Blogia
Máximo Kinast Avilés

CONDELL: ¿HÉROE O TRAIDOR?

Escribe Máximo Kinast Avilés

21 de mayo de 2009

Hace 120 años, en la bahía (o rada como gustan decir los historiadores) de Iquique, al amanecer había tres naves chilenas bloqueando el puerto peruano de Iquique: La corbeta Esmeralda, la goleta Covadonga (ambos los barcos más antiguos de la armada chilena) y el transporte Lamar.

A las seis y media de la mañana el vigía de la Covadonga vió y anunció: “Humos al Norte”, que pronto fueron identificados como pertenecientes a los barcos peruanos, el monitor Huáscar y el acorazado Independencia.

Los Comandantes chilenos habían recibido órdenes estrictas del Comandante en Jefe de la Armada, el Almirante Williams Rebolledo, que con toda la flota había zarpado al norte en busca de la escuadra peruana, sin saber que se cruzarían sin avistarse. Las órdenes –según todos los historiadores que he leído- eran de “mantener el bloqueo a toda costa”. O sea, que los marinos chilenos debían defender con su vida el bloqueo de Iquique.

En Wikipedia se puede leer que “El comandante de la Covadonga, ordenó advertir la precencia del enemigo al comandante de la Esmeralda, Arturo Prat, con un cañonazo. Este, al escuchar la señal dispuso levar el ancla, hacer comer a la tripulación y tocar zafarrancho de combate. Además ordenó que la Covadonga se pusiera al habla para conferenciar y que se arrojara al mar, en un saco, la correspondencia para la escuadra chilena.”

Y sigue Wikipedia: “Prat ordenó izar las señales: "reforzar las cargas", "venir al habla" y "seguir mis aguas" y a continuación arengó a su tripulación con las siguientes palabras:

"¡Muchachos!: La contienda es desigual, pero ánimo y valor. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Por mi parte, os aseguro, que mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber".

Esa orden de seguir mis aguas implica una doble estrategia: primero, la de ofrecer una banda doble de cañones en una  misma línea para que cuando el último de la fila (de la segunda nave) haya disparado, el primero (de la primera nave) este cargado y listo para seguir disparando. La segunda estrategia era colocarse cerca del puerto, para obligar a las naves peruanas, mejor artilladas, a disparar en parábola para evitar que los tiros errado cayeran sobre las casas del puerto (o sobre la Catedral), que están a pocas cuadras. De esta forma conseguía disminuir la gran ventaja de la artillería de los barcos peruanos y los obligaba a acercarse hasta una distancia que los cañones chilenos (de menos calibre) podían alcanzarlos y hacer algún daño.

Wikipedia sigue narrando: Terminada la arenga, la Covadonga llegó al habla y Prat le ordenó a Condell: "¡que almuerce la gente!, ¡reforzar las cargas!, ¡cada uno a cumplir con su deber!". Condell simplemente respondió: "¡all right!". Terminado lo anterior se sintió una explosión y una columna de agua y espuma se levantó cerca de ambos buques, el Huáscar había disparado su primer tiro. Se iniciaba el combate.”

Eran las ocho y media de la mañana. A las pocas maniobras fallaron los motores de la Esmeralda que redujo su andar a unos dos o tres nudos por hora. El deber de Condell en ese momento era:

a)     Por orden del Comandante en Jefe de la Armada, “defender el bloqueo a toda costa”, y

b)     Por orden de su Comandante, el Capitán Arturo Prat, de “seguir sus aguas”. Esto significaba pegar la proa de la Covadonga a la popa de la Esmeralda y seguirla. De esta segunda orden, Condell se enteró por las banderas que ordenó izar Prat y que así lo indicaban, y según muchos hstoriadores, porque Prat se lo ordenó de viva voz en el breve parlamento que sostuvieron y que culminó con el ridículo “All right” de Condell. (1)

El transporte Lamar izó bandera norteamericana y se largo rumbo al sur para no ser apresado, por tratarse de una nave carente de artillería.

