COLOMBIA: ARTÍCULOS SOBRE LAS ELECCIONES
Enviados por Ladis Frias
MOCKUS, MI MAMÁ Y YO
Mockus para los menores de 40
Ayer en la noche, viendo con mi marido la última encuesta de CM&, sentí por primera vez que era verdad: que podía ganar Antanas.
Nunca había votado por él. La verdad, siempre le he tenido mis reservas (por lo mismo que tanta gente: por autoritario, por confuso, por su aparente descuido por las reformas económicas que consideramos centrales).
Pero la verdad es que estos últimos 8 años lo han cambiado todo.
Hace 8 años mi mamá me dijo que votaría por Uribe. Intenté convencerla. Le hablé sobre las sospechas que generaba su gestión en la gobernación de Antioquia, le dije que era amigo de narcos y paras, le recordé su oscuro pasado en la Aerocivil. Le hice leer “El Señor de las moscas” de Garavito. Nada la movió de su sitio. Como muchos otros, como tantas otras, mi mamá pertenece a esa clase media ascendente, que temía que sus irrisorias conquistas económicas se vieran amenazadas por las FARC, y que sentía, tras el secuestro del kilómetro 18 y el fracaso del Caguán, que la guerra –por fin e inminentemente- venía tras ella.
Como muchos, como tantas, mi mamá votó por Uribe con deseo de viajar por Colombia. La animaba la misma esperanza que movió a este país infante: Uribe, entre cura y campesino paisa, parecía el padre trabajador y firme que desde siempre nos había hecho falta.
Nadie imaginaba entonces lo que iba a pasar.
Durante 8 años asistimos a la barbarie y la porquería. No sólo la sospechamos: la vimos en televisión. La barbarie: chuzadas del DAS, falsos positivos, amenazas a periodistas, la cochina aprobación de la primera reelección, el incremento de la inequidad, los discursos estigmatizantes, la parapolítica en el partido del presidente, agroingreso seguro, Tomás y Jerónimo haciéndose más ricos y Uribe hablando sólo como un rey habla a sus súbditos: como si fuéramos idiotas. Porque la porquería no fue ver lo que hizo Uribe, sino ver al país viéndolo y justificándolo: de repente a mi vecino no le pareció tan grave que el Estado chuzara a la oposición y he oído a más de uno justificar las muertes de los falsos positivos con argumentos de guerra.
Por 8 años Uribe nos ayudó a ver la peor cara de nuestra tragedia: nos enseñó lo desalmados que podíamos llegar a ser.
Y, mientras los que no creíamos nos sentíamos más solos, mi mamá empezó a pensar que algo olía feo en todo esto. Creo que lo que más la conmovió fue la celebrada muerte de Iván Ríos, en marzo de 2008.
Lo vimos todos: las sonrisas y los abrazos y la euforia colectiva. Y vi yo a mi mamá meneando la cabeza frente al televisor: estaba impactada. No es que tuviera gran aprecio por Ríos, pero de repente había dejado de parecerle sano que el país celebrara la muerte con tan poca dignidad. De repente le pareció que no estaba bien que nos alegráramos por un asesinato, por la mano mutilada de otro ser humano, y que lo hiciéramos públicamente, en la tele y en la calle: “la decencia que no lograron quitarnos los narcos, nos la está quitando este señor”, me dijo.
Desde entonces Uribe dejó de ser Uribe para ser “ese señor”.
Ahora Antanas aparece en empate técnico en las encuestas. Mi mamá me llama emocionada. Ella y yo votaremos por él y anoche por primera vez pensamos que podía ganar.
Al principio debo reconocer que los tres tenores me parecían los tres payasitos. Mi marido me dijo que votaría por ellos y yo le dije que votara por el Polo, que no perdiera el votico, que harta falta nos hacía.
Voté por ellos para Congreso sólo para que no perdieran el umbral. Me caían bien. Eficientes los tres, simpáticos, sin mucha cola corrupta. Limpios e ingenuos. Algo autoritarios, un poco burgués Peñaloza, algo voltearepas el Lucho, un tanto neoliberal el Mockus. Todo fue cambiando cuando vimos al Polo destrozado y recordé a Petro eligiendo a un procurador del Opus. Algo fue cambiando cuando vi al Mockus ilustrado, diciendo cosas impopulares, abrazado con Lucho y con Peñaloza, argumentando y no prometiendo. Explicando: como si fuéramos capaces de entender, como si no fuéramos fáciles de engañar, como si no fuéramos idiotas.
Entonces dije sí, voto verde, y en menos de 4 meses, como a tanta gente en este país, de racional mi decisión se tornó visceral.
Ahora tenemos mi marido y yo camisetas verdes y donamos a la campaña de Antanas nuestro perfil de facebook y anoche durante la encuesta nos tomamos de la mano, animados por un romanticismo político desconocido para mi pobre generación, la que nunca vivió los 60`s.
Sería la primera vez en mi historia que gana un candidato que me gusta. Y, lo mejor, que le gusta a mucha gente buena que antes había votado por los malos. Porque Mockus gusta: le gusta a mi vecino y a mis amigos y a mi papá izquierdista y le gusta a los indiferentes y le gustó, como pude comprobarlo, al taxista que me llevó anoche a mi casa. Su frase fue contundente: “voté por Uribe y nos obligó a darnos bala, ahora voy a votar por este loquito que mínimo nos obliga a abrazarnos y darnos girasoles”.
