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Máximo Kinast Avilés

¿QUIEN FUE VICTOR ANANIAS?

Por  S. Barrio Healey

El día 2 Marzo de 2011 a los 40 años falleció Víctor Ananias, las causas de su muerte es  un misterio inexplicable, conmocionado por esta pérdida,  quisiera honrar su memoria.  

Conocí a Víctor en 1990, en Findhorn, una comunidad de horticultores piadosos en los confines del norte de Escocia. En aquel entonces él tenia 18 años y yo unos 20, nos tocó compartir  la misma habitación. La primera impresión de él fue, fue un joven turco de ojos enormes, orejas aladas como Gandhi, tirantes en vez de correa y una sonrisa amable, llamaba la atención su humildad y sencillez, su amor hacia toda la gente.

Fue mi primer amigo Pitagoreano,  quedaron grabadas nuestras conversaciones,  su poder de observación y su filosofía de vida, en aquel entonces no entendía las implicancias de este encuentro.  Fui a trabajar en una granja en Escocia y me fue a visitar, pasamos un día bastante memorable, lleno de casualidades, encuentros con terceros, y situaciones de lo más inusuales. Quedó en la memoria esta amistad, y por 13 años, perdí todo contacto con él.

En el año 2003 recibí una beca de estudios de la Republica China, mi avión hizo escala en Amsterdam,  durante el  despegue  mi vecino de asiento vertió su jugo de Naranja sobre mi pantalón, así se abrió la conversación. El quiso adivinar mi nacionalidad, pensó que yo sería Rumano, Alemán, Checoslovaco, finalmente me dijo que le recordaba a un compañero del colegio en Turquía, le respondí que tan sólo conocía una persona de Turquía, me preguntó su nombre, cuando le dije Victor Ananías, alzó las cejas, era exactamente quien tenía en mente, que pequeño es el mundo.

Estando en China, ya en días de Internet, pude hacer  contacto con él. Víctor ahora era un renombrado ecologista, líder de Bugday  un movimiento ecológico importante en su país, además célebre conferencista en muchos países de Europa. Me invitó a participar en el Congreso  Europeo de Vegetarianismo en Ephesos Turquía.  Me fue a buscar al aeropuerto de Istambul y de allí viajamos directo unas 11 horas hasta el lugar del encuentro.  Bajo el  sol severo del mediterráneo, al lado de un lago enorme,  y un bosque de olivos, volvimos a compartir una habitación, curiosamente a pocos kilómetros  donde Pitágoras  tomara sus primeras lecciones de geometría de las manos de su maestro Thales de Mileto. Fue entonces que le pregunté cómo había llegado a ser vegano en un país tan carnívoro como Turquía, el país del shawarma.

Víctor explicó que había nacido en Suiza, de padre Chileno y madre Turca, su primera infancia la pasó en Alemania, y luego en Bodrum una pequeña ciudad del egeo en el sur de Turquía. Era un poliglota, hablaba fluido Alemán, Turco, Kurdo, Español, e Inglés. Cuando su madre alcanzaba los 3 meses de embarazo, fue diagnosticada con cáncer de Útero avanzado, el médico le indicó Histerectomía total, incluyendo el feto y los dos ovarios.  Estando recostada en la camilla del quirófano, esperando la anestesia y el bisturí, el padre tuvo un arrebato irracional, no podía con el dolor de lo que iba a suceder, tomó de la mano a su esposa  y le susurró  vámonos, los médicos resistieron, finalmente firmaron una carta donde asumían su responsabilidad, o mejor dicho, su irresponsabilidad. Su fueron a la clínica Bircher Benner,  asumiendo una dieta vegana, sin leche y sin carne. La madre se curó y Víctor nació sano, y hasta el día de su muerte jamás probó alimento animal alguno, tan solo la miel de abeja. Me señaló que le debía la vida a esa dieta.

En Turquía era un carismático líder, cuando caminaba en la calle con él todos lo reconocían y admiraban, daba asesoría  en empresas, en el congreso, fue impulsor de tantas granjas, plantaciones, bioferias, restaurantes y nunca cobró sueldo alguno. Fue un empresario que nunca fue dueño de nada, publicaba Bugday, una revista de ecología de gran tiraje, trabajaba incasablemente y de manera voluntaria. En el 2000 se le otorgó el prestigioso Fellowship  de Ashoka, lo que le ayudaba a cubrir sus gastos, y dedicarse a promover la agricultura sostenible.

Hace unos 3 años recibí una carta de él, en la que anunciaba su renuncia a Bugday,  su deseo a vivir en soledad en el campo, aunque no lo decía, sabíamos de su  intención a dedicarse a la vida espiritual. Hoy deja un país encrispado, las causas de su muerte no se conocen, es un misterio, como lo fue su vida también. Le deseamos paz y descanso merecido. Eres  gran pérdida amigo, gracias por todo lo que diste y enseñaste en esta vida.

 

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