COLOMBIA: 'GRACIAS JUVENTUD LIBERAL'
No puedo esconder mi felicidad porque el Partido Liberal recibió en las elecciones del domingo pasado la derrota que merece por haber traicionado a Gaitán quien, siendo socialista, ingresó a ese partido para que el pueblo se lo tomara, convirtiéndolo así en el PARTIDO DEL PUEBLO.
Por eso dijo mi padre: "lo que queremos es que la oligarquía liberal se vaya para el partido conservador y que el pueblo conservador se venga para el partido liberal. Así tendremos un partido del pueblo. Así estaremos claros".
¿Por qué Gaitán, siendo socialista, ingresó al Partido Liberal? Porque en aquel entonces el pueblo estaba aferrado a la palabra liberal y el grito de "Viva el Partido Liberal" le producía reflejos condicionados que le hacían pensar en procesos de reivindicación social. Entonces mi padre dijo "lo importante de un frasco no es su rótulo sino su contenido, que se sigan llamando liberales, si es lo que quieren, pero dotaremos al liberalismo de un arsenal ideológico socialista".
Todo eso fue traicionado con el asesinato de mi padre y ahora tenemos que, después de ocho años de estar el Partido Liberal dizque en la oposición a Uribe, deciden sus directivas -sin consultarle al pueblo- adherir a Santos para la segunda vuelta de la contienda electoral en pos de la presidencia de la República.
Ante esta actitud oprobiosa, la juventud liberal se sublevó y yo, con lágrimas en los ojos, les oí decir en el noticiero de Telesur que ellos llamaban a la dignidad. Así han hecho, igualmente, ocho dirigentes liberales: Piedad Córdoba, Cecilia López y seis más, cuyos nombres no han sido divulgados aún.
Me conmueve y emociona que aún tenga el liberalismo unos dirigentes y unas juventudes que lleven la antorcha de la dignidad y que no entiendan la política como la búsqueda de prebendas y puestos burocráticos, sino como un campo de batalla para lograr unos objetivos coherentes de justicia social.
Lo que ahora se vive me recuerda el año de 1946 cuando, al ganar las elecciones presidenciales el conservador Mariano Ospina Pérez, llamó a un gobierno de Unión Nacional, como acaba de hacerlo Juan Manuel Santos, proponiendo la repartición paritaria de los diez ministerios existentes entre liberales y conservadores y mi padre, Jorge Eliécer Gaitán, a la cabeza de la corriente popular del liberalismo, le respondió: "le regalamos el plato de lentejas de los cinco ministerios, porque lo nuestro no va tras la repartición burocrática; lo que queremos saber es qué van a hacer los ministros, cualesquiera que ellos sean".
Gracias Piedad Córdoba, gracias Cecilia López, gracias a la juventud liberal, gracias a los liberales con dignidad que conservan la llama de las generaciones de liberales que lucharon por una Colombia justa, equitativa y digna.
Fraternalmente,
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