Guardé silencio pero algo bonito vibró dentro. Probablemente sea eso que llaman esperanza. El caso es que este 30 de mayo mi mamá y yo iremos por primera vez a votar juntas y veremos juntas los resultados y esperaremos, juntas también, que sea éste, por fin, para nosotras, el tiempo de los girasoles.
Anónimo
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LA TRAMPA DE LA SEGUNDA VUELTA
Por: Gloria Gaitán
No derrotar al uribismo en la primera vuelta, es un riesgo suicida, porque Uribe Vélez, los Santos y la oligarquía tradicional colombiana harán lo indecible (que ya tienen preparado) para ganar esa segunda vuelta.
El artículo “La educación le ganaría las elecciones a la Polarización” de Mauricio Trujillo, me ha servido para alertar sobre LA TRAMPA de la SEGUNDA VUELTA, pues no comparto su afirmación cuando dice que "está de por medio el reembolso de los costos de la campaña y la perspectiva de seguir jugando en la segunda vuelta ante los dos candidatos finalistas. De ahí la importancia de acompañar en la primera vuelta al candidato de su partido o primera preferencia".
La primera afirmación es indiscutible y es la razón por la cual la oligarquía permitirá ambas vueltas, a fin de pagarle en dinero a sus copartidarios, con la primera vuelta, los servicios prestados.
Pero, no derrotar al uribismo en la primera vuelta, es un riesgo suicida, porque Uribe Vélez, los Santos y la oligarquía tradicional colombiana harán lo indecible (que ya tienen preparado) para ganar esa segunda vuelta.
¿Acaso la clase dominante colombiana alguna vez se ha dejado sustituir por un gobernante alternativo, que no pertenezca al círculo de sus allegados, sus familiares o sus copartidarios ideológicos? ¡NUNCA! _Y estas elecciones no van a ser la excepción. Utilizarán el asesinato de los militantes verdes indefensos, como hicieron con el genocidio al Movimiento Gaitanista que se inició en 1946 para atemorizar a los seguidores de mi padre, Jorge Eliécer Gaitán, para luego - cuando su ascenso al poder se volvió inevitable - asesinarlo en complot que urdieron con la CIA. Lo mismo ocurrió años después con la UP. Seguramente no asesinarán a Mockus porque, aún cuando no hace parte de su círculo y no es de su total confianza, tienen la esperanza de poder manejarlo en lo que se refiere a sus programas económicos y sociales.
Por otro lado ¿quién de mi generación - como Francisco y Tila, los padres de Mauricio - olvida que al General Rojas Pinilla le robaron descaradamente las elecciones a favor de Misael Pastrana? (y no hay que olvidar que los descendientes de aquel episodio están hoy con el uribismo: Andrés, hijo de Misael y Vargas Lleras, nieto de Carlos Lleras, el presidente que fraguó ese chocorazo).
Cuando todos los uribistas estén unidos después de cobrar los valiosos reembolsos de la primera vuelta (ya que se le ha dado espacio a esa segunda vuelta para que los adeptos uribistas tengan con la primera vuelta su recompensa económica con dineros que pagamos los contribuyentes) actuarán al unísono con el PIN, con los godos (léase conservadores), con los seguidores de Santos, con los paracos que no se han desmovilizado, con el gobierno y sus tentáculos (DAS, Ejército, Policía).
Unidos todos (y ya con los reembolsos en el bolsillo, que serán avaluados por encima de lo gastado) meterán a fondo el acelerador para no dejarse ganar.
Apelarán a la compra de votos, al chantaje con los subsidios de "familias en acción" (lo que explica que los más necesitados estén con Santos porque reciben una mesada que les alivia el hambre), harán uso de los falsos positivos y las amenazas de toda índole, utilizarán el fraude, la coacción, la compra descarada de votos, la adulteración de las planillas electorales (como lo hicieron masivamente en las recientes elecciones parlamentarias) y emplearán TODAS LAS HERRAMIENTAS DOLOSAS de las que SIEMPRE han hecho uso a "tuti plen".
¿Ustedes creen que Álvaro Uribe esperará democráticamente a ser sustituido en el poder? ¡JAMÁS!
Podría decírsele, como dicen los niños, "te conozco mosco" o, como nos enseñó Cristo que "por sus obras los conoceréis" y ya nos han confirmado - por boca del paramilitar Salvatore Mancuso - que los paramilitares coadyuvaron a la elección de Uribe en el 2002, lo que hace presumir que lo mismo ocurrió en el 2006.
¿Acaso no vimos cómo compró el gobierno las conciencias de los parlamentarios para que la reelección fuera aprobada? ¿Acaso hemos olvidado que no hubo maniobra dolosa que no se empleara para lograr la reelección?
IR A LA SEGUNDA VUELTA ES DAR PAPAYA, OTORGÁNDOLE EL CHANCE QUE BUSCA EL URIBISMO DE REVIVIR LA REELECCIÓN DE URIBE EN CUERPO AJENO, EL DE SANTOS.
¿Qué les impedirá a los uribistas comprar toda clase de conciencias en el proceso electoral de la segunda vuelta, asesinar, amenazar, adulterar planillas electorales y demás?
No hay que creer que es fruto de la inocencia dejar el espacio abierto de la segunda vuelta. ¡Nooo! Es una clara maniobra para ilusionar a los opositores del gobierno, haciéndoles creer que en la primera vuelta pueden votar por los candidatos menores, mientras proyectan votar por Mockus en la segunda. Eso es INGENUIDAD y confianza en el sistema democrático colombiano.
