en el “Diario Uno”, en “El Ciudadano”, en la Radio Universidad de Chile, en la Nuevo Mundo, en donde denuncio esta situación, y él (Armendáriz) nunca se ha atrevido a contestarme de esta acusación tan grave. ¿Su esperanza sería tener alguna respuesta judicial a estas acusaciones, cosa de demostrar su inocencia ante tribunales?
Estos tipos no van a contestar. En España cayeron dos ministros por el asunto de Garzón, y eso es menos de lo que me hicieron a mí. Ellos tenían toda la fuerza por el asunto del cobre: la Barrick Gold, cuyos directores, Luksic y Cisneros, se encuentran involucrados. No olvidemos que Cisneros es financista del mentado programa de Contacto. De ahí salió la plata para que estuvieran filmando dos años. Y de parte de quienes estaban en el Gobierno en ese momento, ¿que espera?
¿Cuál fue la razón de Lagos? Cuando él era candidato, yo le entregué cinco de mis libros dedicados al tema del cobre, y le dije: “Tú vas a ser Presidente de la República, quiero que sepas que desde los 24 años éste ha sido mi tema. Participé en la nacionalización del cobre con Eduardo Frei, en la nacionalización total con Salvador Allende, durante la dictadura recorrí el país en contra de la concesión plena para reprivatizar el cobre. Es la lucha de toda una vida.” Entonces me sorprendió con su respuesta: “Jorge, el cobre no está en mi agenda”. Lo que encontré extraordinariamente curioso, por decir lo menos, ya que las platas de Codelco le financiarían 4 ministerios: Vivienda, Obras Públicas, Salud y Educación. Yo quedé extrañado, pero luego supe que Luksic, quien fue uno de sus principales financistas, se lo llevó dos veces en su avión privado a su mina Los Pelambres. Saquen sus propias conclusiones. Con esto comencé a recorrer el país y logré convencer a la gente de que el royalty es necesario. Entonces el presidente de la DC de la época, Adolfo Zaldívar, me dice: “Tienes que convencer al resto de los presidentes de la Concertación sobre el tema, y si lo logras, le exigimos una reunión a Lagos”. Yo recurrí a los presidentes de los partidos y nos reunimos con Lagos en el búnker de La Moneda. Ahí le puse la pistola al pecho. ¿El dedo acusador?
(Sonríe) Al dedo acusador le puse una pistola al pecho. Entonces no le quedó otra que recibirme el proyecto, que era una modificación simple que requería de mayoría simple para su aprobación, porque era un royalty regional tal como hace referencia la Constitución para este tipo de reformas. Lagos, habilidosa y tenebrosamente, mandó un proyecto modificado, más complicado de aprobar porque tocaba una ley orgánica donde se requerían los tres cuartos en la cámara de Diputados y en el Senado. Yo les dije: “Esto se va a perder”. Y se perdió. ¿Qué pasó entonces?
Tras esa votación a mí me sacaron, yo ya estaba fuera de Senado, y entonces fue cuando mandaron el famoso proyecto de “Royalty II”, que le metió el dedo en la boca a todos los chilenos, porque no era tal. Lo que hizo este proyecto, finalmente, fue una rebaja de impuestos, porque las empresas no pagaban el impuesto pero tenían que pagar un 42%, y cualquier gobierno se los podría haber exigido a las transnacionales. De este 42% se baja a un 35%, y luego le suma un impuesto adicional del 4%, como un falso royalty, lo que sumado da un 39%. Un tres por ciento menos que el cuarenta y dos por ciento original. El proyecto, además, les da la invariabilidad tributaria a las empresas. Que es lo más grave de todo.
