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Máximo Kinast Avilés

Italia: Sospechan presiones de presidente Piñera para liberación del chileno Podlech

Radio Bio Bio escribe:

Publicado por Alberto Gonzalez | La Información es de Agencia AFP
 
 
Una eventual intervención del presidente chileno Sebastián Piñera durante su reciente visita a Italia para la liberación en Roma del ex fiscal militar chileno Alfonso Podlech, fue denunciada este lunes por políticos y abogados italianos.
Podlech, de 74 años, detenido en España en 2008 de donde fue extraditado a Italia, se encontraba en la cárcel romana de Rebibbia para ser juzgado por su presunta implicación en la desaparición y muerte de Omar Venturelli, ex sacerdote de origen italiano, detenido en Temuco, sur de Chile, poco después del golpe de Estado de 1973.
El viernes pasado, el Tribunal para el Reexamen italiano decidió liberar al ex fiscal chileno, quien abandonó inmediatamente la cárcel, lo que suscitó reacciones y sorpresa.
“Se trata de una singular coincidencia temporal con la reciente visita de Estado del presidente de Chile a Italia”, denunció el Partido Democrático italiano, la mayor formación de la oposición en Italia.
“Espero que los dos casos sean absolutamente independientes y que no ocurra, otra vez, que los intereses legítimos de justicia y verdad hayan sido sacrificados en aras de las buenas relaciones internacionales, como este gobierno tristemente nos ha acostumbrado”, aseguró Francesca D’Ulisse, responsable del PD para América Latina.
“Es posible que el presidente Piñera haya presionado para que sea liberado, aunque no tengo elementos para afirmarlo. La coincidencia con la visita a inicios de marzo del mandatario chileno resalta sobre todo porque ha tenido palabras de estima hacia Podlech”, comentó a la AFP el abogado de los familiares, Marcello Gentili.
El abogado recordó que el ex obispo de Temuco, Bernardino Piñera, de 93 años, tío del mandatario chileno, testimonió a mediados del año pasado a favor de Podlech.
“La liberación de Podlech faltando sólo un mes para la sentencia es un absurdo jurídico, además de moral y ético”, afirmó Gentili.
“Es una situación increíble. Faltaba sólo un mes para la sentencia. Está siendo juzgado por homicidio y secuestro de persona. Lo dejaron libre, no tiene ninguna obligación, ni administrativa, ni de cumplir horarios, ni de presentarse a la comisaría”, aseguró a la AFP María Paz Venturelli, hija del desaparecido Venturelli.

“Es evidente que Podlech tiene poderosos que lo defienden, es una persona con mucho de poder en Chile”, sostiene Venturelli, quien también sospecha que el mandatario chileno pudo haber presionado para obtener su liberación.
“Quizás. Lo liberaron tan pocos días después de la visita de Piñera. La petición la habían negado ya antes, ahora dicen que no hay peligro de que huya”, subrayó.
 
Leonor George-Nascimento
Comisión Ética Contra la Tortura - Italia
Lunes 14 marzo 2011 | 17:04
 
 
 
Alfonso Podlech Michaud, sigue su juicio en Roma por crímenes contra la humanidad
 
 
José Venturelli, Pediatra, Vocero del Secretariado Europeo de la Comisión Ética contra la Tortura
 
 
14 de Marzo del 2011
 
Más sobre la realidad de este imputado en Italia por crímenes contra la humanidad. El caso en especial es el de haber dirigido su tortura, desaparición y eventual asesinato en octubre del 1973 de Omar Venturelli. Podlech Michaud participó desde el primer día del golpe de Estado cuando se presentara en la cárcel de Temuco para dejar en libertad a los miembros de Patria y Libertad que estaban detenidos por actividades de ataques a civiles y colocación de bombas en diversos lugares como parte de la preparación del golpe de Estado.
 
Omar Venturelli era un ex-sacerdote, profesor de la Universidad Católica de Temuco que se presentó voluntariamente cuando fuera llamado por bandos radiales de las autoridades militares y de policía. Nada tenía que temer por tener actividades absolutamente legales y se presentó, acompañado por su padre. Pero fue asesinado. Tuve el triste privilegio de conocer a Omar en la misma cárcel. Conversamos por algo más de un día e intercambios impresiones. Entre ellas la calidad, tipo y saña con que fue torturado, bajo la vigilancia de Podlech mismo y de las amenazas repetidas contra su vida que éste le hiciera.
  
