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Máximo Kinast Avilés

EL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE Y LA ILUSTRÍSIMA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, UNIDOS CONTRA LOS TRABAJADORES

Sindicato de Trabajadores de El Siglo

Declaración al cumplir 180 días en huelga

El uno de abril se cumplen 180 días de iniciada la huelga de los trabajadores del semanario El Siglo. Seis meses de una movilización que pudo haberse evitado, primero, reconociendo nuestra organización sindical, acogiendo nuestras peticiones y negociando una salida apropiada para todos. Pero pudo más la soberbia de la empresa y sus dueños, determinados a no tolerar nuestra existencia y menos aceptar nuestra demanda de contar con un contrato colectivo, reajuste salarial y mejorar las condiciones materiales de trabajo.

Calificaron nuestra organización y peticiones, como una operación política en contra del Partido Comunista, propietario de El Siglo. De ajuste de cuentas entre algunos de nosotros, militantes del partido, con la dirección central debido a diferencias políticas.

En ese afán, la empresa y sus dueños han actuado como todos los empleadores a la hora de enfrentar a sus trabajadores organizados: mintiendo, descalificando y utilizando la ley hecha a medida de los empresarios para aplastar a los trabajadores.

Los dueños de la empresa cantaron victoria tras el fallo de la Corte Suprema, del 28 de enero pasado, que aceptó su apelación por dos recursos de protección contra la Dirección del Trabajo, rechazados antes por la Corte de Apelaciones de Santiago. La Suprema falló como lo viene haciendo hace tiempo, en favor de la empresa y contra el órgano fiscalizador, con lo que entrampó el conflicto sin dirimir nada de fondo. Sólo anuló la multa aplicada contra la empresa por no escriturar  los contratos de Julio Oliva, editor general, Jorge Zúñiga, reportero gráfico y Raúl Blanchet, periodista,  pero dejó en statu quo la condición de los trabajadores y su relación con la empresa.

No sancionó que fueran trabajadores a honorarios los tres objetados por Editorial Siglo XXI, sólo tuvo en consideración este argumento suyo para detener el proceso de negociación colectiva, pero no para ponerle término, como tampoco a la huelga. Tanto es así, que no hemos sido informados oficialmente de ninguna medida al respecto por parte de la Dirección del Trabajo y, consultados los funcionarios que llevan el caso, reconocen no contar un claro dictamen judicial que ordene las medidas que debieran adoptar.

La Suprema más bien señaló que era la justicia laboral la única que podía determinar si todos quienes constituimos el sindicato éramos trabajadores dependientes de la empresa al momento de hacerlo y, a partir de ese dato, validar o no el proceso de negociación iniciado el 10 de agosto de 2007.

Pero la empresa y la dirección central del Partido Comunista creyeron llegada la hora de un resonante triunfo y enviaron un mensaje a los “vencidos”: Como luego del fallo de la Corte Suprema el sindicato ya no existía, cada trabajador afiliado a éste debía acercarse individualmente a la empresa y negociar su forma de término del conflicto. Con ello pretendió mostrar una disposición de vencedor generoso para superar la situación. Es lo que se ha informado a los militantes y a la opinión pública.

Lo cierto es que el conflicto no ha terminado. Todavía quedan importantes aspectos legales que resolver, por lo que los tres trabajadores objetados por la empresa, quienes laboramos en El Siglo por 18, 10 y 8 años respectivamente, hemos recurrido al 6º Tribunal del Trabajo para que sea él, de acuerdo a lo dictaminado por la Corte Suprema, quien establezca si somos trabajadores dependientes o a honorarios.

Los huelguistas de El Siglo agradecemos toda la solidaridad entregada por sindicatos, algunas confederaciones, dirigentes sindicales, dirigentes políticos, organizaciones de pobladores, de estudiantes, personas naturales, militantes de distintos partidos, incluidos muchos militantes comunistas. Agradecemos a los artistas que nos apoyan y a nuestro grupo de amigos en Suecia. Sin el esfuerzo generoso de todos ellos no hubiéramos podido resistir todo este tiempo.

Cada día que pasa la situación se hace más difícil para nosotros. La empresa y sus dueños cuentan con ello, empecinados en derrotarnos. Necesitamos más que nunca que el poyo solidario no decaiga. Al contrario, pedimos a quienes se sienten identificados con nuestra lucha, y hasta ahora no adoptaron iniciativas prácticas para expresarlo, entregarnos su respaldo concreto. Les pedimos comprar o promover la venta de nuestro boletín El Siglo en Huelga, en venta en los quioscos gracias a la solidaridad de nuestros colegas suplementeros.

Por nuestra parte, en virtud de que la Dirección del Trabajo no nos ha notificado del fin de la huelga, la nulidad de la negociación colectiva y mucho menos del fin del sindicato, mantendremos nuestra acción y la denuncia pública del comportamiento de quienes han enlodado al semanario El Siglo, editándolo con rompehuelgas y exponiéndolo al descrédito por hacerlo representar a dirigentes políticos que mantienen un doble discurso ante los trabajadores.

 

La huelga continúa.

Sindicato de Trabajadores

Sociedad Editora, Impresora y Distribuidora de Publicaciones

Siglo XXI Ltda.  (Semanario El Siglo)

R.S.U. 13.01.3098

 

Santiago 28 de marzo 2008


1 comentario

José Luis Contreras -

Las contradiicciones del PC son gigantescas.Además se teje un acuerdo con la Concertación para las elecciones municipales,definitivamente el pC está olvidando sus fundamentos