Blogia
Máximo Kinast Avilés

ACLARO MI POSICIÓN SOBRE DESAPARECIDOS EN COLOMBIA

Por Máximo Kinast

 

La Marcha por la Libertad de los Secuestrados por las FARC es una loable iniciativa, y la apoyo, sólo en tanto y en cuanto sea eso y nada más que eso, una marcha por la libertad de los secuestrados por las FARC.

 

Pero hay algo raro en todo esto. Hay un incondicional y tácito apoyo al Gobierno de Colombia, que aparece como el bueno, porque las FARC son los malos. Estoy de acuerdo en que las FARC son malos. Estoy de acuerdo en que son narcos y terroristas. (Fueron guerrilleros, pero de eso hace mucho tiempo).

 

Hace siglos que se ha demostrado que el tomismo es una idiotez. Tomismo viene de Santo Tomás, y si digo que el tomismo es una idiotez estoy diciendo eso y sólo eso. No estoy llamando idiota a Santo Tomás de Aquino. El tomismo es esa idea de que las cosas son blancas o negras, buenos o malos y así dividir todo en dos categorías. Esa forma de pensar nos lleva a absurdos. Hay colores y grises.

 

Hemos de tener claro que si las FARC son malos, no necesariamente sus enemigos son los buenos. También son malos (tan malos como las FARC) todos los narcotraficantes y todos los terroristas. Incluyo en ellos a los narco terroristas enemigos de las FARC.

 

Son terroristas todos los que atentan contra civiles. Son terroristas todos los que cometen crímenes o hacen daño a seres humanos no combatientes. En ese sentido de terrorismo, en esa definición caen no sólo las FARC, sino también las organizaciones paramilitares, los narcotraficantes y las Fuerzas Armadas que hayan cometido estos crímenes y no sólo de Colombia, sino de cualquier país. Incluso hay Gobiernos terroristas. ¿Qué otra cosa es invadir un país con la excusa de buscar armas (inexistentes) de destrucción masiva, cuando la verdadera finalidad es crear ingresos para unas cuantas transnacionales de la guerra?

 

Todo esto viene a cuento por el artículo anterior (que aparece más abajo en este blog). Supongo, sospecho que los autores son (o pueden ser) simpatizantes de las FARC y si fuese así, en eso no estoy de acuerdo con ellos. No sólo no simpatizo con las FARC, sino que las considero narcoterroristas.

 

Pero al margen de quienes sean los autores, dicen verdades muy claras. Hay unos 30 mil desaparecidos en Colombia y unos 700 secuestrados por las FARC. Son unas 34 personas desaparecidas por cada secuestrado. (Piensa que una de esas personas desaparecidas es tu hijo o tu hermana o tu madre, para que puedas entender). La desaparición de personas es una forma de secuestro, que incluye un secuestro, sólo que no se pide rescate y no se habla más de la persona desaparecida. Son secuestrados sin apoyo publicitario. Sus familias no saben si viven o están secuestrados o si han muerto.

 

¿Quiénes los desaparecieron? Algunos es posible y creíble que los haya secuestrado las FARC y los haya desaparecido, aunque su estilo es anunciar sus secuestros. ¿Pero y el resto? ¿Quiénes han desaparecido a la mayoría de esos 30 mil colombianos y colombianas? Se sabe -todo Colombia lo sabe- que los desaparecidos lo han sido por causa de los Paramilitares, de los grupos de narco traficantes, de las fuerzas armadas de Colombia e incluso por órdenes de Gobiernos que ha tenido Colombia en los últimos años.

 

¿Qué está ocurriendo en Colombia? Lo mismo que en muchos países de este planeta, donde los gobiernos llevan agua para su propìo molino (agua o euros o dólares). Sucede que hay en el mundo gobiernos delincuentes, verdaderas mafias, a nivel de municipios, de provincias, de gobiernos regionales, de países y hasta de comunidades de países, como es el caso actual de USA. Como es ese caso que usted conoce tan bien, quienquiera quien sea usted y dondequiera que este. Estoy seguro de que conoce un caso al menos de corrupción a nivel de Gobierno.