 Alfonso Podlech Michaud, general en retiro del Ejército de Chile estuvo a cargo de las Cortes Marciales en Temuco y desde las que dirigió la represión ilegítima y brutal contra todos aquellos que le parecieran ser “sus enemigos”. Podlech en los juicios en Roma, donde se encuentra desde Julio del año 2008, continúa justificando sus actos porque “en ese momento estábamos en un Estado de Guerra”. Es decir, sigue usando el mismo leguaje de su “jefe”, el dictador Pinochet. Es conocido que bajo su mando se utilizó la tortura, los allanamientos violentos, repetidos y contra civiles. Las desapariciones fueron muchas y éstas continúan sin ser juzgadas por la complicidad de la dictadura y de todos los gobiernos que la han seguido.
Las Fuerzas Armadas, que mediante las leyes de la dictadura, especialmente luego del establecimiento de la Constitución que aún sigue en vigor, han rechazado toda posibilidad de juicios y, además, en cada posibilidad que han tenido, han intentado contra los tratados internacionales de justicia firmados por Chile, de indultar a los criminales de guerra. Han conseguido todo tipo de prebendas estando detenidos en verdaderas “jaulas de oro” con acceso a todo tipo de facilidades. (Muy distinto es el trato de los detenidos Mapuche que lo son por una Ley Anti-Terrorista en la que permanecen por años en celdas inhumanas que solo pueden ser una forma adicional de tortura contra ellos).
  
Podlech lleva ya casi tres años en la Cárcel de Roma y su juicio por crímenes contra humanidad se acerca a su fin. Podlech ha hecho tres apelaciones para obtener ser dejado en libertad bajo palabra y así asistir a su juicio. Aunque no es técnicamente un octogenario (tiene 75 años) la Corte italiana le otorgó la libertad en estos términos. No ha sido absuelto y debe seguir con su Juicio. La Corte pretende que no es un peligro público ni es un riego para que se puede escapar.
Esto no es compartido por muchas organizaciones italianas y, los criminales de guerra en el pasado nunca son liberados cuando los crímenes que se les imputan son del grado de los de Podlech. Por cierto que una fuga pondría en movimiento a las policías del mundo. Teóricamente, hasta la chilena… Pero el Estado chileno no ha tenido sino actos de protección contra este tipo de individuos… Los desaparecidos por la presencia de Podlech como Jefe de las Cortes ilegítimas del Chile de Pinochet son muchos más que Omar Venturelli.
  
Francia, donde se acaban de hacer juicios y condenas a varios chilenos que tenían crímenes similares a los de Podlech, tiene también una petición para que Podlech sea juzgado en Francia por crímenes contra franceses durante los años de la dictadura. Tanto los juicios en Italia y Francia resultan de la absoluta falta de voluntad de juzgarlo en Chile con un mínimo de respeto por las normas jurídicas internacionales.
Los gobiernos chilenos, las autoridades de las fuerzas armadas y el sistema judicial han estado unidos en esta violación a los derechos humanos. Por ello es que los juicios de criminales como Podlech es un paso hacia la recuperación de la dignidad de Chile, en el camino aún muy largo hacia un país democrático y legítimo.
El trabajo que hacen los familiares de los detenidos asesinados y desaparecidos, de las organizaciones de Derechos Humanos en Chile y en extranjero, exigen que Justicia sea hecha. Estos crímenes son imprescriptibles y, por la naturaleza tan aberrante de sus crímenes, no son indultables como insisten los Jefes de las Fuerzas Armadas chilenas. El nuevo gobierno se asocia a estas actitudes en forma oportunista y sólo esconde la mano cuando el rechazo social se hace evidente.
  
Podlech no ha sido absuelto y es muy poco probable que pueda serlo: su Juicio ha mostrado la total incapacidad de la defensa de Podlech de mostrar alguna evidencia que pudiera ser usada para probar alguna débil forma de inocencia. Su carácter y absoluta incapacidad de identificar sus propios crímenes y errores: los sigue justificando en sus intervenciones en la Corte.
  
