COLOMBIA: SI NO EXISTIERAN LAS ENCUESTAS ...

Por Gloria Gaitán

Si no existieran las encuestas y Ud. ignorara quién  -según estas encuestas- va a la cabeza o a la cola ¿por quién votaría Ud.?

¿No es cierto que lo haría por quien tiene el mejor programa?

Pues hágalo así en la primera vuelta, en la que los colombianos diremos qué es lo que verdaderamente queremos para Colombia.

En la segunda vuelta votaremos por el cambio, así este sea insignificante.

No olvide que en la Nueva Granada un insignificante florero (el de Llorente) fue la chispa que encendió la pradera.

Cordialmente, GG  

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::.

Santos: "Yo no soy A. Uribe"

Mis amigos y mi familia me han oído decir, de tiempo atrás, que si gana Santos las próximas elecciones presidenciales, éste inmancablemente traicionará las expectativas que sobre él tiene Uribe y le dará la espalda, tal como lo hacen siempre quienes actúan en los territorios de las mafias.

Así lo ratifica el reportaje a Juan Manuel Santos publicado hoy por el diario El País de España, en el que se lee: 

 

"El País. Aunque no quiere hablar del ascenso de Mockus, ¿cree que puede haber, como sugiere algún analista, cierto cansancio por el estilo de gobernar de Uribe?"

"Santos. Puede haber algo de eso, pero también hay que tener en cuenta que yo no soy Uribe. Y si los colombianos están cansados de un determinado estilo de gobernar, en eso pueden quedarse tranquilos, porque yo tengo el mío propio."

Con esta declaración Santos intenta comenzar a deslindarse de los infinitos delitos y arbitrariedades que ha cometido Álvaro Uribe y su gobierno y que Mockus calificó como una "responsbilidad moral" de Uribe y Santos en el caso de los falsos positivos, denominación que se le ha dado a los asesinatos de gentes inocentes, haciéndolas pasar por guerrilleros, pero que puede cobijar muchísimos delitos más de este gobierno, como la elaboración de falsos prontuarios (de lo cual yo, personalmente, he sido víctima en 44 oportunidades durante estos últimos siete años, por denuncias temerarias de las que me ha sindicado el gobierno, habiéndose demostrado que se trataba de montajes premeditados para manchar mi honra y despojarme de cualquier influencia política, pero que, de todas maneras, a pesar de haber sido demostrada mi inocencia, me ha ocupado mi tiempo casi totalmente durante estos últimos siete años de mi vida).

 

Es algo que le ha ocurrido a mucha gente más, afectando su trabajo productivo, sus recursos económicos y su salud. 

Pero también están las falsedades cometidas para lograr la segunda reelección e intentar la tercera. Y, peor aún,  los desplazamientos de los campesinos, para los cuales no se han podido aprobar leyes de justicia y reparación que los ampare, porque el gobierno se ha ocupado de no permitir su aprobación en el Congreso.

El robo de tierras, que después el gobierno le regala a los ricos y a los narcotraficantes, ha sido método reiterativo de este gobierno. Pero también ha habido otros robos, en casos más particulares, como el mío, ya que el gobierno confiscó ilegalmente mi biblioteca personal, mis muebles y enseres familiares, los archivos particulares de mi madre y míos, las muñecas de mi infancia y todos los juguetes de mi niñez, vajillas, cristal, obras de arte, grabados, esculturas, precolombinos, hasta mi vestido de Primera Comunión y el abrigo que fue el último regalo que me dió mi padre, mediante allanamiento,  todo irregularmente confiscado, sin justificación ni respaldo legal alguno.

Pero ahora, cuando se acerca el final de los personajes que por espacio de siete años  sin respaldo jurídico, han estado violando la Constitución Nacional en su artículo 34, que prohibe tajantemente toda confiscación sobre bienes bien habidos, me notifican telefónicamente -y por interpuesta persona-  que, a partir de ayer, en un plazo de dos días hábiles, me harán entrega "voluntaria" de mis bienes.

Les he respondido por escrito, en carta que aquí anexo, donde detallo un hecho que, aún cuando personal, tiene un sentido histórico porque todos estos actos cometidos contra mí y la familia directa de Jorge Eliécer Gaitán, han sido mecanismos soterrados para cumplir con el propósito deliberado de sepultar la memoria de mi padre, el gran líder popular, que -según dice Uribe- es condición sine qua non para alcanzar el cumplimiento de la llamada "seguridad democrática" y yo, su objetivo, porque tal como lo han escrito "no permito enterrar la memoria" de mi progenitor.

Es un caso personal, pero que, además de estar inmerso en la historia de Colombia, ejemplifica la afirmación de que "Dios está en el detalle", razón por la cual Mockus antepone la "legalidad democrática" a la "seguridad democrática".

 

Cordialmente, Gloria Gaitán