 

¿Cómo se consigue mantener esta situación? Muy fácil, con un buen marketing. Con publicidad engañosa. Con medias verdades, lavando cerebros, con mucha publicidad, hasta que llega el momento de confundir la realidad con la publicidad.

 

Entonces, Jimena, que es una mujer inteligente, pero no tanto como para dejar de ver la televisión, me dice cosas como:

 

· “Considero que este texto es sumamente ofensivo a la dignidad de personas que merecen todo nuestro respeto como Ingrid Betancourt o el señor Araujo”

¿Por qué lo dice? Porque le han vendido la pomada de que un desaparecido no es igual a un secuestrado. ¿Quizás por qué lo habrán desaparecido? No todos los desaparecidos son blancas palomas. Además, los que defienden a los desaparecidos son gentes afines a las FARC,,, La pomada ha sido bien vendida.


· “No es comparable con los desaparecidos porque estamos hablando de personas que han dado un testimonio de valentía y de sobrevivencia impresionante”.

Es lógico. Sobre los desaparecidos no sabemos nada. Quizás, es posible que hayan sido valientes, o quizás se quebraron con la tortura. Ni siquiera sabemos cuanto tiempo han sobrevivido. Pero no tiene importancia. Los desaparecidos, los 30 mil desaparecidos son prescindibles. No han sido candidatos a Presidente de la República. La prensa no habla de ellos. ¿Por qué hemos de preocuparnos?

 

· “Si tanto les interesa a esta gente los desaparecidos ¿por qué no convocan ellos a una marcha?”

Esta afirmación implica preguntarse: ¿Para qué hemos de hacer marchas por su aparición? Que las hagan sus familiares, sus partidarios, nosotros la ‘gente decente’ sólo ha de preocuparse por los que la TV nos diga que hemos de preocuparnos. Si no están en los medios de comunicación, no existen esos 30 mil desaparecidos y además a nadie le importan.

 

· “¿Con qué razón o derecho cuestionan a quienes sí queremos marchar para exigir la libertad de los secuestrados por las farc? Ahora resulta que si te pliegas a una buena iniciativa del gobierno colombiano resulta que con ella avalas su accionar en temas como los paramilitares. No es así, Máximo, ¿no te das cuenta que eso es hacerle el juego a las farc?”

Ocurre algo muy curioso. Es lógico que los partidarios de ls FARC quieran opacar la marcha que favorece al Gobierno de Uribe. También es muy razonable marchar por la libertad de los 700 secuestrados por las FARC y es razonable repudiar a las FARC.

Pero si esto excluye a los 30 mil desaparecidos y presenta como “una buena iniciativa del gobierno colombiano” algo que se organiza desde la CIA y que tiene un doble objetivo:

 

a) Descalificar a su enemigo, las FARC, que bien merece ser descalificada, y

b) Avalar el accionar de un gobierno corrupto y genocida.

 

Entonces podemos afirmar que algo anda mal. Que hay algo raro en todo esto.

 

· “Están haciendo lo mismo que se hacía en el Perú, cuando vivíamos los ataques de Sendero Luminoso. Si acudías a una marcha por la paz, estabas con Alan García. No me parece ni justo ni correcto ese texto”.

No conozco los hechos que citas del Perú; pero te puedo asegurar que si las marchas por la Paz las organizaba Alan García, entonces, si ibas es porque estabas con Alan. Si las marchas eran acciones espontáneas de la sociedad civil, entonces ir a una marcha no significada apoyar a Alan, digan lo que digan las partes interesadas.

En este caso, estas marchas en apoyo de los aproximadamente 700 secuestrados, con total olvido de los aproximadamente 30 mil desaparecidos es una obra del Gobierno de Colombia con apoyo total de la CIA y de los gobiernos afines a la política de George W. Bush. Si apoyas la marcha, aun que sea sutilmente apoyas a Uribe.

Es difícil distinguir, pero hay que intentarlo.

 

1 comentario

alexandra -

lo felicito por su nota. es buena saber que existe gente capaz de expresarse y dar su opinion sin ningun temor a ser rechazado o catalogado como " enemigo" seguramente muchas personas piensan igual a usted como yo, por eso me parece que esto no se deberia quedar en un simple articulo, creo que aun se puede luchar para que se acabe esa farza.