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Máximo Kinast Avilés

EL FIN DEL RADICALISMO

Por Marzha Navarro


    El Papa Ratzinger condena el relativismo,  y hoy en día es tan difícil ser o definir... El mundo va muy rápido y de repente estamos en posturas firmes en una pasión y a la vez relativos en otras.   

 

 

Los países que forman el  Grupo de los 8, aliados como nunca,  nos han enviado por todas partes, un mensaje bien claro, se puede ser relativo pero, esta prohibido ser radical.   

 

 

Podemos disfrutar de la democracia,  de la “libertad” y del pensamiento ideológico que fuera, pero sin radicalismo, la persona que no posee la inclinación a la flexibilidad, necesaria para continuar el curso normal del neoliberalismo y de la globalización, está catalogada como radical y entonces estará  en la lista negra, lista de los desechables.  

 

 

Muchas veces pienso que las nuevas invasiones, masacres, amenazas y provocaciones de los Estados Unidos (y del Grupo de los 8) a Palestina, a Afganistán, a Irak, a Chechenia, Serbia, Korea del Norte, Irán, Venezuela, y otras de un pasado no muy lejano, son como una especie de electrocardiograma instalado para medir la pulsación del fanatismo. Religioso o no. Saben que el mundo debe ser desarmado y entonces primero evalúan los peligros eminentes, algunos son eliminados de plano, otros
inducidos a auto eliminarse.     

 

   

Debemos observar que en la frenética búsqueda de terroristas, de armas químicas o nucleares, de secuestradores, de narcotraficantes va en paralelo el acto de amedrentar y a la vez desafiar a lideres
izquierdistas, campesinos y gremiales.  Con esta estrategia  se detecta también y con rapidez, a los radicales, pues, serán aquellos que no tienen miedo y no reculan, a estos los eliminan de alguna forma.    

     

 

El mundo esta siendo organizado para la formación de los bloques comerciales, para la futura guerra de mercados, la competitividad, compra-venta, lucros, empresas, transnacionales, emprendedores, oferta y demanda, bolsa de valores, exportaciones, calidad total, consumidor. Esta nueva guerra suplantara las  convencionales, las bélicas, por ello en ese nuevo panorama no cabe el radical, el fundamentalista, el nacionalista, el ortodoxo, o el  extremista. Por eso están haciendo la “limpieza” previa.    

 

 

Una lastima es que las personas honestas que trabajan en política, con ideas claras y objetivos bien definidos, no dispuestas a flexibilizar por convicciones sólidas, también son consideradas radicales, por lo tanto peligrosas, representan una amenaza al sistema, en ocasiones personas bien formadas  moral e intelectualmente, son también aniquiladas o marginadas.    

 

 

No estoy de acuerdo con  todo lo que signifique violar los Derechos Humanos, ya que hasta un terrorista no deja de ser un humano, un enfermo mental  o alguien totalmente sin educación. Pero humano.    De todos modos estoy esperando el turno de los Estados Unidos, cuando les toque a ellos, los mas radicales del planeta, la ultra derecha norteamericana,  también debe ser “limpiada”, principalmente los Republicanos, quienes piensan que America es solo para los americanos, que quien no es americano no es humano, que el comunista es una bestia, que un indio es una cosa, que el negro es asqueroso, que el amarillo es feo, que el trabajador es esclavo,  que los pobres son haraganes y ladrones; Que el petróleo es de ellos; Que se debe inventar guerras para vender armas, que países y pueblos son como juegos de barajas.   

 

 

Si,  tienen razón, debemos combatir mas todavía, (no con asesinatos) a estos radicales porque ellos son ricos y poderosos, están fuertemente armados, capacitados y preparados para hacernos mucho mas daño que los radicales pobres. Y eso no es relativo. “Deslegitimación del poder constituido”


             

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