 

"¿Qué hace Condell?"

Sigue Wikipedia: “Después de una hora de combate, las cuatro naves no presentaban daños importantes. A eso de las 11:30 horas la Covadonga, al mando de Condell, súbitamente cambió de rumbo y se dirigió al sur ante la estupefacción de Prat, quien exclamó "¿Qué hace Condell?", ya que sus órdenes eran continuar el combate en la bahía de Iquique”.

¡Qué dramático me suena esa pregunta de Prat! "¿Qué hace Condell?" ¿Qué habrá pensado Prat? ¿Por qué desobedece mis órdenes?

La explicación de la Armada chilena es que Condell tuvo la genial idea de dividir las fuerzas enemigas haciéndose perseguir por uno de los barcos. Lo que no explican es que eso es algo absolutamente prohibido en las fuerzas armadas. Un subordinado no puede inventarse sus propias órdenes y hacer lo que le venga en gana. En tiempos de guerra –y en pleno combate- eso se llama insubordinación y se castiga con la pena máxima.

Los marinos chilenos explican que lo hizo para salvar su barco y para salvar a sus hombres, lo que parece muy loable, si no fuese que sus órdenes eran mantener el bloqueo o morir, como lo indica el eufemismo “a toda costa”.

 

¿Pero que dijo el propio Condell?

En un Parte Oficial, redactado en Antofagasta el día 27 de mayo de 1879, Carlos Condell dice:

“Eran las 6 y 1/2 de la mañana del 21, cuando encantándonos de guardia fuera del puerto, avistamos al norte dos humos, los que poco después reconocimos ser los dos blindados antedichos. Inmediatamente lo comunicamos a la Esmeralda quien nos puso señal de "Seguir sus aguas" poniéndonos acto contiguo en son de combate y saliendo afuera para batirnos”.

Condell reconoce en este parte que recibió la orden de seguir las aguas de la Esmeralda.

El Parte Oficial continúa: “Las ocho de la mañana sonaban cuando una bala del blindado Huáscar dio en medio de nuestros dos buques que se encontraban al habla. En seguida, poniendo la proa el Blindado Huáscar a la Esmeralda, y la Independencia al Covadonga empezó el Combate, rompiendo nosotros los fuegos. Vista la superioridad del enemigo, así como también la treintena de botes que se destacaban de la playa en auxilio de nuestros enemigos, y comprendiendo que por más esfuerzo que hiciéramos dentro del puerto nos era difícil, sino imposible, vencer o escapar a un enemigo diez veces más poderoso que nosotros, resolví poner proa al sur acercándome lo mas posible a tierra. Mientras tanto, la Esmeralda quedaba batiéndose dentro del puerto. Mientras tanto, la Esmeralda quedaba batiéndose dentro del puerto.”.

Así por las buenas. No hay referencias a nuevas órdenes o contraórdenes (porque no las hubo), ni a supuestas estrategias ganadoras. Lo más parecido a una estrategia es la frase “…acercándome lo más posible a tierra”.En ningún texto de Historia se hace referencia a "la treintena de botes que se destacaban de la playa en auxilio de nuestros enemigos", según palabras de Condell. ¿Los vió o los imaginó?

La roca sumergida contra la cual chocó la Independencia era desconocida para los marinos de la época, incluyendo a Condell. La Armada y algunos de sus admiradores intentan explicar que Condell estuvo haciendo cartas marinas de la costa de Iquique, pero si eso es verdad, no las hizo de Punta Gruesa, que está a unos quince kilómetros de Iquique, una distancia desde la que no es posible mantener el bloqueo. Además, esa roca es absolutamente inusual. Está a unos 60 metros de la línea de marea baja y no hay razón para suponer que a esa distancia de la costa pueda haber algún islote sumergido. En la costa norte de Chile no son frecuentes los islotes ni hay islas.

