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Máximo Kinast Avilés

DESDE VENEZUELA ME LLEGA UN POEMA

Camino  al  infierno

Te fuiste sin honores,

por la puerta de atrás

de la historia de América.

Huiste sin dar la cara,

por los muertos,

los desaparecidos,

y los torturados de chile.

Te llevaste el dolor

de quienes no pudieron

rescatar a sus hijos,

hijas,

padres,

madres,

hermanos,

hermanas,

esposos y esposas.

Te llevaste con tu maldad

el destino de quienes quedaron

sembrados para siempre,

en el sagrado suelo chileno,

que florece eterno con la sangre

de sus hijas e hijos gloriosos.

Te fuiste solo,

con el desprecio profundo

de los pueblos del mundo.

Enfrentaras por fin

la justicia divina.

Cobarde,

te fuiste con el rechazo eterno

de la gente de buena voluntad.

No pudiste llevar contigo

el oro y los millones

guardados como botín,

en bóvedas de bancos extranjeros.

Te fuiste,

al encuentro del infierno,

a encontrarte con los tiranos,

con los fascistas,

con los asesinos implacables

de los pueblos que luchan

y sueñan con su liberación.

No valdrá el falso Te Deum,

ni las misas compradas y falsas.

Al diablo dictador,

lacayo imperialista,

mercenario terrorista,

Hasta nunca asesino.

Criminal irresponsable,

traidor del pueblo y de Allende,

te vas sin honores,

por los abismos oscuros

del implacable destino.

No eras eterno e invencible,

como te lo hizo creer el imperio.

Marchaste hoy hacia el olvido,

Hacia las profundidades del infierno.

Obed Juan Vizcaíno Nájera.

Maracaibo- Venezuela.

12 de diciembre del 2006


1 comentario

Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera. -

Vinieron desde otras partes.

Jesús,
naciste entre los pobres,
como el más marginado
de los excluidos de tu tierra.
Naciste entre la naturaleza,
entre animales de labranza,
aquellos que marcan los surcos
de siembras y cosechas.
Entre los burros de carga,
transporte de los humildes.
Vinieron de otras partes
gente sabia a conocerte,
admirados al ver en el esplendor
de una estrella itinerante,
la posibilidad admirable pero cierta
de tu humana divinidad.
Venían de pueblos lejanos,
sitios siempre legendarios.
Seguían tu luz liberadora,
que dignifica a los empobrecidos,
dándoles el reino divino.
Un mundo diferente,
Otro e imprescindible,
necesario.
Los sabios,
representantes de otras religiones,
etnias y nacionalidades,
vinieron de más allá de desiertos,
mares y montañas.
Reconociendo al Dios niño,
al Dios Pobre y moreno,
al Dios posible.
Te vieron en brazos de Maria,
en su regazo juvenil y tranquilo:
La esclava de Dios,
tu madre fiel y amorosa,
Paradigma de nueva humanidad.
Estabas con José obrero,
con los muy humildes pastores.
Mujeres y hombres solidarios.
Se acercaron al sitio bendito,
trayendo sus calidas sonrisas,
multiplicadas en gestos de amor.
Te vieron los sabios sorprendidos
en el pesebre convertido en cuna,
al no encontrarte en el ofensivo
palacio del lacayo usurpador.
Abriendo sus cofres ofrecieron
sus presentes al Dios Humanidad.
También ofrecieron su adoración
al estar frente al Dios encarnado,
Dios hecho pobreza y dignidad,
hecho pueblo,
sentimiento,
esperanza.
Ofrecieron regalos perecederos,
de oro, incienso y mirra.
Recibieron en abundancia del niño,
la esperanza de un mundo nuevo,
construcción de la Nueva Humanidad.

Obed Juan Vizcaíno Nájera.
Maracaibo; 03 de enero 2007.