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Máximo Kinast Avilés

¿Y LOS OTROS INVERECUNDOS?

¿Y LOS OTROS INVERECUNDOS?
Maximo Kinast - 20 de enero de 2005

Todo parece ir bien en el mejor de los mundos posibles. Chile es (o lo parece) la copia feliz del Edén. El pasado domingo 16 de enero (2005) la Televisión Nacional ofreció un reportaje denuncia sobre la tortura como política del Estado bajo la Dictadura. Incluso pasaron entero el reportaje filmado por los alemanes orientales sobre Pisagua y otros campos de concentración y exterminio. Que se haya hecho con unos 30 años de retraso no le resta merito. Es bueno conocer la verdad, aunque sea en una pequeña parte.

Pero hay algo perverso y malsano cuando la verdad se utiliza para ocultar, para falsear, para mentir. Quiero explicarme y lo intentare. Mi tesis es que hay demasiados intentos de tapar el sol con un dedo.

Por ejemplo, el General Cheyre reconoce (así como al pasar, como que no quiere la cosa) en un comunicado sobre la disolución de un cuerpo del Ejercito, que la tortura fue una Política de Estado; pero (y el pero es la madre del cordero) achaca los hechos al contexto de la Guerra Fría, con lo que mantiene impoluta la falsa Teoría de los Dos Demonios.

Su Excelencia, Don Ricardo Lagos, el Presidente de la Republica, se apresura a reconocer el hecho, alaba el valor del General Comandante en Jefe, ofrece pagar una magra pensión a algunas victimas, pide respeto a las instituciones armadas y consigue aprobar en tiempo record una ley de Olvido y Silencio por 50 años, con la excusa de no ofender a las victimas, pero que en la practica favorece a los victimarios.

El hallazgo de las cuentas de Augusto Pinochet (tiene tantos alias, que ahora es mejor llamarlo por su verdadero nombre) en varios bancos de Estados Unidos demuestra que robó y recibió grandes coimas, producto del tráfico de armas y/o narcotráfico o del patrimonio de Chile. (Hace años que lo vengo diciendo públicamente y ahora se confirma).

Y aquí viene lo más malsano de todo. Lo aberrante. Lo increíblemente sutil que puede ser la mentira vestida con los ropajes de la verdad.

Ahora se deja solo al ‘Salvador de la Patria’ (es otro de sus alias) y todo Chile se centra en las investigaciones al patrimonio de Pinochet, como único responsable, como si hubiese actuado solo. No se está investigando a los otros Inverecundos, los que también tuvieron su cuota de poder durante la Dictadura

Todos sabemos que en las instituciones no se roba en solitario. Si Pinochet recibió coimas por compra de armas o por tráfico de drogas o por ambas cosas, aunque solo haya sido por ‘privatizar’ las áreas de propiedad social, es obvio que los jefes militares y altos cargos de su Gobierno también las recibieron.

Por ejemplo, se sabe que Pinochet hizo que fueran transferidos a sus cuentas personales fondos del ejército de Chile. Esto tuvo que haber sido hecho con conocimiento de algunos subordinados, incluyendo al Jefe de Tesorería. Estas transferencias de fondos de propiedad del ejército de Chile a sus cuentas personales demuestran que Pinochet contó con la venia del Ejército y con la complicidad de sus más altas autoridades. Es obvio que Pinochet no robó solo.

Si el dinero ilícito proviene del tráfico de armas o tráfico de drogas o de bienes nacionales, entonces hay que exigir que se levante el secreto bancario y que sean investigados:
- los otros miembros de la Junta Militar
- los ideólogos
- los altos jefes de las Fuerzas Armadas
- los altos jefes de Carabineros
- todos los ministros, especialmente de defensa y del interior y sus subsecretarios
- los ministros de economía y sus subsecretarios (que tuvieron que saber del desvío de fondos del ejercito)
- los ministros de obras publicas y sus subsecretarios (donde obviamente también han de existir jugosas coimas).
- los embajadores y agregados militares, entre otros

Que quede en claro que Pinochet no actuó solo. Así como la práctica de la tortura fue institucionalizada, así mismo la coima forzosamente ha de haberlo sido. Esa complicidad explica la ‘lealtad’ de las Fuerzas Armadas con Pinochet

El Gobierno Militar se constituyó en asociación ilícita para delinquir:

a) Siguiendo instrucciones y órdenes impartidas desde el Gobierno de los Estados Unidos de América.

b) Con el propósito de apoderarse de los cien mil millones de dólares de propiedad de todos los chilenos en calidad de bienes del área de propiedad social y del área de propiedad mixta.

c) Un objetivo secundario –mas bien una forma de encubrir el robo- fue el exterminio de izquierdistas

d) Como justificación se inventaron una guerra sucia, que les permitió traficar impunemente con armas, drogas y bienes nacionales, además de pagarse a si mismos un doble sueldo por peligrosidad durante 17 años.

De esa Asociación Ilícita formaron parte los altos jefes militares y de carabineros; junto a altos funcionarios de los ministerios. Y no se les esta investigando. Hay incluso varios Senadores de la Republica que tuvieron altos cargos en el Gobierno Militar, a los que aparte de alguna tímida acusación de pedofilia, nadie les pide cuentas de sus ingresos.

Por eso me parece una cortina de humo, una burla de la Televisión Nacional al hacer estos reportajes tan trasnochados y tan vilmente orientados a acusar solo y como único culpable al General Augusto Pinochet Ugarte.

Es necesario que no solamente se investigue a Pinochet, como el Inverecundo Mayor, sino que se inicie una campaña exigiendo que sean investigados todos los altos miembros del gobierno militar chileno. Hemos de exigir que se les levante el secreto bancario, no sólo en Chile, sino en el mundo. El que no la debe no la teme, todos deberían pedir voluntariamente que se les levante el secreto bancario, pero no lo harán, porque son inverecundos contumaces.

Una verdadera reconciliación implica el reconocimiento público de que la Dictadura fue corrupta y el robo fue la única motivación de la Fuerzas Armadas y de sus adláteres e ideólogos. El resultado esta a la vista. El patrimonio de Chile ha sido ‘privatizado’ que es una forma elegante de llamar al robo de los bienes nacionales.

¿Quién está investigando por ejemplo al general del ejército que autorizó que se transfirieran dineros a las cuentas de pinochet? ¿Quien está investigando al tesorero del Ejército en ese momento? ¿Y a los embajadores chilenos o agregados militares de ese entonces? Nada, solo una cortina de humo y de silencio se alza sobre los otros inverecundos.

Maximo Kinast
CI 2274418-6

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