¿Hemos olvidado que en Colombia ha sobrevivido la guerrilla por más de 60 años porque no ha funcionado un Estado de Derecho que permita el libre juego democrático para que alguna vez gane la oposición?
La primera vuelta tiene como objetivo permitir que los seguidores de Uribe se lucren de los reembolsos, para meterla toda, unidos y apoyados en la corruptela, en la segunda vuelta. ¿Es posible que RCN esté tan tranquilo al ver que Mockus puntea en las encuestas? ¿Qué traman ahora? ¿Tranquilizar a la oposición y hacerla bajar la guardia?
Eso es lo que yo creo, y por eso mismo estoy invitando a que nos la juguemos toda en la primera vuelta**.
Dejar que opere la primera vuelta, como herramienta de distracción y de negocio, para meter el acelerador en la segunda - utilizando, ahí sí, a fondo el dolo, tal como es costumbre de nuestras oligarquías - es la táctica del ahora.
La izquierda colombiana se ha caracterizado por su ingenuidad. Incluso mi padre, Jorge Eliécer Gaitán, cuya "malicia indígena" y habilidad táctica - sin concesiones ideológicas - le permitió derrotar aplastantemente a la oligarquía en 1947, fue muy ingenuo al decir que las oligarquías no lo asesinarían porque sabían que con su asesinato el país se volcaría y pasarían muchísimos años antes de que las aguas regresaran a su nivel normal.
Pues las oligarquías prefirieron el caos antes que dejar que Gaitán fuera elegido presidente.
Cuando mis compañeros de izquierda me proponen, como voto ideológico coherente, votar en la primera vuelta por Petro y en la segunda por Mockus, pienso que han olvidado que no estamos en un régimen donde opera el juego democrático y que tienen confianza en el juego electoral de esta oligarquía ¡MAMOLA!
El lema de batalla de nuestra oligarquía es NO PASARÁN y jugarle a la segunda vuelta es seguir el juego que nos han montado tradicionalmente, un juego de delincuentes carentes de cualquier principio moral. Eso, sumado a los "nuevos poderosos" como Uribe Vélez, que nos ha demostrado que está DISPUESTO A TODO para seguir de mandamás en este país.
Aprovechemos que los uribistas y su combo van a dejar que opere la primera vuelta porque, como dice Mauricio Trujillo “está de por medio el reembolso de los costos de la campaña” como premio a sus seguidores, de lo cual no puede prescindir Uribe.
Derrotémoslos en la primera vuelta. Esas oportunidades no se vuelven a presentar.
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Lo que pasaría si Santos gana la presidencia!!!
PRIMERA ALOCUCIÓN PRESIDENCIAL DE JUAN MANUEL SANTOS
Por Daniel Samper Ospina (Revista Semana)
Suena el himno nacional. Rodeado de su equipo de trabajo, el presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos, se dirige al país). Compatriotas: En el día de hoy he tomado una dolorosa decisión. (Sobre sus palabras se ven imágenes del ex presidente Uribe, que camina cabizbajo, vestido con un overol de preso color naranja, mientras dos policías lo llevan del brazo a un avión). He decidido extraditar al ex presidente Uribe, requerido, a solicitud mía, por la Corte Penal Internacional.
El ministro de Gobierno, doctor Andrés Felipe Arias, ha ayudado a que estos trámites hayan sido expeditos. (La cámara muestra al ministro Arias, que tiene los párpados llenos de bótox). Hago un reconocimiento a su labor. (Arias sonríe, orgulloso; restriega su lomo contra las pantorrillas del jefe de Estado, y este le soba la espalda y le tira una ración presupuestal).
El único responsable del bombardeo a un país vecino y del escándalo de los falsos positivos acaba de caer. Mi gobierno lo ha hecho pagar.
(El gabinete irrumpe en un aplauso cerrado).
Compatriotas: Ya todo terminó.
(Las imágenes muestran que el avión con el ex presidente Uribe despega).
Como le comenté al secretario de prensa, Germán Santamaría, no ha sido un día fácil. Incluso cancelé el juego de golf en el Country de esta mañana, pese a que ya le había dicho a Angelino cuál talega debía llevarme. Y le dije: "Angelino, no tengo ánimos de ir. Avísale a Pacho, que debe estar en la taberna; ya di orden de que te dejen entrar hasta allá. Dile que tampoco llego al póquer, que apueste por mí. Debo anunciarle al país esta decisión". ¿A qué esperar al consejo comunal, que en adelante se hará en Anapoima? Era mejor hacerlo de una vez y acompañado por este gran equipo de gobierno del que me pude rodear por haber subido al poder sin ningún tipo de compromisos.
Gente como el ministro de Educación, doctor Juan Carlos Abadía, faro ético de las nuevas generaciones. (La cámara toma a Abadía, que tiene un palillo entre los dientes, camisa de arabescos abierta en el pecho, gafas oscuras Ray Ban de marco dorado y una esclava de oro en la muñeca, y que mira orgulloso a su Presidente). O como Ernesto Yamhure, director del DAS (Yamhure, enfundado en unos audífonos gigantes, pide silencio con una seña porque no lo dejan seguir la llamada que tiene intervenida). O como la ministra de Protección Social, Dilian Francisca (la cámara poncha a la doctora, que se está haciendo aseo oral con el dedo meñique). O como el ministro de Comunicaciones, Armando Benedetti, con quien mejorará la Comisión Nacional de Televisión. Porque si algo sabe hacer el doctor Benedetti es arreglar comisiones. (El doctor Benedetti levanta una ceja, solo una, como cuando le toman fotos para las páginas sociales).
