PERÚ: LA TETA ASUSTADA
Pedro Flecha ha sido el primero en captar la grandeza de La Teta Asustada en esta excelente crítica de cine:
CRITICA DE CINE POR PEDRO FLECHA
Una estrella más para ’La Teta Asustada’: ganó festival de La Habana (El Comercio)
17:48 | Película peruana se impuso como mejor largometraje de ficción y recibió otro premio por dirección artística. Ahora espera competir en los Oscar
Hace muchas décadas no hago una crítica de cine. Desde mis noveles 17 años como crítico de Cine en “Oiga” y después en la pionera “Hablemos de Cine” mi vinculación con el cine ha sido esporádica, especialmente después del surgimiento de Internet.
Había visto, no hace mucho, “Madeinusa” de la misma directora y con la misma actriz y me sorprendió tanto como lo hizo, hace décadas, “Kukuli” de Figueroa/Nishiyama/Chambi de los 60’s que fué premiada en Karlovy Vary.
“Kukuli” era una amalgama interesante y auspiciosa. Era la cultura fotográfica de la “Escuela de Cusco” (muy rusa, muy eisentineana) en un drama visual extraordinario. Después de “Kukuli” en muchísimas décadas, uno podía encontrar solo unos pocos chispazos de buen cine en p.e. un Armando Robles (que hubiera sido mejor sino hubiera sido tan terco) entre montones de basura en el llamado “Cine peruano”.
“Madeinusa” era un filme tan retador, como lo fué “Kukuli” en su tiempo, entre los dos, no hubo nada que se acerque a lo que podemos llamar cine; excepto por algunas pocas secuencias del otro cine peruano, que todas juntas, sumadas y exponenciadas, no llegarían a una hora. Es decir que entre “Kukuli” y “Madeinusa”, que tienen 40 años de diferencia no había nada que valiera la pena.
“Kukuli”, obra magnífica en 16 mm , hecha en una época donde los filmes de Eisenstein estaban prohibidos en Perú, tenía esa inspiración del "Potemkin" y más especialmente de “Viva Mexico”. “Kukuli” era absolutamente congruente con lo que el cine era en su época. Hace un par de años la ví en Cusco en una versión rescatada por Figueroa en Alemania (porque los originales se quemaron con el Laboratorio Alex de Buenos Aires hace muchos años) y para mi sorpresa, se conservaba fresca, simple y maravillosa con los ingredientes de ese gran cine que no fué en Perú.
Ver “Madeinusa” fué refrescante, estaba en ella la actitud correcta, la imaginación y el saberse expresarse visualmente. En esa época pensé que bastaba para expresar al Perú con dos filmes : “Madeinusa” y “Kukuli” y no necesitábamos ni al llamado cine peruano, ni a los mediocres artesanos de la plástica y la literatura.
Como la Escuela de Cusco se quedó trunca en los 70’s; cuando se anunció el nuevo emprendimiento de Claudia Llosa, pensé que “Madeinusa” iba quedar como otro hito sin cría, como lo fué “Kukuli”. Estoy feliz porque me equivoqué.
“La teta asustada” que he visto una sola vez, tiene lo que “Kukuli” y “Madeinusa” dejaron como camino, una expresión única y universal. Tanto así que estas maravillosas películas quedaron atrás frente al desafío que este filme planteaba. Podría hablar muchísimo sobre el argumento de la película, pero ello no tiene importancia desde que no estamos hablando de literatura o socilologá, sino de cine.
Comencemos diciendo que “La teta...” tiene la arquitectura del quechua plasmada en imágenes. El quechua que hoy conocemos es la “media lengua” que inventaron los curas españoles para destruir la cultura andina. El llamado “Runa simi” no fué otra cosa que una lengua común para decir si uno sube o baja algo, un idioma instrumental; instituido por los inkas como lengua general porque en esa época habían varios cientos de idiomas diferentes ¿Qué tenían esos idiomas en común entre los 16 millones de habitantes? pues que cada comunicación era un acuerdo. Los curas invasores bastardizaron los idiomas, construyen sobre el Runa Simi, un lenguaje técnico e insípido, el quechua actual; una superestructura donde se transgrede la base misma de los lenguajes andinos: el acuerdo y el concepto que si a una cosa, emoción o conocimiento se le pone nombre deja de pertenecer a una auténtica existencia totalizadora con los astros, la tierra, el viento, la gente, los animales y las plantas.
