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Máximo Kinast Avilés

MARVIN ENFADADO

MARVIN ENFADADO

Por Máximo Kinast

Escribiré sólo dos o tres, o quizás hasta cuatro artículos sobre Marvin. Y quizás debería escribir muchos más, al menos porque es un ser noble, simpático y egocéntrico y sin embargo he escrito mucho más sobre el Innombrable (alias Daniel López, alias Ramón Ugarte, alias Augusto Pinochet, entre muchos otros alias) que fue un animal innoble, antipático y ególatra.

Recuerdan que Marvin me obligó a ir a jugar con un cabo1] Pues fui y pasó algo increíble. Marvin es un bulldog inglés (para los que no hayan leído mi anterior artículo), el mismo que aparece en la foto saltando una ’enorme’ valla. Los bulldog son una raza fabricada (no transgénica) con métodos naturales de acelerar la selección natural. En su origen, hace más de doscientos o trescientos años, luchaban tres o cuatro bulldogs contra un toro y muchas veces vencían al toro. El bulldog pesa unos 20 a 25 kilos, gordo, patas cortas y sus mandíbulas son poderosas. Nunca sueltan lo que han mordido. Ya puedo tirar desde el otro extremo del cabo, hacerlo girar en el aire o remecerlo y gruñir (porque yo también se gruñir como bulldog), que Marvin sigue firme al otro extremo intentando quitarme el cabo de las manos, tirando, gruñendo y agitando su cabezota.

Los bulldog tienen un defecto de fábrica. Por alguna razón fisiológica respiran con dificultad y se cansan pronto –aunque no sueltan el cabo- y jadean. Entonces es mejor dejarlo ganar (por eso de su orgullo) y yo suelto el cabo, también agotado, porque si no lo suelto Marvin es muy capaz de morir antes de darse por vencido y soltar la presa. Y debo reconocer que si no lo suelto yo también podría sufrir un infarto.

Los bulldog no hacen trampas. Juegan limpio, pero los seres humanos somos por naturaleza tramposos, así es que –lo confieso- se me ocurrió una forma de cansarlo para terminar pronto. Muy simple, cada vez que Marvin se lanzaba a morder su extremo del cabo yo lo alzaba o lo movía hacia un lado. Aunque Marvin tiene mentalidad o filosofía de gato ácrata, no es gato, es más bien un perro no muy ágil ni muy rápido, de modo que lo tuve un buen rato intentando cazar el extremo del cabo, hasta que de pronto ocurrió lo increíble. Marvin se sentó, me miró y luego dio vuelta la cara y miró hacia otro lado.

Los bulldogs tienen músculos faciales y son muy expresivos. Creí entender que estaba enfadado. La cara de enfado de Marvin es terrible. Intenté poner el cabo a su alcance, pero me hizo un desprecio y se fue. Lo llamé, dejé el cabo en el suelo, me alejé y nada. Marvin me miraba con un desprecio olímpico. Intenté explicarle y dio media vuelta y me dejó hablando solo.

Bueno, pensé, tiene razón de enfadarse. Quizás más tarde quiera jugar. Me equivoqué. No me hizo caso (para jugar) en todo el día. Al siguiente recogí el cabo, lo llamé y se lo mostré desde lejos, invitándolo a jugar. Hizo una especie de sonrisa y se lanzó a la carrera a capturar su extremo… pero cuando estaba cerca, parece que se acordó, porque frenó, me miró y paso por el lado con absoluta indiferencia.

¿Cuánto le durará su enfado? Estoy seriamente preocupado. No tengo con quien disputar por el cabo[2].


[1] Un cabo llaman las gentes de la mar a un trozo de cuerda gruesa que sirve para atar los barcos al muelle o para abarloarlos. Si no sabes abarloar, no eres marino y no te haré un curso de náutica. Hay otros cabos, que son puntas de tierra que se internan en el mar. También cabo es un grado que tienen algunos militares. Como comprenderás el segundo tipo de cabo no sirve para jugar, y el último tipo de cabo es malo, desagradable y ni Marvin ni yo jugamos con ellos, por un mínimo de decencia.

[2] Ufff, alegría, hoy domingo 17 de agosto de 2008, Marvin ha depuesto su enfado y me ha permitido jugar de nuevo con él

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