Me rodean funcionarios jóvenes como Lucero Cortés, ministra de Cultura. (La cámara toma ahora a Lucero Cortés, que se ataca a llorar, emocionada; llama a una tuna, le pone una capa al doctor Santos, aplaude, da brincos y vuelve de nuevo a la calma). O como Laurita, la directora del Sena, que no pudo venir porque está almorzando con su papá. O como la viceministra de Juventudes, doña Olga Duque de Ospina. (Doña Olga inclina la cabeza para saludar, y de su cuello cae un poco de aserrín).
Pero eso no significa que vaya a improvisar. Me he rodeado también de gente experimentada. Luis Guillermo Giraldo, de gran experiencia en el manejo de cuentas, será el ministro de Hacienda (la cámara muestra al doctor Giraldo, que se frota las manos). Y los doctores Guerra Tulena, Jorge Aurelio Iragorri y el mismo José Obdulio estarán conmigo en Palacio, como gendarmes del juego limpio y de los recursos públicos, apoyados por el nuevo zar anticorrupción, doctor Name Terán.
Compatriotas: Como dije en la entrevista que me hizo hoy el director de El Tiempo y futuro ministro, doctor Mauricio Vargas, este es el gobierno de la meritocracia. Noemí Sanín aceptó gustosa la embajada de Holanda, donde la designé por sus amplios conocimientos sobre la llamada enfermedad holandesa. Y estoy seguro de que el almirante Arango Bacci hará un gran papel en la embajada de Irak, que este gobierno abrió exclusivamente para él.
En materia militar no hay nada que temer. Ante el llamado a la guerra que ha hecho a su Ejército el gobierno venezolano, ya he dispuesto que mi ministro de Defensa, doctor William Brownfield, uniforme a la tropa con petos de la Cruz Roja y saque a la frontera toda la infraestructura militar y de logística que encuentre, incluyendo el avión del Museo de los Niños, pero exceptuando, claro, los dos Black Hawk asignados a mis hijos.
Compatriotas: Bienvenidos a una nueva era.
El sátrapa se ha ido.
Y ustedes lo han visto en exclusiva por Planetavisión. Y recuerden: no sean imbéciles. Cambien de opinión, pero nunca de canal.
Buenas noches.
(Todos aplauden. Suena el Himno Nacional. El equipo se dispersa. El ’Pincher’ Arias levanta una pierna sobre el montículo de aserrín y luego persigue, juguetón, la cola de lagarto de Rodrigo Rivera. El estilista Emiro le pone una inyección al Presidente en los párpados. El ministro Abadía pregunta al doctor Giraldo si sabe de su esclava de oro, desaparecida durante la alocución. Fin de la emisión).
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ME GUSTA MOCKUS, Y QUÉ
Por María Elvira Samper
Me gusta Antanas Mockus y me gusta desde hace tiempo. Desde comienzos de los años 90 cuando con María Isabel Rueda lo invitamos a trabajar en el Noticiero QAP y allí pudimos conocer sus excepcionales condiciones intelectuales y humanas. Y me gusta mucho más desde cuando dijo –mientras sus asesores se cogían la cabeza a dos manos- que si para ganar la Alcaldía tenía que dejar de ser él mismo, prefería perder.
Me gusta Mockus por su autenticidad, porque no quiere parecerse a nadie distinto a sí mismo, porque no se deja encasillar y porque tiene una forma distinta de aproximarse a los problemas. Porque sabe mirar el mundo desde la posición del otro, porque mira la política desprovisto de rótulos y juzga sin criterios preestablecidos. Me gusta porque se mueve por convicciones profundas, porque no se siente iluminado, ni indispensable, ni salvador, a pesar de que su apellido, Mockus, quiere decir Moisés.
Me gusta porque cree en el poder de la palabra y la comunicación, por su forma de ser pedagógico, porque está convencido de que la educación –un tema que carece de sex appeal en las campañas políticas– hace la diferencia. Porque no pertenece a la clase política tradicional, ni a los grupos ni a las castas de los privilegiados de siempre. Porque tiene perspectiva de largo plazo y porque es distinto a los políticos de siempre que prometen para meter y después de haber metido no cumplen lo prometido. Porque no cae en tentaciones populistas como la de ofrecer doblar el salario mínimo y mil bellezas más, a sabiendas de que son imposibles de cumplir.
Me gusta porque sabe que gobernar no es transar y ceder para preservar la popularidad.
Me gusta porque tiene fe en que las cosas pueden cambiar por las buenas y no a punta de bala, porque cree en los métodos pacíficos para resolver conflictos, porque su modelo de seguridad no se basa solamente en el fortalecimiento del Ejército y la Policía, sino porque está centrado en la cultura ciudadana, en valores como la tolerancia y el respeto por la diversidad y el derecho supremo a la vida. Me gusta porque su partido es el partido por la vida.
