MAXIMO CORVALAN-PINCHEIRA EN MÜNSTER - ALEMANIA
Proyecto THE GOAL
GALERIA Wewerca Pavillon
MÜNSTER ALEMANIA
Máximo Corvalan-Pincheira
Suspendidos armónicamente, reflejados en el agua, la instalación da un espectáculo que pretende instalar una escena existencial que sitúa conceptos relacionados con la vida y la muerte, el amor y el odio, el placer y el dolor. Reforzados entre la tensión real que existe entre la electricidad y el agua, los huesos y la luz.
Cuando llegue a Wewerca me llamo mucho la atención la historia del lago construido por Hitler, y como se integraba al paisaje, me pareció interesante realizar una conexión, realizando un nuevo lago al interior de la galería.
Siempre intento hacer un trabajo que esté ahí de golpe. Como si recibieras un bate en pleno rostro. Me gusta mucho esa idea, es una intensidad que no te permite saber si te gusta o no.
En el interior de la galería se encuentra un espiral compuesto de fragmentos de huesos que se encuentran atravesados con tubos fluorescentes, acercando la estructura, a la imagen con la que se representa la molécula del ADN, un especie de puente de ADN, los huesos son fragmentos de esqueleto de cerdo, unidos como si fueran partículas de molécula, formando una especie de masa orgánica en aparente movimiento que es seguida por el neón que se encuentra atravesado en su interior a lo largo del movimiento de elipse.
El ADN se ha convertido en un concepto icónico de los últimos años, que ha sobrepasado las áreas de la ciencia para adentrarse en otros campos como metáfora. Uno de los intereses para éste artista, es la belleza que presenta la sutil combinación de formas redondeadas de la helicoide y la sensación de infinito que proyecta la figura, que siempre regresa pero nunca al mismo lugar.
Los huesos, la luz y el agua, explican su valor simbólico por lo dramático de su contraste. La intersección entre éstos, presenta un lado misterioso, una especie de alta vibración que causa perturbación e inquietud. Se crea un diálogo entre el elemento orgánico y el abstracto.
Por un lado, la luz, se presenta como simbolización de la energía en forma de vértigo, pero también por la línea recta del tubo fluorescente, se transforman en un componente abstracto que vienen a enfriar lo dramático de la forma orgánica.
Por el otro lado, los fragmentos de huesos se instalan como la presencia de un cadáver, que oscilan vitalmente, quizás como la incansable muerte y resucitación del arte.
La profecía de la eminente muerte del arte, planteada por Hegel en el siglo XIX, sigue suscitando las más variadas interpretaciones. Si en la actualidad nos situáramos en esta premisa, estaríamos en presencia de un cadáver, donde su única vitalidad se reduciría a su hedor putrefacto.
En este sentido el arte contemporáneo no puede ser sino, la suma de las obras que las precedieron y nada se puede crear, en esta progresión sin fin, sin el auxilio de lo que ha “muerto”. En el suelo de la galería, el agua actúa como un espejo.
Por otra parte es inevitable no asociar esta espiral de huesos con aquella herida que nunca cierra trayéndonos consigo a la memoria los vestigios brutales del horror, como si estuviera arraigado en el “mapa genético” de Alemania o Chile.
De aquí se desprende un punto fundamental para el autor de este proyecto, lo autobiográfico.
El artista es hijo de un detenido desaparecido de la dictadura de Pinochet, gracias a los seguimientos que se le han realizado a su padre, se logro establecer el posible lugar donde se encontrarían sus restos. Al parecer los cuerpos después de ser fusilados en campo militar fueron dejados en una fosa que fue dinamitada y que mas tarde al avanzar las investigaciones los militares, por temor a que se encontraran las pruebas de estos hechos, se les ordeno retirar los cuerpos con excavadoras para luego ser tirados al mar. Hace unos años se ingreso por primera vez al recinto militar donde se encontrarían los restos y se hallaron algunos fragmentos de huesos que corresponderían a estos DD. Los fragmentos corresponden en su mayoría a falanges o fragmentos de hueso muy reducidos.
Para poder establecer la real identificación de estos fragmentos es necesario someterlos a un examen de ADN nuclear, cuestión que a sucitado algunas controversias, puesto que al realizar el examen, el fragmento se deshace perdiendo el único resto del familiar.
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Máximo Corvalan-Pincheira
Artista Visual
www.maximocorvalan.cl
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