El Parte Oficial sigue así: “Durante cuatro horas consecutivas soportamos los fuegos que el Blindado Independencia nos hacía sostenidamente, habiendo recibido varios que nos atravesaron de banda a banda el palo de trinquete y nos rompieron las jarcias del palo mayor y palo trinquete y el esquife con sus pesantes, que se fue al agua. Tres veces se nos acercó enfilándonos de popa con su espolón para echarnos a pique.

 

En las dos primeras no se atrevió, sea por temor de no encontrar agua para su calado o por el nutrido fuego de cañón y de fusil que le hacíamos, contestándonos ellos lo mismo y a demás con ametralladoras desde las cofas. La tercera tentativa parece que era la decisiva y a 250 metros de nuestra popa recibió algunos balazos con cañones de a 70, que lo obligaron a gobernar a tierra y vararse en un bajo que nosotros pasamos rozando. Gobernamos a ponernos por la popa donde no podía hacernos fuego. Al pasar por el frente le metimos dos balas de cañón de a 70 que ellos nos contestaron con tres tiros sin tocarnos. Saludamos con un ¡Hurrah! la arriada del estandarte y pabellón peruanos que dicho blindado hacía tremolar en sus topes, viendo reemplazadas estas insignias por la bandera de parlamento”.

La mención de un bajo que pasaron rozando indica que Condell no sabía de su existencia, porque si hubiese sido un acto de astucia para llevar a su enemigo a pasar por ese punto, su Parte Oficial era el lugar más adecuado para decirlo. Simplemente Condell tuvo una suerte extraordinaria y More se demostró como un marino inepto al seguir por la popa un barco de menor calado en aguas desconocidas.

No sólo tuvo suerte en tropezar con la roca sumergida, sino que el sacrificio de Prat, se transformó por arte de birlibirloque (o de marketing diríamos hoy) en un acto de heroísmo de toda la Armada de Chile y habría sido una pésima política condenar a Condell por abandono de su comandante en plena batalla. A los altos mandos no les quedó otra alternativa que declararlo héroe, rendirle honores y darle el mando de un nuevo barco, la cañonera Magallanes.

En mi opinión personal, Carlos Condell huyó rumbo al sur, abandonó a su Comandante en pleno combate y desobedeció las órdenes del Comandante en Jefe de la Armada de Chile en tiempo de guerra.

No es extraño que con su ejemplo, en 1973, el almirante Merino se haya amotinado y relevado arteramente del mando a dos o tres almirantes que tenían mayor rango que él para nombrarse Comandante en Jefe y poder unirse a los facinerosos que se dedicaron a robar los bienes de propiedad social y de propiedad mixta de Chile, con la excusa de derrotar al comunismo internacional, pero con la verdadera finalidad de forrase los propios bolsillos, además de servir los intereses de los Estados Unidos de América, de las transnacionales y de los oligarcas chilenos, como está históricamente comprobado.

21 de mayo de 2009

Carlos Condell con su esposa, Matilde.
Nótese la pose displicente..

El destacado en letras de mayor tamaño y en negrita es mío. Máximo Kinast

2 comentarios

Candidatos Presidencia -

Que excelente artículo. Les recomiendo ingresar a Elecciones Colombia, una página web de elecciones dedicada no solo a los temas de las elecciones presidenciales sino también a las elecciones de congresistas, alcaldes y gobernadores, en la cual encontrarán información muy completa sobre candidatos colombianos, política y demás noticias relacionadas con las elecciones del 2010.

David Valencia -

Es parte del paisaje cultural de las élites criollas, el adornar aquello que no lo merece, estos tíos son como gatos, siempre caen parados. No por nada García Márquez logró fama, con su pluma relató la cosas más increibles que se sucedían en Macondo. En chilito lindo bien sabemos de ello, políticos y terratenientes , han dedicado sus mejores esfuerzos a pasarnos gatos por liebre y como la historia la escriben los vencedores y los señores, que no les faltan plumas que aunque faltándoles a ellos mismos, las encontrarán en otros que gustosos hecharán y lo han hecho, llenando libros de mentiras de sucesos ficticios que solo han pasado por sus mientes, y nosotros pueblo creido de tanta falacia, nos las tragamos toda.