Me gusta porque cree en la autoridad más que en la fuerza para hacer cumplir la ley y en el poder del ser humano para autorregularse. Porque está convencido de que respetar las leyes es la llave de la convivencia y porque su código de ética se apoya no sólo en sanciones sino en reconocimientos y estímulos. Porque sabe que gobernar no es transar y ceder para preservar la popularidad, porque está convencido de que no todo es negociable.
Me gusta porque en la Universidad Nacional se dio la pela de hacer la reforma curricular que no se había hecho desde 1965, y porque se la jugó con medidas como el cobro equitativo de las matrículas. Porque en su paso por la Alcaldía demostró que es posible cambiar las costumbres políticas. Porque cambió las relaciones con el Concejo y probó que se puede hacer política sin engañar, sin negociar principios. Porque es capaz de tomar medidas impopulares –apoyó la sobretasa de la gasolina y el cobro por valorización, porque es capaz de pisar callos si lo considera necesario.
Me gusta porque es capaz de decirle a la gente no lo que quiere oír sino lo que cree que debe hacerse en función del interés de las mayorías. Porque sabe gobernar al margen de las encuestas y sobre el principio incuestionable de que los recursos públicos son sagrados. Me gusta porque sabe perder y porque sabe esperar, porque no quiere llegar a cualquier precio, como otros que conocemos. Y me gusta porque es capaz de reconocer los errores y pedir perdón.
Pero sobre todo, Mockus me gusta por ese aire que le dejó el haber sido tocado por el movimiento de mayo del 68 y su consiga de la imaginación al poder. Porque no ha perdido la capacidad de soñar y de hacernos soñar. Por esto y por mucho más me gusta Mockus. Y qué ¡!!
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MOCKUS DA UNA LECCIÓN DE DECENCIA Y HONESTIDAD A LOS COLOMBIANOS
Joaquim Ibarz
La Vanguardia.es / Diario de América Latina
Al presidente colombiano Álvaro Uribe se le ve inquieto, turbado, con nervios a flor de piel. Motivos no le faltan para ese desasosiego. Desde que las encuestas muestran un día sí y al otro también que sus candidatos pueden ser derrotados en las elecciones del 30 de mayo, el mandatario se muestra desabrido, irritable. Las descalificaciones que de manera tan intempestiva como ilegal ha hecho en los últimos días en contra de Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá y candidato emergente del Partido Verde, son prueba de que teme por el futuro de Juan Manuel Santos y… por su propio destino. El ex ministro de Defensa que hasta hace apenas 15 días parecía tener asegurada la presidencia, ya no tiene ninguna certeza que vaya a llegar al poder.
El periodista colombiano Juan Restrepo comenta a La Vanguardia que el presidente colombiano que condecoró a Mockus por su eficacia al lograr rebajar sustancialmente los índices de homicidios y violencia en la capital, dice ahora que descuidó la seguridad durante sus dos mandatos de alcalde. "Uribe no solo miente y se contradice sino que incurre en delito. La Constitución colombiana le prohíbe hacer propaganda política en campaña electoral", señala Restrepo. El ex corresponsal de Televisión Española en Bogotá recalca que "no es ningún disparate pensar que a Uribe le espera en lontananza el banquillo de los acusados por los crímenes y desafueros cometidos por su gobierno".
Máxima alerta en la Casa de Nariño
En la residencia presidencial Casa de Nariño han sonado todas las alarmas. El presidente Uribe ha declarado el estado de máxima alerta. Hace tan sólo un mes, en los círculos oficiales había total confianza en que a estas alturas de la campaña, el uribismo, encarnado al menos en tres candidatos, arrasaría en las encuestas de intención de voto. Ante el fenómeno Mockus, el propio presidente Uribe insta a la unidad de sus partidarios para asegurar la victoria en la primera vuelta.
Aunque Uribe tiene prohibido participar en política, reunió en privado a más de 90 congresistas afines al Gobierno para encontrar mecanismos urgentes que propicien que un candidato de unidad gane el 30 de mayo.
Uribe está inquieto porque se juega mucho en estas elecciones. La continuidad de su proyecto de seguridad democrática puede ser lo de menos. Lo que más debe preocupar al presidente es que puede acabar en la cárcel como le sucedió a Alberto Fujimori. El ex presidente peruano fue condenado a 25 años de cárcel –sentencia ratificada por el Tribunal Supremo- por su responsabilidad en el asesinato por militares de ocho estudiantes y dos profesores universitarios. En Colombia son más de dos mil los jóvenes inocentes muertos a sangre fría por el Ejército, a los que luego les colocaban uniformes de guerrilleros para hacerlos pasar por terroristas.
Motivos pueden haber muchos para enjuiciar al actual mandatario colombiano, desde el soborno comprobado –hay sentencias judiciales por en medio- de congresistas para lograr una reelección que la Carta Magna le prohibía, a su presunta responsabilidad en los crímenes de los militares contra jóvenes de barrios pobres, a los que luego se identificaba como guerrilleros muertos en combate.
Siendo ministro de Defensa de Uribe, Camilo Ospina aprobó una directiva que otorgaba recompensas en metálico o con ascensos por cada presunto guerrillero abatido. Resulta difícil de creer que Uribe, que controlaba todos los pasos y resortes del Gobierno, no hubiera sido consultado con anterioridad por Ospina del documento que iba a hacer llegar a los cuartos de banderas de los cuarteles.