Todos debemos seguir mirando a como evoluciona el Juicio contra este militar chileno imputado por crímenes de lesa humanidad, sin olvidar que en Chile hay muchos de ellos y que se mantienen impunes, habiendo incluso progresado en grado en sus instituciones y que han obtenido grandes ganancias.
Jefes de las fuerzas armadas de estos días son reconocidos como personas que han evitado ser enjuiciados –con el apoyo del Estado y gobiernos- y, por ello, podemos decir que el proceso de Justicia aún tiene por delante mucho que demostrar. Todo lo que es la implementación de medidas incluso precautorias, como la implementación de los Protocolos contra la Tortura sigue ausente.
La tortura sigue siendo usada y enseñada en la formación de las fuerzas policiales y de seguridad. El Estado debe entender que no se puede hablar de justicia y respeto de los derechos humanos sin cumplir con las normas correspondientes. Deben cambiar su hablar por un verdadero hacer.
  
Podlech hace resaltar nuevamente la falencia en Derechos Humanos que seguimos mostrando. Los gobiernos deben cambiar su accionar y salir de la ambigüedad histórica, especialmente cuando la orientación actual del gobierno, en el apoyo político al dictador, fue ideológico y estratégico de los crímenes contra la humanidad.
Sin querer olvidar ningún crimen, no quisiera dejar de lado que durante los años post dictadura formal ya hemos tenido 60 muertos de personas que han sido parte del pueblo mapuche y de otros luchadores sociales de las más amplias áreas de la sociedad chilena.
El menor José Huenuleo sigue desaparecido y sus raptores son carabineros conocidos aún intocables (Juan Ricardo Altamirano Figueroa, Patricio Alejandro Mera Hernandez y Cesar Antonio Vidal Cárdenas. Oficiales de Carabineros como Walter Ramírez y el Mayor Marco Aurelio Treuer son también intocables por sus crímenes de Matías Catrileo (22 años, asesinado en enero 2008) y Alex Lemun (17 años, asesinado noviembre 2002) y Jaime Mendoza Collío (24 años, asesinado en agosto 2009 por el sargento del GOPE, Patricio Jara Muñoz).
¿Vamos entonces a aceptar lo que se ofrece de “Olvídense de las Tierras ancestrales si no recibirán balazos o cárcel”?
Quienes fallecieron en estas circunstancias lo hicieron bajo el signo de  los crímenes de lesa humanidad, situación que persiste y que todos, sí, cada uno de los que viven en este país, debemos erradicar para siempre. Ellos “han fallecido como consecuencia de la violencia de agentes del estado chileno al reclamar legítimamente tierras ancestrales.” [1]
  
 Las enseñazas dejada por el dictador y sus peones, como Podlech, han seguido en práctica y, mientras esto no sea erradicado con una práctica honesta, consistente y moralmente transparente no podremos hablar de tener un país democrático.
Esto va a requerir establecer una nueva Constitución, genuinamente participativa, democrática y que se preocupa del ser humano, de todos nuestros pueblos, de ancianos y niños, de mujeres, de los detenidos, de los jóvenes y trabajadores que busque una verdadera justicia social y equidad.
Una carta magna que elimine el terror de estado, la Ley Marcial y sus Tribunales que produce discriminaciones inexcusables, una Ley Anti-Terrorista que se usa para impedir las luchas sociales y legítimas.
No más una Constitución que justifica todo en nombre de la diosa de esta economía de marras y de ganancias pingües para de unos pocos, de Don Dinero que todo lo pudre y de un país lleno de injusticias sociales. Las fuerzas policiales deberían ser respetadas y no temidas, deben ser fraternales y no represivas. Deben ser democráticas, educadas y valores éticos que aún no se vislumbran. Con autoridades que no nieguen las violaciones que continúan ocurriendo en contra de nuestro pueblo.
El Estado debe recordar que los tratados internacionales de paz, justicia, derechos humanos, el convenio 169 de la OIT y otros son obligaciones legales que incluyen a todos los poderes del Estado y a todos y cada uno de los miembros de gobiernos y fuerzas policiales y armadas. A todos. Y así, todo esto nos sirve para recordar a las víctimas y llevar a la práctica el Juicio de Alfonso Podlech en Roma. Y más aún: recordar lo que cada uno de nosotros debe hacer para que ocurra.
Para recordar construir la Memoria Histórica: por ejemplo, construir el Memorial de Lonquén, en el lugar donde el crimen ocurrió y que fuera destruido por quienes niegan los derechos humanos en este país. El Gobierno tiene la obligación de hacerlo. Para ello se necesita voluntad humana, coherencia y decisión , Señor Presidente.
  
 
[1] Citas del documento del Observatorio de Derechos de los pueblos Indígenas Edición 2009  ISbN 978-956-8775-01-8 www.observatorio.cl
 
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