¡Qué es un tremendo favor! Y ahora le da el pretexto a Piñera, que a raíz del terremoto les otorga un año y medio más de invariabilidad en el aumento de cuatro a nueve por ciento de royalty. Y en esto se vino lo de Australia, cuando el Primer Ministro resolvió aplicar un 57% de aumento en el royalty, y ahí la empresa Billington operó y botó al Primer Ministro. Su reemplazante tomó el caso y dictaminó un alza de sólo el 30%. En Canadá sucedió algo similar con la Barrick Gold… Ahí el Primer Ministro se opuso a los planes de esta transnacional, quienes respondieron sacándolo al crear un caso de acoso sexual contra su secretaria. Y no fue solo eso sino que colocó a su director, Monroy, para llevar adelante sus planes de explotación minera. Hasta Bush estuvo metido en eso. La Corrupción del Cobre. Hay antecedentes de que usted se reunió alguna vez con los representantes de la Barrick Gold. ¿Qué pasó en ese encuentro? Eso fue el año 2003, siendo yo presidente de la comisión de Hacienda y de Minería, por lo que era un obstáculo para ellos. Como sabían que yo iba a votar en contra del Tratado Minero Chileno-Argentino, comenzaron a invitarme. Tanta fue la insistencia que finalmente acepté, pero señalando que iba con mis asesores, un PC, un PS y un DC. Al entrar les dije que yo iba a tomarme una sopita, porque andaba medio enfermo del estómago. Había langostas, y otras exquisiteces, y allí estaban Urrutia y Sergio Jarpa, de la Barrick, Marcelo Trivelli, Pilar Velasco, con varios abogados DC. Yo les dije que iba a votar en contra del Tratado, y quedaron paralizados. Les explique que ellos eran dueños de la Minera el Indio, la mina de oro más grande que ha tenido Chile, explotándola por 15 años sin pagar un peso al Fisco hasta que la agotaron, y lo mismo van a hacer con Pascualama. La respuesta de ellos fue “Jorge, el proyecto es muy bueno”, y luego se les salió: “es muy bueno porque lo hemos hecho nosotros y se lo hemos entregado al presidente Menem y al presidente Frei.”. ¿Cómo? dije yo, y me pare y me fui, ya que no iba a aceptar que una multinacional legislara en Chile a favor de sus intereses privados. Ustedes se acuerdan del asunto de Menem con la Bolocco y Frei; bueno, se terminó lo de la Barrick Gold y le pegaron una patada en el poto a la Bolocco, y se acabó. ¡Esto es perverso, es tremendo! Han sacado a primeros ministros y puesto en su reemplazo a representantes propios, están acusados de asesinatos de dirigentes sindicales en Estados Unidos, sacaron a dos presidentes en África. Estas empresas, las cinco más grandes, cada año se llevan prácticamente el presupuesto de la nación y no pagan impuestos. Si en Inglaterra cinco empresas productoras de petróleo se llevaran el presupuesto sin pagar impuestos, ¡ni la Thatcher aceptaría eso! Pero en este país, treinta mil millones de pesos es mucha plata, por lo que darle US$100 millones a un candidato presidencial es la nada misma, para asegurarse de seguir saqueando la principal riqueza de este país. ¿No hay forma de detener a estas trasnacionales?
Cuando Bachelet estaba de ministra de Defensa me reuní con ella junto a mis asesores. Y le dije que Codelco tiene que pagar un 10% de las ventas para las Fuerzas Armadas, lo que es un royalty muy oneroso en la competencia entre Codelco y las empresas privadas. Por ello le propuse extender este gravamen a las empresas de la gran minería para que pudiera competir en igualdad de condiciones con las trasnacionales, que explotan más de los dos tercios del cobre chileno. ¿Y cuál fue la respuesta que obtuvo?
Ella quedó feliz y contenta. Pero quince días después se olvido. Seguramente Lagos le dijo: “¿Cómo, estás loca? Si a mí me entregaron la plata y a ti te pueden financiar tu próxima campaña de candidata a la Presidencia de la República, ¿cómo vas a aceptar la proposición de Lavandero?” Y ahí se acabó. Con la UDI pasó lo mismo: ellos me invitaron y yo fui a calle Suecia con mis asesores; estaban sus parlamentarios, su directiva y sus técnicos en cobre, encabezados por Méndez. Y cuando les di la información quedaron con los ojos abiertos como platos. Entonces me dijeron que formáramos subcomisiones. Barajamos los nombres para integrarlas, y a los quince días, luego de un par de telefonazos, se terminaron las subcomisiones. ¿Fue el único contacto que tuvo con la derecha en torno al tema?