Los escándalos que salpican a Álvaro Uribe
En cualquier otro país no mediatizado por el pasado de violencia y por la polarización que ha fomentado el propio Gobierno, uno solo de los escándalos que han salpicado a Uribe en los cerca de ocho años que lleva en el poder habría sido suficiente para acabar con su presidencia. La lista de presuntos delitos es tan larga como grave:
· la compra del Congreso para cambiar la Constitución y hacerse reelegir en 2006;
· el asesinato por el Ejército de unos 2.000 jóvenes para cobrar recompensas o lograr ascensos;
· el espionaje ilegal de políticos, magistrados y periodistas por los servicios de inteligencia;
· la extradición a Estados Unidos de los cabecillas de los grupos paramilitares para impedir que se sepa la verdad sobre sus vínculos con políticos uribistas;
· el acoso y asedio para acabar con la independencia de los altos tribunales y amordazar a los periodistas críticos;
· el reparto del dinero público entre terratenientes del partido del presidente; la visita de presuntos criminales a la Casa de Nariño;
· el nepotismo que ha enriquecido a los hijos del presidente con prácticas que no siempre cumplen con la ley;
· el descrédito sistemático de la oposición, a la que se estigmatiza como colaboradora de la guerrilla...
Ante tal cúmulo de potenciales procesos (varias ONG defensoras de Derechos Humanos han anunciado que plantearán acusaciones contra Álvaro Uribe ante la Corte Penal internacional al día siguiente de abandonar la presidencia), no es de extrañar que la aparición de un fenómeno inesperado como el tándem Mockus-Fajardo ponga nervioso a un personaje mesiánico que, al igual que su denostado Hugo Chávez, aspiraba a perpetuarse en el poder.
Según el representante conservador Óscar Fernando Bravo, al reunir a sus congresistas en la casa presidencial Uribe pretendía encontrar fórmulas para descarrilar la candidatura de Mockus. No se encontró otra propuesta que la descalificación del candidato por parte del propio presidente. Pero los ataques de Uribe ya no paran la bola de nieve que catapulta a Mockus.
Mockus con visos de profesor, cura y profeta
Tal como señala la revista Semana, con un candidato que tiene a la vez visos de profesor, cura y profeta, ya la campaña cambió de tono, protagonistas y temas, y obligó a candidatos, analistas y electores a repensar el escenario.
La revolución verde no figuraba en ningún presupuesto. Nunca antes en Colombia, una candidatura presidencial que había despegado desde un extremo tan desconocido irradia confianza y despierta genuino entusiasmo en todos los sectores de la población. Jóvenes, antiguos abstencionistas, empresarios, industriales, comerciantes, amas de casa, y campesinos, ven en Antanas Mockus una esperanza de cambio. Un número cada vez mayor de colombianos confía en que el ex alcalde de Bogotá sacará al país adelante, rompiendo con el autoritarismo, las prácticas antidemocráticas y la política antisocial que encarna el presidente Álvaro Uribe.
"La ola verde", "la fiesta verde", "la marea verde", "la fiebre verde", son algunos de los calificativos con los que los internautas colombianos destacan el ascenso de Mockus en las encuestas. La adhesión de Sergio Fajardo a la candidatura del Partido Verde ha revolucionado la campaña presidencial, hasta el punto de que la ola verde ya se está transformando en tsunami.
Defender las instituciones y combatir la ilegalidad
Quienes creían que sufragar por Mockus era perder el voto ya habrán cambiado de opinión. El Verde le arrebató al Polo Democrático su sector más progresista y Mockus se convirtió en alternativa real para quienes quieren un rumbo distinto para Colombia, un cambio que esté fundado en valores distintos a los que pregona Uribe. Defender las instituciones y combatir la ilegalidad es la propuesta política más importante que se ha hecho en Colombia en los últimos treinta años; ninguna otra iniciativa sería tan beneficiosa para la vida de los ciudadanos. El fenómeno Mockus permite pensar que la supuesta altísima popularidad de Uribe, que desde hace años le daban todas las encuestas, pudo estar hinchada desde el propio poder; los sondeos de estas semanas evidencian que muchos colombianos sienten que el país no marcha bien y que es el momento de enderezar el rumbo.
La marea verde enfrenta la prueba de fuego de consolidarse en muy corto plazo como alternativa creíble y viable de gobierno. Para ello cuenta con la impronta ética que caracteriza a Mockus y con una sociedad que demanda como nunca antes la restitución de la moral y la decencia en la vida pública. Los verdes pueden mostrar con orgulloso la transformación urbana y social de Bogotá y Medellín cuando Mockus y Fajardo eran alcaldes de las dos grandes ciudades colombianas. También cuentan con una cadena de mensajes unitarios, afirmativos, novedosos y esperanzadores en una audaz campaña que se multiplica a través de las redes sociales.
El mayor reto de Mockus es demostrar que desde una apuesta ciudadana, independiente, con el voto limpio, se puede derrotar al candidato que representa la politiquería, la corrupción y un pasado con muchos puntos oscuros como ministro de Defensa.
La marea verde hace visible lo mejor de los colombianos
El analista Antonio Sanguino Páez señala que "esta marea verde de emociones está promoviendo y haciendo visible lo mejor de los colombianos; a diario, surgen y crecen acciones a favor de los principios-guía de esta acción por la transparencia, la decencia, la legalidad y el trabajo en equipo". Otros analistas destacan que Mockus, como eje de su política, regala a diario decencia, devolución de recursos electorales no gastados en la campaña, elogios a sus contrincantes, un halo de dignidad y construcción colectiva.