Hago esta referencia porque “La teta...” está escrita con imágenes, consciente o inconscientemente, estructuradas sobre las lenguas originales andinas. Lo andino es lo visual multiexpresivo en petroglifos, textiles, huacos y monumentos. No es un lenguaje discursivo ni explicativo, se basa en descripciones que implican un gran grado de "complicidad" del observador.
Las imágenes del filme configuran un idioma visual aglutinante con sufijos, prefijos e infijos. Hay imágenes nucleares, hay espacios visuales vacíos (a veces con fundidos en negro) que invitan al espectador, con los silencios de imagen, al acuerdo y la reflexión con datos mínimos. Es una película participativa donde el espectador es parte de la trama y de la imagen ¿Que otra cosa es el anarquismo sino la seguridad de que siempre es posible un acuerdo dentro de la especie?
Cinematográficamente, Claudia Llosa acude, en mi concepto de una forma mas eficiente, a los recursos icónicos del lenguaje cinematográfico, como los caminos del suspenso humorístico de Hitchcock en la construcción de una supuesta fosa que termina siendo una piscina. Usa también, magistralmente el manejo de rostros a lo Ingmar Bergman y Rossellini. El rostro de Magaly Solier está cinematográficamente a la misma altura de las mujeres del sueco o a la Ingrid Bergman de “Angustia” o “Viaje en Italia”. Está también Fellini u Ophuls y otros tantos cineastas festivos en los corsos visuales de las bodas y está, la presencia del hasta ahora inimitable Buñuel máximo, el mexicano, el de “Los Olvidados” y "Viridiana" y no, como otros críticos dicen, de Almodóvar.
Pero Claudia Llosa no hace homenajes, ni rinde pleitesías, como lo hicieron los Truffaut y los de Cahiers; su filme es netamente andino, ya que la verdadera estructura del quechua es esa, un lenguaje donde no hay apropiación posible, donde todo es relativo; por ello su película discurre con increíble fluidez, justeza y justicia. De esta forma Claudia Llosa resume lo mejor de la milenaria civilización peruana, ya que no es condescendiente sino alturada, no es folklórica sino desafiante y todo lo expresa visualmente con imágenes y silencios visuales, en la mejor tradición andina. Mas aún, lo circunstancial de las ideologías y religiones es dejada de lado ex profeso, cosa propia de una expresión que reacude a lo milenario, a lo fundamental.
Por ello, tanto “Madeinusa” como “La teta...” son filmes arreligiosos. Hay muchos que se definen como agnósticos, pero ello es una hipocresía social. La inventó el padre de los Huxley para “no caer mal en sociedad” Las críticas de muchos hacia la película de Claudia Llosa vienen más por sus temores religiosos e ideológicos que por otra cosa. A la Llosa la palabra agnóstica y atea le quedan corta... es antiteísta.
Resumiendo “La teta...” deberá ser un hito cultural importante en la malhadada, mal-llamada “Cultura peruana” desde que es un desafío explícito. Si el filme no le gusta a los curas, a la izquierda y a la derecha ¡que bueno! Si alguno dijo que es una película "difícil de comprender para el gran público" solo indica su menosprecio y desconocimiento de lo andino ya que las mejores expresiones humanas no deben descender al espectador sino elevarlo.
"La teta..." es una afirmación cultural axial, medular y andina; quizás sea culturalmente, la más importante y genial que haya tenido estas tierras en muchos siglos de mediocridad y sumisión cultural. Es una Obra Maestra. Ojalá no sea como los "Cien años de soledad" de Gabo, que fué su primera y última Obra Maestra, y Claudia Llosa nos de mas tetas en el futuro.
pedroflecha@yahoo.com
PS. Desiderio Blanco antiguo amigo y cómplice en "Hablemos..." tuvo expresiones en contra del filme, también desde un punto de vista cinematográfico. Bueno, Desiderio es español, también ex-cura y por ello, el que esté en contra de la película es gratificante.
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