Una vez me invitó Piñera, cuando era presidente de Renovación Nacional. Me alcanzó a decir, en esa ocasión, que estaba a favor de una propuesta de aumento del impuesto para la gran minería del cobre, pero luego, cuando quise confrontarlo, ¡pum! Se corrió. Y claro, la gente de las transnacionales los llaman, les dicen “¿Pero qué te pasa? Te estamos dando la plata, ¿cómo nos sales con esto?”, y con eso les basta. El lobby que hacen estas empresas es impresionante. Son legisladores paralelos, y el pueblo chileno no tiene idea. Con las actuales leyes de quórum, se compran dos o tres votos y el tema queda zanjado para cualquier proyecto de ley que implique una modificación profunda. ¿Existe algún otro camino que el parlamentario para lograr modificar esta realidad en la minería?
Esto es algo que la gente no sabe. Existe una disposición que Pinochet dejó vigente en la Constitución del ’80, la cual permite que el Presidente de la República renacionalice el cobre a través de un simple decreto presidencial. Con ese decreto nacionalizó Allende, producto de la reforma constitucional que está vigente donde el cobre es chileno inalienable e imprescriptiblemente. No hay voluntad política para hacerlo, entonces.
Exacto. Además hay otra disposición que está en COCHILCO (Comisión Chilena del Cobre) que dice que el Presidente, con esta institución, pueden decretar formar el estanco para la venta del cobre. Es decir, todo el mineral vendido por las trasnacionales debería pasar a través de COCHILCO. Ya eso sería suficiente para frenar el robo, ya que llegaríamos a un precio real y los impuestos serían ineludibles. Entonces los instrumentos existen, pero, como ustedes dicen, falta voluntad política para llevarlos a cabo. ¿Por qué cree usted que no existe esa voluntad?
Cualquier persona sin cultura minera o financiera se da cuenta de esta colosal riqueza que tiene Chile. Con Julián Alcayaga lo hemos dicho en libros y en otras partes: Chile ocupa el 0.5% del territorio del planeta, y es aquí donde se encuentra el 50% de las riquezas de cobre conocidas en el mundo. Es una riqueza superior a la que pueda tener la OPEP, y Chile produce entre el 35 y el 40% del cobre que se produce en el mundo, pero como hay muchos países que lo autoconsumen, el 60% que se transa en las bolsas internacionales es chileno. Esa es la importancia colosal que esto tiene para la economía del país. En el congreso se aprobó una comisión especial para investigar la tributación de la gran minería del cobre. Esta comisión trabajó desde 1993 hasta junio de 2004, llegando a conclusiones que fueron votadas en la sala, donde fueron aprobadas por unanimidad; todas a excepción del royalty, que obtuvo simple mayoría. El contexto de esa comisión se verifica en el libro “Una política para el cobre chileno”, donde se explica que nadie sabe para dónde va ni qué pasa con esta riqueza. El primer elemento que se aprobó en el Senado, entonces, fue que se debe llevar a cabo una política del cobre chileno. Así como hay una en Educación y en Salud, debe haber otra en torno a este tema. Segundo: el cobre debe ser fundido y refinado en el país para darle valor agregado, no puede salir el 41% del cobre como concentrado, por distintos motivos: se debe poder fiscalizar el contenido, ya que se presta para la evasión tributaria y para alteraciones, ya que el concentrado es en un 32% de cobre y lo demás es material estéril (roca y humedad) y por cierto molibdeno, oro y plata, materiales que en pocas cantidades tienen un valor muy grande. Por este motivo evaden entre un 2 y un 8%, lo que es mucho, mucho dinero; además del molibdeno, el oro y la plata. ¿Cuáles son las consecuencias concretas de esta forma de evasión?
Hay que darse cuenta de que Codelco, sólo por la explotación del molibdeno que está contenido y asociado a la explotación del cobre, obtiene un 20% de sus utilidades. Es decir, con el molibdeno Codelco explota de forma gratuita todo el costo que significa explotar, fundir y refinar el cobre. Al mismo tiempo, cuando se envía concentrado (donde alrededor del 70% es material estéril) Chile tiene que pagar por el flete de eso, y debe pagar además los seguros del concentrado total por las rocas y por el material estéril y por la humedad contenida. En conclusión: no fundir y refinar el cobre le significa alrededor de 60 mil puestos de trabajo al país, además de dejar de obtener una utilidad de dos mil millones de dólares anuales. Chile tiene el mayor potencial minero para cualquier inversionista en el mundo, porque en vez de minas tenemos yacimientos, cuya diferencia es el porte. Aquí hay cerros completos de cobre que están a menos de doscientos kilómetros de los puertos de embarque. Hay carreteras, energía, trabajadores especializados, ingenieros… Y un paraíso fiscal.
