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Máximo Kinast Avilés

OPINION SOBRE LA NEGACION DEL DERECHO CIUDADANO A VOTO PARA LOS CHILENOS EN EL EXTERIOR

Por Bernardo Navarrete Y.

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CEDEC PUBLICA LA OPINION DE BERNARDO NAVARRETE,

DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLITICA DE LA U. DE CHILE

COMO UN APORTE A LA DISCUSION DEL TEMA

ACERCA DEL DERECHO A VOTO

NEGADO A LOS CHILENOS RESIDENTES EN EL EXTERIOR.



QUE EXPLICA QUE AUN NO TENGAMOS UNA LEY DE VOTACION DE CHILENOS EN EL EXTRANJERO?

Han existido cuatro proyectos que buscaron implementar el voto de chilenos en el exterior.

El primero fue el del Presidente Salvador Allende, en 1971, y se enmarcó en un proceso de reformulación de las bases constitucionales, conocido como proyecto de Cámara única: terminó perdido en la polarización de la época y el quiebre de la "vieja democracia".

Veinte años después, el diputado Carlos Dupré presentó un nuevo proyecto, que si bien fue aprobado en la Cámara, se entrampó en el Senado.

En 2000, el Presidente Ricardo Lagos envió a esta misma rama un nuevo mensaje con el compromiso de sacarlo adelante, sin lograrlo.

En 2005, la diputada Isabel Allende presentó el último, originando con ello que, técnicamente, los tres existentes desde 1991 estarían aún en trámite.


¿Treinta y seis años es mucho tiempo? Desde un punto de vista histórico, la votación de ciudadanos que residen en el exterior es un fenómeno heterogéneo y su incorporación al padrón electoral puede ser demorosa. La experiencia ha demostrado que ha durado años, en ocasiones décadas. En Canadá, por ejemplo, los debates sobre la votación en el exterior comenzaron en 1917, pero la legislación no fue aprobada sino hasta 1993; idéntica situación en Italia, donde el debate parlamentario se inició en 1908 y recién terminó en 2000.

En la espera, cabe preguntarse ¿qué explica que Chile aún no tenga una ley de votación de connacionales en el extranjero? La respuesta debe partir por los argumentos a favor y en contra que se han generado en ambas ramas del Congreso.

Resalta uno interesante de abordar: las razones "históricas- empíricas" esgrimidas por parlamentarios de derecha que lo rechazan, fundadas en que existe una "orientación ideológica uniforme de los votantes externos", que podrían dirimir una votación presidencial estrecha, como ocurrió en los comicios de 1999 y 2005, donde la balanza se inclinó hacia la izquierda.

Es un argumento frágil, porque parte de un diagnóstico equivocado sobre la emigración chilena, al asumir que ella se ha producido básicamente durante el régimen autoritario y, en consecuencia, ante una eventual votación en las presidenciales, el voto exterior se inclinaría por la actual coalición gobernante.

Quienes apoyan el argumento olvidan que entre 2003 y 2004 la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior (Dicoex) del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) generaron un registro de residentes en el exterior, que reconoció una población de origen chileno de 256 mil 758 personas en cien países, quienes voluntariamente respondieron un cuestionario elaborado con el propósito de recabar la información.

Los resultados muestran que el principal motivo de emigración de la población mayor de 15 años y residente afuera es el económico: 40,1% ha emigrado por esa razón. El segundo motivo aducido por los encuestados son los familiares con 30,8%. En tercer lugar y a una distancia considerable están las razones de tipo político, con 12,1%. El 3,2% responde que ha emigrado por razones de estudio.

Este argumento es frágil también porque nada sabemos sobre si los chilenos se desplazan para votar en Chile y aún carecemos de un estudio concluyente, por ejemplo, sobre nuestros compatriotas que viven en Argentina.

El interés en el voto en el exterior no es permanente. Los estudios comparados demuestran que en la mayoría de los casos parece seguir un cierto ciclo: interés alto cuando el tema se incorpora a la discusión legislativa, pero cuando se aprueba e implementa baja. Un porcentaje pequeño ejerce finalmente este derecho, el cual no afecta los resultados electorales.

Se olvida también que en el país una amplia mayoría está de acuerdo en otorgar el derecho a voto de sus connacionales. La encuesta CERC de julio de 2005 muestra que 71% de los encuestados está de acuerdo con dar derecho a voto en las elecciones presidenciales y parlamentarias a quienes viven en el extranjero; 22% está en contra y 7% no sabe o no responde.

Más allá de los argumentos, el análisis contrastado muestra que tarde o temprano los países van legislando a favor de la votación de sus connacionales en el extranjero, y Chile seguirá la tendencia mundial. Más allá de los cálculos electorales que puedan sacar gobiernos o partidos, las razones para legislar tienen como norte aspectos menos relacionados con las elecciones y más con la globalización, la inserción internacional del país y la economía.

Bernardo Navarrete Yáñez, departamento de Ciencia Política de la Universidad de Chile


Publicada: |2007-04-05|

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Alejandra Mujica
Coordinadora de Información Pública
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Amnistía Internacional - Chile
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NOTA DE MAXIMO KINAST
En Chile existe racismo. (¿Si tu eres blanco, permitirías a tu hijo casarse con una mujer mapuche o aymara?.
En Chile existen clases sociales, a pesar de las declaraciones constitucionales en contra de este hecho.
En Chile existen castas que viven en ghetos (Si eres un chileno común y corriente y no crees que haya castas, intenta entrar a la Dehesa o a algun condominio con playa privada).
En Chile existen chilenos de primera categoría (viven arriba del Canal San Carlos); de segunda categoría (viven p'abajo del Canal); de tercera categoría (viven en poblaciones); de cuarta categoría (son mapuches, aymaras, quechuas, diaguitas, gitanos y otras etnias), y de quinta categoría (los que vivimos en el extranjero y no tenemos ni siquiera derecho a voto). 

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