EN COPENHAGUE MURIÓ LA ILUSIÓN OBAMA, ASEGURA CHÁVEZ

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El presidente venezolano, Hugo Chávez, aseguró hoy que la ilusión sobre su par estadounidense, Barack Obama, murió en la XV Conferencia sobre el Cambio Climático celebrada en Copenhague, Dinamarca, la semana anterior. "En Copenhague se acabó definitivamente la ilusión Obama. Quedó confirmado en su condición de jefe del imperio y "Premio Nóbel de la Guerra". El enigma de los dos Obama ha quedado resuelto", asevera Chávez en sus Líneas dominicales.

Según el mandatario de Venezuela, "el imperio (estadounidense) llegó a última hora, el 18 de diciembre, a ofrecer migajas a manera de chantaje y así lavar la culpabilidad marcada en su rostro".

Frente a esta estrategia del bolsillo lleno, se escuchó por Dinamarca la voz clara y valiente de la pensadora hindú Vandana Shiva diciendo una gran verdad, indica el líder suramericano.

Creo que es hora -cita el gobernante a Shiva- de que Estados Unidos deje de verse a sí mismo como donante y comience a reconocerse como contaminador: un contaminador debe pagar una compensación por los daños y debe pagar su deuda ecológica.

Recuenta el dignatario que el viernes 18 llegaba a su fin sin un acuerdo democráticamente consensuado la cumbre de Copenhague: Obama montaba tinglado aparte, en una nueva violación de los procedimientos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), por lo que nos vimos obligados a impugnar cualquiera resolución que no pase por el respeto a la vigencia del Protocolo de Kyoto.

"Respetar y potenciar Kyoto es nuestra divisa", subraya.

"No fue posible un acuerdo en Copenhague por la falta de voluntad política de los países ricos: los poderosos del mundo, los hiperdesarrollados, que no quieren ceder en sus patrones de producción y consumo tan insensatos como suicidas", denuncia el Jefe de Estado venezolano.

"El mundo a la mierda, si se atreven a amenazar mis privilegios y mi estilo de vida", señala el dignatario quien interpreta que es lo que parecen reiterar con su conducta.

Agrega que esta es la dura verdad que no quieren oír de quienes sí actuamos bajo el imperativo histórico y categórico de cambiar de rumbo.

"Copenhague no es un fin, lo reitero, sino un comienzo: se han abierto las puertas para un debate universal sobre cómo salvar al planeta, a la vida en el planeta. La batalla continúa", remarca Chávez.