CARTA ABIERTA AL INVERECUNDO ALMIRANTE CODINA
NOTA DE MAXIMO KINAST: Hay marinos (ex marinos) que conservan la dignidad y el valor, a pesar de que la formación impartida a los miembros de las Armada de Chile incluye el arte de mentir, la infame ley de la ’omerta’ y otras materias más propias de la Mafia que de una institución destinada a la defensa del país. Esta carta de los marinos torturados y expulsados de la Armada en Agosto de 1973, por los ’delitos’ de defender la legalidad, la constitución y el honor de la Armada, deja bien claro que el Almirante Rodolfo Codina es un inverecundo mentiroso, un encubridor contumaz y fue un traidor a la Patria y a su institución.
ESTE ES EL TEXTO DE LA CARTA ABIERTA:
Coordinadora del Personal Exonerado de la Armada
Avenida Ing. Eduardo Domínguez 1021, Maipú, Santiago;
Fono –Fax : (02) 4914825;
Celular 09-5790545
CARTA ABIERTA A LA OPINION PUBLICA DE CHILE
En relación con las declaraciones del Sr. Almirante, Rodolfo Codina Díaz, Comandante en Jefe de la Amada, publicadas en el diario La Nación, el día sábado 26 del presente, los ex - funcionarios de la Armada de Chile, exonerados el año 1973, por oponerse a la conspiración de los oficiales de la Institución, que finalmente culminó en el golpe de estado, nos permitimos precisar lo siguiente:
Señor Almirante Codina, su apreciación, respecto a que la Armada ha cumplido con los requerimientos de la Jueza Eliana Quezada, en relación con los oficiales procesados por el homicidio y desaparecimiento (la Institución todavía mantiene secuestrado su cadáver) del sacerdote Miguel Woodward, no es consistente con la realidad, por tanto no se puede exigir a la ciudadanía lo que Ud. indica en esa declaración: “.
El comandante en jefe de la Armada, almirante Rodolfo Codina, afirmó el viernes que tras el proceso que se lleva contra seis oficiales en retiro de la institución por el secuestro y posterior desaparición del sacerdote inglés Miguel Woodward en 1973, deberían acabar las protestas contra el buque escuela Esmeralda”
Señor Almirante, las miles de víctimas de las torturas que pasaron por los diferentes centros de detención e interrogatorios (léase centros de torturas) institucionales, no aceptarán jamás un lavado de imagen semejante, cuando los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Cuartel Silva Palma, la Academia de Guerra Naval, el Buque Escuela Esmeralda, las naves mercantes Lebu y Maipú, la isla Quiriquina, el Fuerte Borgoño, el cuartel Rodríguez, el gimnasio de la Base Naval de Talcahuano y la Isla Dawson, por no mencionar los centros de detención y trabajos forzados de Isla Riesco y Colliguay, de los cuales fuimos involuntarios huéspedes, tienen la misma connotación y gravedad que el crimen cometido contra el sacerdote Woodward y Jaime Aldoney, claman por la debida
justicia.
Por tanto, mientras la Institución no entregue el listado de todo su personal involucrado en crímenes de lesa humanidad, tendrán la misma credibilidad que las palabras del General Cheyre cuando decía que el Ejército no tenía antecedentes de violaciones a los derechos humanos, sin embargo, uno de sus más connotados generales fue quién llevó al paredón a ciudadanos inocentes y además indefensos, para ser ejecutados a mansalva por la tenebrosa caravana de la muerte. Hechos reconocidos treinta años después y sólo cuando se vio enfrentado a las acusaciones de un Juez de la República.
Por otra parte, Señor Almirante Codina, en aras de la democracia, la reconciliación nacional y la paz social, en definitiva, por el bien de nuestra patria, sincerémonos de una vez por todas. La Marinería Constitucionalista reconoce hidalgamente que sobrepasamos los reglamentos militares para poder cumplir con nuestro deber, organizándonos en defensa de la Constitución y el Gobierno legítimo de la República, vigente hasta la fecha del infausto golpe de estado del año 1973.
Sin embargo, Ud., jamás ha reconocido que fue uno de los oficiales de la Escuadra que conspiró abiertamente para romper con el estado de derecho, (le recomendamos leer su carta, firmada por puño y letra, en el libro Bitácora de un Almirante) dirigida al Vicealmirante Merino, a quien Ud., y los suyos denominaron arbitrariamente Comandante en Jefe de la Armada, demostrando con ello, un bajísimo respeto por las Instituciones del Estado de Chile, a las cuales todos los militares nos debemos subordinar.
Es doloroso constatar que quienes conspiraron contra el estado de derecho y finalmente dieron el golpe de estado, terminaron su carrera militar con el pecho lleno de medallas y una suculenta jubilación otorgada por el estado de Chile, (incluidos los recientemente declarados reos por la muerte de Jaime Aldoney y el sacerdote Woordward), sin embargo, los militares democráticos que se mantuvieron fieles a su juramento militar, en consecuencia, estuvieron por el lado de la constitución y de las leyes, denunciando y tratando de frenar la conspiración golpista que se gestaba en los cuarteles, se les truncó su carrera militar y se le han conculcado sus derechos previsionales.
Es un principio de justicia preguntar, ¿Dónde están nuestras medallas y el merecido reconocimientos de parte del estado de Chile?. Llevamos 35 años tratando de que las Instituciones también funcionen en beneficio de quienes “tuvieron el coraje para alzar la voz
disidente en esos momento en que se imponía la fuerza y la sinrazón”. (Carta del
Ex – Presidente Lagos a nuestros representados).