Si, además de un paraíso fiscal. Sumado a esto, Chile tiene una carga tributaria para las empresas mineras del 14,5%, y esa carga es 50% más baja que en el Perú, que tiene el 37%: ¡Por eso es un paraíso fiscal! Tiene las mejores condiciones de rentabilidad para los inversionistas, y además la tributación más baja del mundo. Esto aumenta la voracidad de las multinacionales. No nos olvidemos que hace ocho años generaron una sobreproducción mundial, desde Chile, para tirar el precio al suelo ¿Por qué, se dirán muchos? Porque estas multinacionales tienen otras filiales que lo elaboran, por lo que mientras más barato esté el precio, más utilidades consiguen en este proceso. Un caso simbólico en ese entonces fue la venta de la mina Disputada de las Condes, por parte de multinacional Exxon.
Ese fue un escándalo macizo. Yo estuve persiguiendo durante 24 años a esta empresa. La Disputada de las Condes, filial de la Exxon, declaro perdidas durante todo ese tiempo. Descubrimos todos sus manejos: tenía una filial en las Bermudas, y en vez de traer capital traía crédito; entonces toda esta inversión, con la amortización acelerada, era para llenar este vaso vacío que era el crédito. Jugaban todo el tiempo a tener pérdidas, cosa de no pagar impuestos. Fíjense que la empresa fue comprada a ENAMI en US$ 92 millones por la Exxon. 24 años después, tras la presión que ejercimos, estos deciden salirse del negocio y se la venden a la Anglo American en US$ 1200 millones, en circunstancias de que su mochila de pérdidas acumuladas era de US$ 567 millones. O sea, con esos 567 millones la Anglo American va a descontar impuestos hasta el día del juicio final, porque es un crédito fiscal. Yo me pregunto si alguien en el mundo compraría una empresa si durante 24 años ésta registra pérdidas. Aquí en Chile, si eso sucede, la empresa dura tres años y se cierra. Y además Lagos, que está metido en todo esto, le arregló el pago impositivo por la diferencia de la valorización, que es la diferencia entre la compra y la venta de la mina, lo que es un negocio fabuloso para ellos. ¿Se puede decir que el área cuprífera está corrupta?
Claro, es una corrupción masiva. Hasta en un país africano caerían presidentes por esto. ¿Cómo es posible, por ejemplo, lo siguiente? Yo tuve un foro en la CUT con el señor de José de Gregorio (actual presidente del Banco Central) quien venía saliendo del ministerio de Economía y de Minería, donde afirmó que “más le valía a Chile vender (el cobre) en US$ 9 mil millones y que los chilenos vivieran de los intereses que estos pudieran entregar”. Hay que darse cuenta de que en los últimos tres años el cobre entregó US$ 27 mil millones, y este tipo propuso que se vendiera en 9. Otro señor -digno de Ripley-, Jorge Cartagena, quien fue vicepresidente de COCHILCO, supuesto ente asesor del gobierno y fiscalizador del cobre, salió con el siguiente disparate: en un oficio que me envío me indicaba que era mejor vender todo el cobre chileno a 85 centavos de dólar, que era el valor en esa fecha, ya que nunca más iba a subir el precio, según él. Bueno, el señor De Gregorio es ahora presidente del Banco Central, mientras que el señor Cartagena, cuyo disparate le costó millones de dólares al país al vender a futuro el cobre a 85 centavos de dólar, fue ascendido a SERNAGEOMIN. Eso es lo que pasa con las autoridades chilenas. Y considerando que ese precio, 85 centavos, era el más bajo de la historia producto de la sobreexplotación.
Tal como usted lo señala. Uno se pregunta qué pasa con el Banco Central, que es el encargado de fiscalizar el tema porque tiene que ver con las exportaciones, y llegamos a la conclusión de que tenemos el cuidado del queso a cargo del ratón. Estamos vendiendo nuestra riqueza por un plato de lentejas. ¿Donde están los ministros de Hacienda, Economía y Minería de la Concertación? Todos en empresas privadas, en multinacionales. Esos fueron mercenarios; les arreglaron su situación a las empresas extranjeras, por orden de los presidentes de la República, para que se pudieran llevar prácticamente gratis todo nuestro cobre. |
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