A medida que pasan los días, la candidatura de Mockus se hace más sólida. Se ha afianzado en segundo lugar en las encuestas, pisándole los talones al uribista Juan Manuel Santos. La aspirante conservadora Noemí Sanín está desconcertada al comprobar que se hundió en el tercer lugar. La intención de voto real puede que sea aún más favorable a Mockus que lo que indican los resultados de los sondeos. La revista Semana revela en su último número que la encuesta de Datexco, contratada por la emisora La W y el diario El Tiempo, "creó una conmoción por la disparada de Mockus". Según la revista, la encuesta era aún más favorable al ex alcalde bogotano. "Cuando se hizo la tabulación arrojó el desconcertante resultado de que Mockus estaba ligeramente por encima de Santos.
Los directivos de la firma se sorprendieron tanto que pensaron que se podía tratar de un error metodológico o de trabajo de campo y, ante la duda, decidieron volverla a repetir. En la segunda versión del sondeo, Santos obtiene 29,5 % de intención de voto y Mockus 24,8 %. Datexco se exculpa diciendo que ambos resultados son compatibles y coherentes estadísticamente, pues en ambos casos hay empate técnico por el margen de error". Lo que no se aclara es cuántas veces Datexco repitió la encuesta, o si cambió la orientación de las preguntas, hasta que Santos apareció en primer lugar. La revelación de Semana siembra dudas sobre la honestidad de esta firma encuestadora.
Por su parte, el comentarista Rodolfo Arango asegura que el presidente Uribe ha resultado ser el mejor elector de Mockus. Cada ataque del mandatario aumenta el número de partidarios del ex alcalde.
"La indignación moral ante tanto abuso puede expresarse en las urnas. Existe hoy una opción que quiere apostarle al ejercicio del poder según principios, con la recuperación de la ética pública. La juventud tiene conciencia de la necesidad de un cambio en el modo de ejercer el poder para recuperar el Estado de derecho", resalta Arango.
"Vamos a demostrar que cuando dos matemáticos se suman, multiplican"
Al aceptar "construir un mismo camino" con Mockus, Fajardo hizo una apuesta ética que convierte al ex alcalde de Medellín más popular de la historia reciente en la fórmula vicepresidencial de uno de los ex alcaldes de Bogotá más aplaudidos de las últimas décadas.
La unión de las dos candidaturas que representan el llamado voto de opinión abre nuevas perspectivas. Las encuestas confirman el vaticinio del propio Fajardo: "Vamos a demostrar que cuando dos matemáticos se suman, multiplican". Y así fue. La alianza despierta fervor en escépticos, soñadores y gente del común que nunca ha votado. Unos y otros asisten con entusiasmo a los mítines y participan en las redes sociales de apoyo que se multiplican día a día.
"Cada momento histórico tiene un candidato que simboliza la necesidad", explica el analista Héctor Riveros, "Mockus podría simbolizar la reacción al relajamiento moral, a la parapolítica (alianza de políticos uribistas con los paramilitares), al espionaje político, al ’voten antes de irse a la cárcel’ (frase que dijo Uribe al pedir el voto para su reelección a congresistas que iban a ser encerrados en un penal por sus vínculos con narcos y paramilitares).
La confluencia de ideas y de proyectos no es nada fácil en Colombia. El analista León Valencia recuerda en las páginas del diario El Colombiano que "quienes nos atrevimos a llamar a la unidad de Mockus y Fajardo recibimos muchas manifestaciones de escepticismo, nos decían ilusos, ingenuos, gente que pensaba con el deseo. Pero Fajardo les ha dado una lección a las personas incrédulas y lo ha hecho invocando al país, diciendo que ha recorrido palmo a palmo a Colombia y siente sus tragedias en el alma y anhela un cambio profundo para superar las terribles desigualdades que afligen a sus conciudadanos".
El escritor Héctor Abad Faciolince, uno de los columnistas que pidió la alianza entre los ex alcaldes, señala que "la candidatura de Mockus crecerá como espuma, como una gran marea verde, en la segunda vuelta sorprenderá a cualquiera que sea su contrincante". Mockus y Fajardo no son dos profesores despistados sino dos ciudadanos ejemplares que se hastiaron de la política corrupta. Abad destaca que los dos ex alcaldes no son dos soñadores con la cabeza en las nubes sino dos hombres con los pies en la tierra que han demostrado (cuando fueron elegidos en las dos alcaldías más importantes del país) que saben administrar con eficiencia y pulcritud los recursos públicos. Ambos tienen experiencia administrativa y ya demostraron que son honestos y capaces de llevar a la práctica sus ideas de educación, civismo y no violencia. Medellín y Bogotá eran dos de las ciudades más desprestigiadas de la tierra y hoy son un ejemplo para América Latina, gracias a ellos.
Entusiasmado con la candidatura independiente, Héctor Abad Faciolince hizo una ferviente exhortación para que los electores "se unan al sueño de esta Colombia nueva, al sueño de un país donde sea más importante la educación que la guerra. En el que lo primero sean la salud y el agua y no el odio y las trincheras. Por un país seguro y decente, pero no plegado a los paramilitares o a los falsos positivos (los asesinatos de jóvenes por el Ejército) por el bien de una seguridad mal entendida. Mockus y Fajardo no claudicarán ante la guerrilla, pero eliminarán los caldos de cultivo de miseria donde crecen el descontento y la apatía.