En relación con vuestra aseveración: “Lo que hemos hecho es colaborar, al contrario de perturbar la Justicia", le debemos recordar que sus expresiones públicas no se condicen con las reales actitudes de vuestra institución. En causa rol 8.217 del año 2002, por secuestro calificado, asociación ilícita y apremios ilegítimos contra quienes resulten responsables, interpuesta por nosotros ante la Ministra de Fuero, Sra. Corti, con fecha 24 de abril de 2003, ésta magistrado se declaró incompetente (¿?) porque los delitos habían ocurrido en recintos militares, ordenando remitir los antecedentes al Juzgado Naval de la
Iª Zona Naval.
Con fecha 9 de octubre, ese Juzgado aceptó la competencia y con fecha 27 de octubre del mismo año, es decir, en menos de 20 días, el Sr. Juez Naval, Contralmirante Francisco Martínez Villarroel, se formó la convicción y resolvió que “el hecho denunciado es un simple delito que prescribe en el plazo de cinco años”.
Sería interesante recordar, quién, en esa fecha, era el Comandante en Jefe de la Armada y Jefe del Sr. Juez naval. También sería interesante confrontar la convicción de ese Juez Naval, con la legalidad vigente, en la cual se considera la tortura (dicho en términos elegantes, apremios ilegítimos), como un crimen de lesa humanidad y por tanto, imprescriptible.
También sería pertinente aclarar el impasse expuesto hace algunos días por el diario La Nación, en el cual el Almirante Millar dice que un Almirante, “a título personal” fue a hablar con la Ministra Corti para que dilatara los procesos en contra de oficiales de la Armada. ¿De que estamos hablando Sr. Codina?,
Como último, recordamos una vieja costumbre marinera para castigar a los subordinados que habían cometido graves infracciones a la disciplina. Se les colgaba un albatros muerto al cuello y debían llevarlo hasta que éste se cayera despedazado por la putrefacción. Hasta que el alto mando de la Armada no decida enfrentar en forma franca y transparente las violaciones a los derechos humanos en las reparticiones institucionales que hemos señalado, el tema de las violaciones a los derechos humanos en nuestro país, seguirá siendo un albatros pestilente, colgado al cuello de nuestra querida Institución.
Por la Coordinadora del Personal Exonerado de la Armada de Chile, en agosto de
1973
José Díaz D. Víctor Martínez
Ex – Mro. 1º El. Ic., U - 2180 Ex – Op 3º El., U - 1607
Cl. O´higgins Asmar (T)
Víctor Reiman C. Sergio Fuentes P.
Ex – Op. 3º., U - 4734 Ex – Mro. 1º Ar. Tl., U - 4734
Asmar (T) D.D. Blanco Encalada
Sergio Villar V. Oscar Carvajal G.
Ex - Op. 2º E. Rf., U - 1030 Ex -Mro 1º Mc. El, U - 3286
Asmar (T) D.D. Cochrane
Juan Roldán B Guillermo Castillo E.
Ex – Cabo 2º Ar. Ap , V - 154 Mro. 1º Af. El., U - 4223
D.D. Blanco Encalada Cl. Prat
Víctor López Z. Luís E. Rojo G.
Ex – Mro. 1º Mc. El., U - 4393 Ex – Mro. 1º Mc. El., U - 3755
Cl. Prat D.D. Blanco Encalada
Luís Jorquera Bernardo Flores V.
Ex – Cabo 2º Mc. El., T - 4465 Ex – Mro 1º Tp.Os., U - 4267
Base Aeronaval El Belloto D.D. Blanco Encalada
Julio Gajardo N. Tomás Alonso M.
Ex – Cabo 2º Mc. El . Av., T - 4535 Ex – Mro 1º Af. Mq., U - 2061
Base Aeronaval El Belloto Esc. De Ingeniería Naval
Mariano Ramírez R. Ricardo Tobar T.
Ex – Cabo 1º El., T - 1810 Ex – Cabo 2º Cf. Ms., T - 4477
Esc. De Ingeniería Naval Esc. De Armamentos
Jaime Salazar José Velásquez M.
Ex – Mro. 1º Mc. Art., U – 4631 Ex – Mro. 1º Me. Cf., U - 4652
D.D. Blanco Encalada D.D. Blanco Encalada
Guillermo Vergara D. Juan Segovia A.
Ex – Op. 1º Ab., T - 3502 Ex – Mro 1º Art., V - 1473
Esc. de Ingeniería Naval D.D. Blanco Encalada
Luís Jiménez C. Carlos Alvarado G.
Ex – Mro 1º Me. Av., U - 2134 Ex – Cabo 1º Mc.; T - 2427
Base Aeronaval El Belloto Esc. de Ingeniería Naval
Pedro Blaset C. Bernardo Carvajal S.
Ex – Cabo 2º El. Ic., U - 1077 Ex – Mro 1º El., U – 1090
Cl Alm. Latorre Cl Prat
Luís Aguirre R. Jaime Espinoza
Ex – Mro 1º Mc. El., U - 4109 Ex –Mro. 2º Mr.; V - 1485
C. Silva Palma R.E. Quinta Normal
Claudio Espinoza T. Jaime Balladares C.
Ex - Mro 1º El.; U - 2207 Ex – Mro 1º Art.; U - 2089
D.D. Blanco Encalada Cl. O´higgins
Nelson Córdoba P Pedro Lagos C.
Ex – Mro. 1º Mq., U - 3431 Ex – Cabo 1º Rt., T - 2999
Esc. de Ingeniería Naval D.D Blanco Encalada
Roberto Fuentes F. Santiago Rojas C.
Ex – Mro. 1º El. Ic.; U - 2226 Ex – Cabo 2º Cf., U – 584
D.D. Blanco Encalada Cl. O´higgins
Rodolfo Claro C. Carlos García H.
Ex – Mro 1º art. V – 885 Ex – Mro 1º Mc. El. , U – 4308
Cl. Latorre Cl. Prat
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