Figuras como el cantante Juanes y actrices de telenovelas se han adherido a una campaña que, según la revista Semana, se ha convertido en fenómeno mediático.
La irrupción de una alianza con alto perfil intelectual que atrae al voto de opinión y a sectores urbanos, plantea nuevas estrategias a los otros candidatos. El sufragio independiente con peso propio obliga a que en los debates se aborden los problemas reales del país. Santos y Noemí Sanín, que han sido estrechos colaboradores de Álvaro Uribe, no tenían interés ni necesidad de elaborar nuevas propuestas; les bastaba con repetir que seguirían los pasos del actual presidente. Confiaban que con ese discurso bastaría para pasar los dos a la segunda vuelta y, luego, uno de ellos dos ganar la presidencia.
El analista Germán Vallejo comenta a La Vanguardia que los sectores urbanos no uribistas vieron la unión de Mockus-Fajardo como una iniciativa que cambió de plano el panorama electoral.
"Por fin, quienes no comparten la continuidad derechista de Uribe a través de otros candidatos, ven una opción de centro con posibilidades de triunfo. Incluso muchos simpatizantes de izquierda están dispuestos a unir fuerzas en torno a Mockus", señala Vallejo. El comentarista destaca que otro elemento a considerar es que Mockus es el candidato con menor imagen negativa. "En política, la potencialidad de crecer en intención de voto está demarcada en gran medida por la resta de imagen favorable menos imagen desfavorable. Mockus tiene todo el potencial para crecer", dice Vallejo.
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No Nos Consta
Tola y Maruja.
- Oites Tola, esplicame bien cuál es la propuesta que le vamos a hacer a Mockus.
- Es que Antanas necesita un gesto simbólico bien titino pa jalarse los uribistas honrados y ganar sobrado en la primera vuelta… La idea es esta: que Mockus diga públicamente que su ministro de agricultura sería Uribito.
- ¡Tola por Dios y por la Virgen! …¿Te la fumates verde o qué?… ¿Cómo se te ocurre esa barrabasada?
- Muy sencillo: Mockus es pedagogo y enseña con ejemplos… Figurate a Andrés Felipe de ministro de agricultura, ya sin malas compañías y bien pulcro en el manejo de los recursos sagrados… Devolviendo tierras a sus dueños desplazados, beneficiando a los campesinos, recuperando el campo.
- Inrreconocible.
- Esa sería mejor enseñanza que todas las leyes anticorrución…Al fin y al cabo, como dicen por ahí, el hombre nace bueno y las amistades lo dañan…Uribito parece ser un muchacho inteligente, preparao, que dio con malas relaciones.
- Pero Tola, ¿no sería preferible darle ese puesto a una persona mejor persona?
- No Maruja, arrecordate del ejemplo del pastor que abandona la manada por buscar la oveja descarriada…Andrés Felipe apenas está empezando y todavía tiene componete.
- Me dejás cabezona, querida…Si los colombianos van a elegir a Mockus pensando más que todo en un cambio de mentalidá, pues queda de papaya que con el nombramiento de Uribito se mande el mensaje de que los seres humanos tenemos remedio.
- Claro, Antanas lo regenera y lo aconducta y recupera un talento pal bien.
- Tola, decime una cosa: ¿vos estás yendo a misas cristianas? …Tenés un sonsonete de evangélica que ni mandado a hacer.
- Ay, mija…Allá usté, pero lo que soy yo me voy subiendo al bus de la victoria verde.
- Yo no estaría tan segura…Mockus viene trastabillando en las respuestas y asustando a los uribistas… ¿Vites que dijo que estraditaría a Santos?
- Pero ya aclaró que no, que primero debe pagar cárcel en Colombia.
- Hablando de Juan Manuel, estuvo con los indios guayú y les pidió que le prestaran un palabrero pa dialogar con Chávez.
- Qué va…No pudo el palabrero Uribe.
- El miedo de los uribistas es que se queden sin puestos.
- Antanas acaso los va a sacar como pepa de guama… Él tiene que entenderse con el Congreso y tiene que darles puestos… Lo que pasa es que Mockus le va a decir al parlamentario uribista: Pa tal cargo tráigame un conocido suyo capaz y honrao.
- Pobre senador, qué encartada.
- Da pesar es la guerra sucia que le están haciendo a Mockus…Le han sacao afiches pelando el trasero y le están armando chismes…Figurate Maruja que andan diciendo que cuando nació, Antanitas lo primero que sacó fue la nalguita.
- Y espere la esculcada que le van a pegar… Se comenta que los uribistas le tienen su dosier: Quizque cuando pelao, a Mockus le prestaron en una tienda un envase de Kolkana…y que nunca lo devolvió.
- Y le tienen pruebas de que en las casas vecinas tocaba el timbre y se volaba.
- También cuentan que Antanas tiene un hermano calavera y que se llama Zacarías.
- Dicen que Mockus es un fenómeno…En cambio yo creo que el fenómeno será Santos, si gana: no tiene carisma, gaguea, está pedido en estradición, Mancuso lo acusa, siguen cogiendo presos de su partido, Uribe no se lo acaba de tragar… Si triunfa me le quito el sombrero.
- Nada raro que gane porque está prometiendo cosas interesantes: antier dijo que investigará las chuzadas telefónicas así caiga él mismo.
- Al pobre Santos le ha tocado una campaña muy desigual: Él solo contra cinco hojas de vida limpias.
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